domingo, 28 de septiembre de 2008

¿San Miguel es el obstáculo del que nos habla San Pablo? (1975-2008)

Trata de un tema difícil y discutido sobre el cual no existe entre los estudiosos autorizados unanimidad de opinión.

Por Justo Alí-Brouchoud.

Este trabajo de nuestro colaborador y amigo se publicó originariamente en la revista zaragozana, María Mensajera, mayo-junio 1975, año V, nº 32 – Revista Roma nº 41, año IX, Buenos Aires, octubre 1975, director: Andrés de Asboth (+)-.

Trata de un tema difícil y discutido sobre el cual no existe entre los estudiosos autorizados unanimidad de opinión.
Por ello la Dirección de la revista no compromete su parecer, representando este artículo la posición personal de su autor JUSTO ALI-BROUCHOUD, infatigable apóstol mariano de la provincia de Misiones.
Debemos consignar que, conforme a lo anunciado en Fátima (la conversión de Rusia y el triunfo del Inmaculado Corazón de María, después de un gran castigo si el mundo no se convierte) esperamos una época floreciente para la Iglesia y la civilización católica.
Al terminar se reproduce una súplica por la restauración de la oración a San Miguel Arcángel que se rezaba, por orden de León XIII, al finalizar la Santa Misa. Necesitamos mucho la protección del Príncipe de la milicia celestial, contra tantos demonios que andan por todas partes. Recomendamos a nuestros lectores que adhieran a esta iniciativa, enviando sus peticiones directamente a S. S. el Papa Pablo VI, ciudad del Vaticano, Roma).

¿San Miguel es el obstáculo del que nos habla San Pablo?

Convencidos estamos que vivimos en los tiempos anunciados por el Apocalipsis. Con un pequeño análisis, vemos cómo los signos dados por el Señor se van dibujando con trazos cada vez más firmes y todo un contexto general (la Sagrada Escritura, en primer lugar; las apariciones marianas, en especial las de Fátima y Garabandal; autores católicos y se probada sapiencia escriturísticas y teológica; las revelaciones y videntes cada día más numerosos en todo el mundo, en coincidencia plena con los mensajes de Fátima y Garabandal) nos está diciendo que estamos decididamente en los últimos capítulos o páginas de este tiempo, llamémosle era cristiana, mesiánica o simplemente historia humana.
Antes de continuar, quiero distinguir con el Dr. Benjamín Martín Sánchez, profesor de Sagradas Escrituras, las distancia entre lo que llamamos “los últimos tiempos, que son los caracterizados en la Biblia por la falta de fe”, y que son los que estamos viviendo, con el “fin del mundo creado por Dios, pues éste puede durar aún miles de años o de siglos, ya que no será aniquilado con la gran catástrofe universal que se avecina, antes bien saldrá cambiado y purificado en otro mejor”. (Benjamín Martín Sánchez, “Los últimos tiempos”, Españs).
Se acerca el día de la venida del Señor. Ese día, el de su llegada, no lo sabemos, pero sí conocemos los signos que le han de preceder.
“Dos cosas precederán a ese día – nos dicen Eloíno Nácar y Alberto Colunga - : primero, la apostasía (Mt. 24, 12 y Mc. 18, 8), la que, creemos, se está operando actualmente. Luego, la aparición del anticristo, el hombre del pecado, que se levanta contra toda manifestación religiosa y acabará por declararse a sí mismo Dios y reclamar su culto”. (Eloíno Nácar Fuster y Alberto Colunga Cueto, “Nuevo Testamento”, nota a 2 Tes. 2, 3-7,pág. 393, Madrid, Biblioteca Autores Cristianos, 1942).
Esta aparición del anticristo está demorada por un “obstáculo” que detiene su manifestación. Intriga grande es ésta, la de la naturaleza del obstáculo. Y en qué puede consistir en nuestra acuciante pregunta.
Muchos dignos intérpretes han especulado sobre esta apasionante incógnita.
San Pablo reveló a los tesalonicenses el misterio de este obstáculo: “¿No recordáis que estando entre vosotros ya os decía esto? Y ahora sabéis qué es lo que le contiene, hasta que llegue el tiempo de manifestarse. Porque el misterio de inequidad está ya en acción; sólo falta que el que le retiene sea apartado”. (EloínoNácarFuster y Alberto Colunga Cueto, “Nuevo Testamento” 2 Tes. 5-7, pág. 393, Madrid, Biblioteca Autores Cristianos, 1942).

Sobre en qué consistía este obstáculo, “el que le retiene, los intérpretes han formulado variadas conjeturas. Y una de ellas, antigua, localizaba el obstáculo en el Imperio Romano, pero la experiencia histórica ha demostrado la falta de adecuación cronológica; un hecho, el acabamiento del Imperio Romano, se ha producido; el cumplimiento del otro aún no ha llegado. En efecto, el Dr. Juan Straubinger manifiesta que “todos los Padres y autores están de acuerdo en que se trata de un hecho escatológico, es decir, para los últimos tiempos, puesto que el mismo Jesús anuncia que cuando Él venga, no encontrará casi fe en la tierra” (Juan Straubinger , “Nuevo Testamento”, tomo V, IX edición, n.a 2 Tes. 2, 7, pág. 852-853, Buenos Aires, Editorial Guadalupe, 1958), hecho que a pesar de lo qe piensan algunos optimistas, se está operando ya y así lo atestigua la realidad general y lo certifican las manifestaciones marianas.

En el mismo sentido se expresan los intérpretes José M. Bover y Francisco Cantera Burgos en sus notas a la Epístola de San Pablo, que los Santos Padres adoptaron; la interpretación que lo “que detenía la aparición del anticristo era el Imperio Romano, y el que lo detenía, el emperador: no en su concreta realidad histórica, sino más bien lo que con ello representa, que es principio de autoridad normal y legítima, en cuanto sostiene con mano el orden social”, (José M. Bover y Félix Puzo, “Nuevo Testamento”, nota a 2 Tes. 6-7, pág. 378, Madrid, Biblioteca Autores Cristianos, 1960); principio de autoridad cada día flaquear más y a tal punto que un solo individuo con un arma en las manos llega a doblegar un orden social que vemos también cada día más deteriorado.
Un autor moderno, comentando a Santo Tomás, expresa: “para resolver esto (el obstáculo) hay que ir a los comentaristas. En la Edad Media se comentaba sobre este obstáculo que impedía que el anticristo se manifestara y Santo Tomás, que comenta este paso de la Carta de San Pablo a los Tesalonicenses, nos explica qué es este obstáculo que es el Imperio Romano, pero a su vez enseña que el Imperio Romano se ha convertido, se ha mudado. Dice textualmente Santo Tomás: “Por qué viene el Anticristo? Porque se han apartado el Romano Imperio y con todo todavía no viene el anticristo? Hay que decir que todavía no cesó, sino que se convirtió de temporal en espiritual y por esto hay que decir por el Romano Imperio debe entenderse no sólo del temporal, sino del espiritual, es a saber: de la fe católica de la Romana Iglesia. Es por lo tanto un signo conveniente que así como Cristo vino cuando el Romano Imperio dominaba a todos los pueblos, así por el contrario el signo del anticristo será el apartamiento del Romano Imperio”, concluye Santo Tomás.
“Y ¿qué es el Romano Imperio convertido en espiritual? – se pregunta y responde el ciado autor -. Es la Cristiandad, es decir, todo el poder temporal en todas sus manifestaciones de la vida, sometido a la Iglesia, sometido a la fe cristiana. Pues bien, de acuerdo a esto: ¿Cuándo vendrá el anticristo? Cuando el orden temporal, o sea, las naciones en su vida temporal, con la autoridad correspondiente, ya no estén sometidas a la Iglesia, sino que se hayan apartado de la Iglesia, y esto es precisamente lo que se está cumpliendo en estos días que vivimos. La Cristiandad está entrando en la agonía”. (Julio Meinvielle, “La política actual en torno a la idea de cristiandad”, Buenos Aires, Ediciones Patria Grande, 1970, pág. 2).

Otra conjetura sobre la naturaleza del obstáculo – que origina este modesto comentario – es el que expresan los ya citados intérpretes Nácar Fuster y Colunga Cueto: “Qué es lo que impide la aparición de ese hombre de pecado, ya lo conocían, por las enseñanzas de SAN PABLO a los tesalonicenses; pero nosotros lo ignoramos y no tenemos sobre esto más que conjeturas, entre las cuales la más parece ser la tomada de Daniel (Cap. 10). Los ángeles de Persia y Grecia luchan entre sí para defender la causa de los pueblos que tienen encomendados. MIGUEL, uno de los más altos príncipes y defensor del pueblo de Dios, toma parte en esta contienda a favor del pueblo santo. Según esto, el obstáculo que se opone a la aparición del anticristo sería este arcángel, príncipe de los ejércitos celestiales, que velan sobre la Iglesia y la defienden”. (Eloíno Nácar Fuster y Alberto Colunga Cueto, “Nuevo Testamento”, nota a 2 Tes. 2, 3-7, pág. 393,Madrid, Biblioteca Autores Cristianos, 1942).
Los citados intérpretes probablemente no sospecharon cuando escribieron esa nota, sin duda inspirada, la actualidad que tendría en la segunda mitad del siglo XX (1950) y en particular a partir del comienzo de la década anterior (1960). ( y el primer decenio de 2008).

Nos atrevemos a insinuar algunos detalles, señalando:
a) San Miguel Arcángel fue establecido como custodio oficial de la Iglesia Católica por el S. S. Papa LEÓN XIII, al mandar a rezar al final del Santo Sacrificio de la Misa la siguiente oración: “Arcángel San Miguel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímalo Dios, pedimos suplicantes; y tú, príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno, con el divino poder, a Satanás con los demás espíritus maligno que andan por el mundo para la perdición de las almas”. (León XIII, “Oración a San Miguel Arcángel”).
b) Esta oración fue prácticamente suprimida en muchas partes a partir de la reforma litúrgica y oficialmente cuando se suplanta la Misa de PÍO V por el actual ordo, a pesar que se expresa que la primera no fue derogada; pero el uso del nuevo ordo la ha derogado de hecho.
c) El demonio anda más suelto que nunca – “como león rugiente” (Eloíno Nácar Fuster y Alberto Colunga Cueto, “Nuevo Testamento”, 1 Pe. 5, 8, pág. 445, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1942), en particular a partir de la década del sesenta y con más ferocidad después del Concilio Vaticano II 1962-1965.
¿Es el Arcángel San Miguel el obstáculo que detiene – o detenía – la aparición del hombre del pecado?
Un hecho cierto es que el Arcángel San Miguel, príncipe de las milicias celestiales, le fue encomendado la custodia de la Santa Madre Iglesia y que con ese carácter lo invocábamos en la oración antes citada y que hemos dejado de rezar.
Felizmente, ante la urgencia de los momentos actuales, muchos la han retomado en sus oraciones de cada día y se reza también en las Misas de SAN PÍO V, que algunos valientes sacerdotes todavía ofician. Un grupo de católicos, desde esta lejana tierra de Misiones, en la República Argentina, han dirigido un ruego a Su Santidad el Papa Pablo VI, pidiéndole restaure en la Iglesia Universal la oración a San Miguel Arcángel, en la Santa Misa, para levantar con ello un valladar que será “nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio”. (LEÓN XIII, “Oración…”.

Si el obstáculo ha sido quitado (el ARCÁNGEL SAN MIGUEL como custodio de la Iglesia) o se está quitando (el orden romano en quiebra), la venida del Señor está muy cercana y por ello debemos alegrarnos.

Justo Alí-Brouchoud

Editó Gabriel Pautasso
Diario Pampero
nº 67 Cordubensis
Instituto Eremita Urbanus
, Córdoba, 29 de septiembre de Penthecostés de Año del SEÑOR de 2008, en la festividad de los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.
Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA!
¡LAUS DEO TRINITARIO!

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viernes, 26 de septiembre de 2008

Theodor W. Adorno en la mente de Ratzinger


Ratzinger es más cauteloso que los frankfurtianos. No afirma que Auschwitz sea la consecuencia directa de la fe en el progreso.

Por Francesc Torralba Roselló – Forumlibertas

Uno de los filósofos frankfurtianos más citados por BENEDICTIO XVI en la última encíclica es el pensador judío THEODOR W. ADORNO (1903-1969), autor de la “Dialéctica negativa” y miembro destacado de la primera generación de la Escuela crítica, junto a MAX HORKHEIMER, WALTER BENJAMÍN y otros marxistas heterodoxos, como ERICH FROMM y HERBERT MARCUSSE, críticos de la Aufklärung (en castellano: Ilustración o época de las Luces) y de la colonización tecnológica del mundo de la vida.
Esta generación de pensadores crítica con vehemencia el proceso de la Ilustración y todos denuncian la metamorfosis de la razón moderna en razón instrumental. Dicho llanamente, consideran que el destino final del proceso de emancipación moderno y de los ideales ilustrados son los campos de exterminio nazis. En definitiva, constatan, con gravedad, el fracaso de la razón humana y de la ciencia en particular para liberar el corazón del ser humano de las tinieblas. Se muestran escépticos, radicalmente pesimistas respecto al futuro y muy negativos desde un punto de vista antropológico.
No deja de ser curioso que RATZINGER utilice los textos y las ideas de estos filósofos marxistas heterodoxos para argumentar sus tesis. Cita la Dialéctica negativa de ADORNO, pero podría también haber hecho alusión a la “Crítica de la razón instrumental” que publicó MAX HORKHEIMER o a la “Dialéctica de la Ilustración” que publicaron ambos pensadores conjuntamente.
Los frankfurtianos critican con ahínco la supuesta fe en el progreso de los pensadores modernos por ingenua y expresan, con preocupación, la capacidad destructiva del ser humano en el siglo XX y su incapacidad para evitar Auschwitz. Perseguidos, exilados y humillados por el totalitarismo nazi, los pensadores de Frankfurt constatan que el desarrollo de la ciencia, de la educación y de la tecnología no sólo no ha evitado la caída en el mal radical, sino que, además, la ha hecho posible.
“En el siglo XX, -afirma RATZINGER- THEODOR W. ADORNO expresó de manera drástica la incertidumbre de la fe en el progreso: el progreso, visto de cerca, sería el progreso que va de la honda a la bomba atómica. Ahora bien, éste es de hecho un aspecto del progreso que no se debe disimular. Dicho de otro modo: la ambigüedad del progreso resulta evidente. Indudablemente, ofrece nuevas posibilidades abismales para el mal, posibilidades que antes no existían”.
RATZINGER es más cauteloso que los frankfurtianos No afirma que Auschwitz sea la consecuencia directa de la fe en el progreso, ni mucho menos el resultado del sueño ilustrado, pero muestra como el progreso humano es esencialmente ambiguo y como el desarrollo de la ciencia ha propiciado grandes bienes para la humanidad, pero también ha hecho posible las más grandes devastaciones. La bomba atómica no es una casualidad de la historia, sino el producto del desarrollo de la razón instrumental.
ADORNO no ofrece una solución alternativa. JÜRGEN HABERMAS, miembro de la segunda generación de la Escuela de Frankfurt, propone la transformación de la razón instrumental en razón comunicativa, defiende el diálogo transparente y abierto como fundamento de una sociedad libre y democrática y advierte del peligro del fundamentalismo y de los fanatismos. RATZINGER dialogó abiertamente con el autor de la Teoría de la acción comunicativa (1891) y mostraron sus puntos de convergencia en Munich en enero de 2004, pero RATZINGER considera que, además de la razón, la fe jugará papel decisivo en la construcción de un mundo más fraternal y pacífico.
“ADORNO – dice RATZINGER – se ha ceñido decididamente a esta renuncia a toda imagen y, por tanto, excluye también la “imagen” del Dios que ama. No obstante, siempre ha subrayado también esta dialéctica “negativa” y ha afirmado que la justicia, una verdadera justicia, (¿será el Justicialismo? ¡Pensamos en Eremita Urbanus!), requeriría un mundo “en el cual no sólo fuera suprimido el sufrimiento presente, sino también revocado lo que es irrevocablemente pasado”. Pero una tal perspectiva comportaría la resurrección de la carne, algo que es totalmente ajeno al idealismo, al reino del espíritu absoluto”.
No creo que ADORNO a tal consecuencia lógica, ni que afirmara la necesidad de la resurrección de la carne, pero es verdad que apunta hacia una esperanza última. ADORNO cree firmemente que, al final de la historia, habrá una justicia y que el verdugo será condenado y la víctima salvada.
Esta justicia, esta mentira redimida del sufrimiento anónimo está formulada a modo de desiderátum, pero conecta íntimamente con la esperanza cristiana de BENEDICTO XVI en un Dios trascendente que, desde el amor infinito, llena de sentido la lucha por el bien desarrollada a lo largo de la historia.

Editó Gabriel Pautasso
Diario Pampero
nº 88 Cordubensis
Instituto Eremita Urbanus, Córdoba, 26 de septiembre de Penthecostes del Año del Señor de 2008 - Fiesta de San Cosme y San Damián.

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jueves, 25 de septiembre de 2008

La Primera Patrona de Córdoba de la Nueva Andalucía: “La Virgen de la Peña de Francia”

Por Delia Cabrera Padilla

Esta es la hermosa historia de la primera Virgencita Patrona de nuestra ciudad de Córdoba, que se llamaba DE LA PEÑA DE FRANCIA. Su protectorado ha sido poco o nada difundido a través de los siglos. Tomemos la responsabilidad de restaurarla, aunque sea silenciosamente, y de colocarla en el lugar que merece, el altar mayor de nuestros corazones, ya que fue privada del lugar que tenía en el altar mayor de la Catedral.

Fue Don JERÓNIMO LUIS DE CABRERA quien la trajo. Gobernador que fue modelo entre los que vinieron a estas nuevas tierras, humano y cristiano. Quería y establecía en su carta fundacional que en el centro de su obra, que era la Iglesia y el centro de su Iglesia que es el altar, estuviera entronizada y festejada con alegría la efigie y culto perenne y anual de la Reina de la belleza, MARÍA, la flor inmaculada de la humanidad, para que bajo el título de VIRGEN DE LA PEÑA DE FRANCIA acompañara y espiritualizara a sus moradores, poniéndolos – axial por medio de Ella – en relación con el Creador, Regidor de los hombres y luego de las naciones, su destino.
Hasta hoy sigue siendo desconocida esta Virgen que CABRERA entronizara juntamente con SAN JERÓNIMO como Patrono, que su fiesta se celebra el 30 de septiembre.
Así está ordenada en el Acta de Fundación de Córdoba de la Nueva Andalucía el 6 de julio de 1573: “El dicho Sr. Gobernador (JERÓNIMOLUIS DE CABRERA) tomó una cruz de madera en sus manos y la puso en su sitio y lugar de dos solares de la Plaza Principal de dicha ciudad: los cuales (dos solares) dijo, que señalaba y señaló para Iglesia Mayor; en nombre de su Majestad. Y nombraba y nombró a la dicha Iglesia Mayor de la Advocación de Nuestra Señora de la Peña de Francia, para que se llame ahora y siempre jamás con este nombre. Y que en cada año en la dicha Iglesia Mayor se celebrase la dicha Fiesta de NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA el día de Nuestra Señora de la Concepción. Y es obligación, ese día se corran toros en la Plaza Principal de la dicha ciudad”. (Archivo Municipal, t. I, Acta de la Fundación). De esta suerte, queda declarada Patrona de la Ciudad.

El Fundador traía consigo esta efigie (que era como cosa nobiliaria en su solar español), en su advocación histórica, genuinamente hispana, y bajo cuyos auspicios echó los cimientos de la Iglesia Mayor y aún los de lanuela ciudad (Arch. Municipal, t. I, Acta de Fundación).
Entonces CABRERA, el 6 de julio de 1573, la declara PATRONA y FUNDADORA, junto a la Fiesta de Nuestra Señora de la Limpia Concepción (8 de diciembre).
Ocupó su lugar en la Iglesia Mayor hasta fines del siglo XVIII, en la fue sustituida por la de Nuestra de las Nieves… pero esto ya es otra historia. Más tarde se la privó de “su día”, pasándose su fiesta al de la Presentación de la Virgen, el 21 de noviembre.
Todavía debía sufrir un cambio en su nombre como dice MONSEÑOR PABLO CABRERA (padre de los estudios históricos de Córdoba): “Por los años de 1582 a 1583 en inmediaciones del lago Titicaca, los indígenas de servicio venidos desde aquella comarca en compañía de los españoles y los naturales de esta tierra, empezaron a venerar e invocar dicha imagen (la DE LA PEÑA) con el título indígena de MAMA COPABANA; y la efigie histórica de CABRERA (DE LA PEÑA) entronizada en nuestra Iglesia Mayor, la Catedral, hasta fines del siglo XVIII (1790) en que fue sustituida (en el altar) por la de Nuestra Señora de las Nieves, se vio saludada (la DE LA PEÑA) por españoles e indios, con el título de Copabana.

El Padre GRENÓN, historiador de Córdoba, analiza su destino final y el paralelismo existente entre la Veneranda y su devoto CABRERA: “Así como el benemérito Fundador terminó siendo degollado por su malvado sucesor, y sigue siendo medio olvidada su memoria, homenaje y reconocimiento, su legado mariano fue desterrado de su trono canónico, de su protectorado, y relegado al arrinconamiento actual de un hogar…”( el de Don PEDRO SALAS y su esposa DALINDA M. WALSH, que vivían en la calle Duarte y Quirós 79). Era el año 1958.
Hoy día se encuentra fuera de la vista y conocimiento de los fieles; tiene su nicho en la antesala de la cripta de los obispos, lugar al que no está permitida la entrada a los fieles, completamente tapada por el hermoso monumento del Santísimo (del Sagrario), al lado izquierdo del Altar Mayor.
“El Fundador dispone que la Virgen Protectora sea la DE LA PEÑA DE FRANCIA y con ese nombre; y al poco tiempo se lo cambian por el de COPABANA. Dispone que ésta esté en el altar mayor; y la retiran a un altar lateral, el del Sagrario (a la izquierda); después la rebajan al otro lado, a la derecho; y después la esconden en un rincón del altar; luego la alojan en casa de familia, debiendo ir Ella en peregrinación a su propia Iglesia. Tenía que recibir los honores de Patrona (de Córdoba) el 8 de diciembre; y la desalojan de ese día para el 21 de noviembre. Paulatinamente la Virgencita ha quedado sin nada, sin altar, sin nicho, sin joyas”(Padre PEDRO GRENON S. J. “La Virgen de Cabrera, Patrona de Córdoba, 1958). “La familia que custodiaba la Virgencita de Cabrera tenía expuesto al lado del nicho una carta-comunicado de Monseñor Pablo Cabrera, que interpelado, afirma que la que ellos guardan y veneran, es la de la Fundación de Córdoba, la de la Capellanía”.

Se han hallado multitud de imágines escondidas en lugares abruptos durante el dominio rojo (de los moros, siglo XIII). Los cristianos de los religiosísimos pueblos españoles huyeron de sus casas, abandonaron sus hogares y se escondieron en terrenos escarpados e inhóspitos entre las duras peñas de las montañas más elevadas e inaccesibles. Llevaban consigo lo más querido: el Cristo de la Parroquia, los santos del lugar, la Virgen Patrona del pueblo, objetos todos ellos enterrados en la montaña, antes de sufrir la muerte por la impiedad sarracena o los árabes o los moros, que permanecieron ocultos durante años y siglos, hasta qie milagrosamente fueron descubiertos.

(Fray FELIPE CASTRO O. P. - Reseña y Novena de NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA DE FRANCIA, 1948

Diario Pampero nº 95 Cordubensis
Instituto Emerita Urbanus

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martes, 23 de septiembre de 2008

Reflexión: Ser sacrificado, ser fuerte, no desesperar

Todo será posible en la reconquista si no desesperamos, pues DIOS quiere que lleguemos.

Que nuestros principios católicos no se debiliten con los años, que el heroísmo no ceda su lugar a la resignación pura. La crisis de la Iglesia, que se eterniza podría desanimar hasta los mejores… y lo deploramos. Sin embargo, no es momento para bajar los brazos, ni el tono de la voz. Por el contrariado, es tiempo de redoblar la energía y el coraje criollo y sobrenatural para mantenerse firmes en fe, como sostenía SAN ATANASIO, por el asedio de los arrianos.
DIOS NUESTRO SEÑOR ES EL MAESTRO DE LA HISTORIA, y por eso ningún motivo puede hacernos perder confianza. El poder del enemigo a veces nos desanima, pero no olvidemos que DIOS nos guía.

La guerra de reconquista, como las Invasiones Inglesas de 1806-1807, no sólo es combate, es sobre todo una larga continuación, a veces agotadora, otras cansadora, de renunciamiento silencioso, de sacrificios cotidianos que se notan.
No desesperemos de llegar a nuestra verdadera patria, pues DIOS quiere que lleguemos. Que nadie desespere, pero que uno tenga demasiada confianza. Desesperarse es un mal y también es malo contar demasiado solamente consigo mismo.
No hay ejército que sin unidad de mando ni disciplina, pueda obtener la victoria, y ni siquiera subsistir. Se fundirá rápidamente y seguramente irá hacia su ruina. Nosotros somos, humildemente lo decimos, las tropas de élite de la Iglesia. En medio de todas las penas, de todas las dificultades y de todos los peligros, las persecuciones solapadas y acciones directas, siempre en la avanzada de los combates del SEÑOR, nunca debemos perder la confianza ni el ánimo.

Por esto, no nos dejen abatir por las pruebas, los peligros, las persecuciones solapadas o directas. Un soldado – y todos somos soldados de CRISTO por la Confirmación – no deben temer las pruebas porque tiene a DIOS, a la Santísima Virgen y a toda la corte celestial lista para ayudarlo a ganar la batalla.
Una vez más, no permitan que los venza la laxitud. Es necesario luchar y por encima de todo no desanimarse cuando se nos dice que el enemigo rodea la ciudad católica de DIOS, con caballeros y carros de combate. Que jamás el desánimo, la laxitud o el espíritu de confort los desanimen; pongan atención estas enérgicas palabras del Papa URBANO II, del año 1024, en la plenitud del cristiandad: “SOLDADOS DE DIOS, SAQUEN LA ESPADA Y GOLPEEN VALIENTEMENTE A LOS ENEMIGOS DE JERUSALÉN. DIOS LO QUIERE”. (DEUS VULT).

Hasta nuestro último suspiro tendremos que luchar: contra nosotros, contra todo lo que a nuestro alrededor, respira Satanás. No tenemos que deponer las armas, ni desmantelar las fortalezas, ni destruir los bastiones. Aún sólo contra todos, si luchamos por la VERDAD, no abandonaremos el combate. “EL FUEGO PIDE UNA CONDUCTA DE FUEGO”, (ANZOÁTEGUI, I. Escritos y discursos a la Falange, Ed, Santiago Ápostol, pág. 32), y cuando todo parezca perdido, será momento de iniciar el último asalto.

Diario Pampero nº 85
Instituto Eremita Urbanus


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domingo, 21 de septiembre de 2008

La victoria de la Iglesia


(Sueño 77º, tomo IX, págs. 999-1000)

Era una noche oscura, los hombres no podían distinguir el camino a seguir para regresar a sus pueblos a sus pueblos, cuando apareció en el cielo una espléndida luz que iluminaba los pasos de los caminantes como si fuese mediodía. En aquel instante apareció una inmensa multitud de hombres, de mujeres, de ancianos, de niños, de monjes, de monjas y sacerdotes que, llevando a la cabeza al Pontífice, salían del Vaticano disponiéndose para la marcha procesionalmente.

Más he aquí que un furioso temporal entenebrece el ambiente como si se entablase un a lucha entre la luz y las tinieblas.
Entretanto, la inmensa comitiva llega a una plaza cubierta de muertos y heridos; muchos de estos pedían auxilio en voz alta.
Las filas que formaban la procesión se redujeron bastante. Después de haber caminado por un espacio de tiempo correspondiente a doscientas salidas del sol, todos se dieron cuenta de que no estaban ya en Roma. El desaliento fue general y cada uno fue a agruparse alrededor del Pontífice para defender su augusta persona y asistirlo en sus necesidades.

En aquel momento aparecieron dos ángeles que llevaban un estandarte, fueron a presentarlo al Vicario de Cristo, diciendo: - Recibe el estandarte de Áquel que combate y dispersa los más aguerridos ejércitos de la tierra. Tus enemigos han desaparecido, tus hijos imploran tu retorno con lágrimas y suspiros.

Fijando la mirada en el estandarte se veía escrito por una parte:
REGINA SINE LABE CONCEPTA y por la otra: AUXILIUM CHRISTINORUM.

El Pontífice tomó con alegría el estandarte, pero al contemplar el número de los de los que se habían quedado a su alrededor, que era reducidísimo, se sintió lleno de aflicción.

Los ángeles añadieron:

- Ve inmediatamente a consolar a tus hijos. Escribe a tus hermanos dispersos por las diferentes partes del mundo que es necesaria una reforma en las costumbres de los hombres. Esto no se puede conseguir sino repartiendo entre los pueblos el Pan de la Divina Palabra. Catequiza a los niños; predica el desapego de las cosas de la tierra. Ha llegado el tiempo – concluyeron los ángeles – en que los pobres serán evangelizadores de los pueblos. Los sacerdotes serán buscados entre el azadón, la pala y el martillo, a fin de que se cumplían las palabras de DAVID: “DIOS levantó al pobre de la tierra para colocarlo en el trono de los príncipes de su pueblo”.
- Oído esto, el Pontífice comenzó a caminar y la procesión fue en aumento. Cuando llegó a la Ciudad Santa comenzó a llorar al ver la desolación en que estaban sumidos sus ciudadanos, muchos de los cuales habían desaparecido.
- Entrando después en San Pedro, entonó el Te Deum, al cual respondió un coro de ángeles cantando:
- “GLORIA IN EXCELSIS DEO, ET IN TERRA PAX HOMINIBUS BONAE VOLUNTATIS”.
- Terminado el canto, cesó la oscuridad por completo, luciendo un sol esplendoroso.

Las ciudades y los pueblos y los campos habían disminuido de población; la tierra se hallaba arrasada como por un huracán, por una tormenta de agua y de granizo y las gentes iban al encuentro unas de otras diciendo conmovidas:

¡EST DEUS IN ISRAEL!

Desde el comienzo del exilio hasta el canto del Te Deum el sol se levantó doscientas veces. Todo el tiempo que transcurrió mientras sucedían estas cosas corresoponde a cuatrocientas salidas del sol.

(Extractos del libro “Sueños de Don Bosco”).

Editó Gabriel Pautasso
Diario Pampero nº 66 Cordubensis
Instituto Ererita Urbanus
Córdoba del 21 de septiembre de Penthecostés de 2008, en la festividad de Santo Mateo Evangelista. Sopla el Pampero.
LAUS DEO TRINITARIO.

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Ultraje a Su Santidad Pío XII

¿Por qué PAUL RASSINIER, ateo, y para quien el Papa no es más alta instancia moral de la Tierra”, se ha interesado por “El Vicario”? Porque detesta la mentira y es pacifista.

Los enemigos declarados de Jesucristo – masones, fuerzas procomunistas y algunos círculos judíos , de la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana, se han ensañado con el Papa PÍO XII – quien en los últimos años de su vida debió y sobrellevar la persecución de la Iglesia del Silencio, como se puede observar en su estatua en San Pedro, el espíritu sufrido y silencioso del gran Pontífice: sus ojos están representados por el marco delicado de sus anteojos; las cuencas están vacías de tanto padecer y aceptar las pruebas de la Providencia – que no encontró la fuerza espiritual al final de su papado, como era su intención, para convocar un concilio ecuménico.
Más sí lo hizo sucesor, el Beato JUAN XXIII, que a través de su muerte, el 25 de enero de 1959, anunció el Concilio Vaticano II, con la siguiente expresión: “una flor espontánea de una primavera inesperada”.
A cinco meses de la muerte de PÍO XII (Sumo Pontífice desde 1939 hasta 1958), en diciembre de 1963 se inició el ataque a su pontificado, obra y memoria, a raíz del estreno de la pieza del estreno de la pieza teatral “El Vicario”, en París, del dramaturgo alemán ROLF HOCHHUTH, que con argumentos falaces lo acusa lo acusa de su relativo “silencio” y lo difama de haberse desentendido de la suerte de los judíos en los campos de concentración nazis; y, a pesar del carácter falso y perverso de su contenido, tuvo el éxito de los best Sellers, y su ascendencia no sólo se manifestado entre los sectores afines a esa tendencia, sino que penetró ente los católicos y, lo que es más grave, en la propia Iglesia.
¿Por qué PAUL RASSINIER, ateo, y para quien el Papa no es más alta instancia moral de la Tierra”, se ha interesado por “El Vicario”? Porque detesta la mentira y es pacifista. PAUL RASSINIER, que uno de los fundadores del movimiento de resistencia “Libe-Nord”, procede del partido socialista y del pacifismo. Detenido por la Gestapo el 30 de octubre de 1943, es deportado a Buchewald y después a Dora. De regreso a Francia, inválido en un 100%, se consagra a la historia y publica, especialmente sobre la Segunda Guerra Mundial y los crímenes de guerra, estudios notorios como La mentira de Ulises y El Drama de los judíos europeos. Como pacifista, RASSINIER se felicite de ver que los Papas y especialmente PÍO XII se consagran a la defensa de la Paz, contra todos los partidismos y todas las propagandas. Así la tentativa de El Vicario para presentar a PÍO XII como testigo silencioso e incluso partidario vergonzoso del nazismo levanta la indignación de RASSINIER. Se entrega a una encuesta minuciosa mediante la cual demuestra la debilidad de los testimonios sobre los que apoya El Vicario, en particular – pìeza capital en el corazón del debate – el del S. S. GERSTEIN, desaparecido misteriosamente al fin de la guerra. Con la ayuda de una documentación sólida, PAUL RASSINIER descubre la iniquidad de una acusación cuyo verdadero objetivo es una operación política: por una inversión de responsabilidades se atribuye a PÍO XII el crimen de haber favorecido al nazismo que él ha condenado, mientras que en el clan de los acusadores, hay muchos que a HITLER en su acceso al poder.
El ataque persiste el 4 de junio de 2000 (diario La Prensa), con la biografía apócrifa del pseudo católico JOHN CORNWELL, cuyo libro “El Papa de HITLER” – un verdadero insulto al luminoso Vicario, de feliz memoria y prístino espíritu – está plagado de falacias e inexactitudes, constituyendo un descabellado revisionismo histórico de hechos del pasado, ya carecen de veracidad, ya son opiniones extraídas del archivo del Vaticano con criterio “ex post facto”. PÍO XII – según el testimonio del mismo PÍO XI – redactor de la encíclica “Mit brennender sorge”, con que en 1937 la Iglesia condenó al nacionalsocialismo, su totalitarismo y su racismo.
Para desbaratar la sarta de necedades de los mixtificadores de la verdad, enemigos de Jesucristo (recordemos que Israel solicitó que se postergue por 50 años el proceso por la beatificación de PÍO XII, según noticias del 5 de mayo de 2000) -, nos bastarán los siguientes testimonios de la comunidad judía, a través de los años.
El doctor NATHAN, de la Comisión Hebraica Italiana, declaró en 1945: “Antes que nada, le damos las gracias al Sumo Pontífice y los religiosos que , llevando a cabo las órdenes del Santo Padre, reconocieron a los perseguidos como a sus hermanos y con su esfuerzo y abnegación se apresuraron a ayudarnos, sin tener en cuenta los terribles peligros a los que se exponían”.
LEO KUBOWITZKI, secretario general del Congreso Judío Mundial, también en el año 1945 le hizo llegar al Papa “en nombre de la unión de las comunidades israelitas, un caluroso agradecimiento por los esfuerzos de la Iglesia durante la guerra”.
GOLDA MEIER, ministra de Asuntos Exteriores de Israel, al morir PÍO XII, escribió: “Nos unimos al dolor de la humanidad. Cuando el espantoso martirio afectó a nuestro pueblo, la voz del Papa selevantó en nombre de las víctimas. Lloremos a un gran servidor de la paz”.
El Gran Rabino de Roma, ISRAELE ZOLLI, impresionado por la grandeza y el heroísmo de PÍO XII, se convirtió tras de la guerra, y al bautizarse adoptó el nombre del Papa (EUGENIO por EUGENIO PACELLI). ¿Se puede imaginar que la mayor personalidad judía al catolicismo si PÍO XII hubiera sido cómplice – aunque sólo fuera por su “silencio” – de la “Shoa”? ZOLLI declaró: “La esplendorosa caridad del PAPA, que se inclinó a todas las miserias engendradas por la guerra, y su bondad por mis correligionarios en dificultades, fueron para mí el huracán que barrió los escrúpulos que yo tenía para hacerme católico”.
PINCHAS LAPIDE, cónsul de Israel en Milán después de la Segunda Guerra Mundial, declaró ante el corresponsal del diario “Le Monde” en 1963: “Puedo afirmar que el Papa personalmente, la Santa Sede, los nuncios y toda la Iglesia católica, han salvado de una muerte segura a entre 150 y 400.000 judíos (…) Me cuesta mucho comprender que ahora se ataque a PÍO XII, cuando durante años aquí se lo ha homenajeado (…)”. En 1967, después de varias encuestas, se llegó a la cifra de los 860.000 judíos salvados gracias a PÍO XII (cfr. M. ALEXIS CURVERS: “Pío XII, el Papa ultrajado”, Luis de Caralt, Barcelona, 1965).
El testimonio de ALBERT EINSTEIN es notable: “La Iglesia católica ha sido la única que levantó la voz contra el asalto de Hitler contra la libertad. Hasta esta época la Iglesia no me había llamado nunca la atención, pero hoy expreso mi gran admiración y mi profundo acuerdo con esta Iglesia que ha sido, la única, que ha tenido el inquebrantable valor de luchar por todas las libertades morales y espirituales” (Cfr. Roche y Saint Germain, “Pio XII ante la historia”).
M. ALEXIS CURVERS precisa que PÍO XII DENUNCIÓ DESDE FINALES DE 1942 las medidas de exterminio” contra los judíos sobre las que había alertado al embajador de los Estados Unidos ante la Santa Sede. “Habló varias veces, y hasta el final de la guerra fue el único hombre en el mundo que se atrevió a hablar de este tema. Todos los demás callaron, incluso los que podrían haber hablado impunemente” (dijo que, en Francia, DE GAULLE no pronunció nunca una palabra referente a la desgracia de los judíos; lo mismo se dijo de CHURCHILL, ROOSEVELT, etc.). En 1939, PÍO XII publicó su encíclica Summi Pontificatus:”igualdad de naturaleza razonable en todos los hombres, pues Dios hizo surgir de un mismo tronco a toda la descendencia humana… No hay ni griegos ni judíos…”
M. ALEXIS CURVERS reseña que su primera que en el Boletín del Ateneo Israelita de Bruselas, en junio de 1963, la señora EDITH MUTZ, entre otros conceptos, informa que el doctor SAFRAN, Gran Rabino de Rumania, declaró que durante la guerra, PÍO XII “salvó a los judíos (LOS NAZIS aseveran que PÍO XII era más que judío) del desastre a la hora en que su deportación de Rumania estaba decidida”; y que “la verdadera razón del relativo silencio de PÍO XII no fue sino el de no agravar el caso de aquellos que se encontraban en los campos de concentración”. Y que, además, PÍO XIILOGRÓ EL CESE DE LAS DEPORTACIONES DE JIDÍOS ESLOVACOS; CÓMO SALVÓ A LOS JUDÍOS DE YUGOESLAVIA; COMO DETUVO LA DEPORTACIÓN DE JUDÍOS DE HUNGRIA Y DE BULGARIA.
Recordemos que en el mes de julio pasado, una comisión de historiadores católicos y judíos suspendió el estudio del rol del Papa PÍO XII durante el holocausto, ante la presunta negativa del Vaticano de abrir sus archivos secretos. Empero, la respuesta vaticana, por intermedio del Padre PETER GUMPEL, jesuita alemán que recopila documentos en apoyo de la beatificación de PÍO XII, DICE QUE SE REUNIÓ CON EL GRUPO, respondió a sus preguntas y ofreció más respuestas para otra sesión. Aseguró que algunos miembros judíos de la comisión, “públicamente habían propagado la sospecha” de que la Santa Sede trataba de ocultar documentos. El padre GUMPEL defendió a PÍO XII, diciendo que el material a disposición de los historiadores evidencia que el Papa “hizo todos los esfuerzos posibles para salvar vidas sin distinción”(La Prensa, 8 de agosto de 2001).
“La historia confirma que las decisiones del Papa PÍO XII con respecto a los judíos eran justas y que su actitud era la única posible…” (declaraciones de Monseñor JOSÉ SARAIVA MARTINS, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, publicado por La Prensa del 18 de diciembre de 1999.
PÍO XII es el último gran Papa que, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), le tocó dirigir la Iglesia Católica, siendo protector y salvador de los judíos, defensor la tradición, de la única y verdadera Misa Tridentina, manteniéndola libre de ideologías, idolatrías, falsos teólogos, apóstatas y anticristos, y que además combatió al comunismo ateo, “intrínsecamente perverso”, calificativo PÍO XI.

Ruego a Dios que el proceso para la beatificación y canonización de PÍO XII, el Papa sacrificado, sufriente, fiel, noble y santo, que brilló con luz propia como el Beato PÍO IX y SAN PÍO X, CONTINUE PARA LA ALEGRÍA Y FORTALECIMIENTO DE LA FE DE LA GREY CATÓLICA, PARA QUE SE REUNA EN CRISTO, SE SALVEN LOS ERRORES DOCTRINARIOS Y TEOLÓGICOS DEL CONCILIO VATICANO II, PARA LA VICTORIA DE LA SANTA IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA ROMANA y EL TRIUNFO DEL SAGRADO CORAZÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO y del INMACULADO CORAZÓN DE MARIA. ASI SEA.

… en expiación por la incredulidad del pueblo judío y para que el Señor sea acogido por los suyos y venga su REINO EN LA GLORIA.

ADDENDA 1:

FICHA TEXTUAL DE: Pinchas Lapide, “Los tres últimos papas y los judíos”, trad. Jesús Pardo de Santayana, Ed. Taurus, Madrid, 1969, original en 1967, Holanda, 375 pp. V. El Papa Pío XII: pp. 145 a 320.
PINCHAS E. LAPIDE, canadiense de nacimiento, e israelí por propia decisión, replica el ambiente creado por HOCHHUT, en su divulgada obra teatral Der Stellevertreter, con el estudio de una realidad histórica, que muestra la actividad l actividad de la Iglesia Católica en defensa de los judíos y que resume afirmando: “PÍO XII salvó más judíos que todos los políticos del mundo occidental juntos”.
…En febrero de 1939, tanto la prensa alemana como la italiana llevaron a cabo una vigorosa campaña contra la elección de PACELLI. Para influir por lo menos en los cardenales alemanes la publicación nazi Das Reich escribió: “Pío XI era medio judío, porque su madre fue una judía holandesa, pero el Cardenal Pacelli es judío entero”. Varios periódicos oficiosos llegaron hasta el punto de citar los nombres de los “papabili” que serían aceptables desde su punto de vista, pero los cardenales no recogieron la onda. El día después de la elección el Berliner Morgenpost escribió: “La elección de PACELLI no es favorablemente recibida en Alemania, ya siempre se ha mostrado hostil al Nacionalsocialismo·. El Frankfurter Zeitung del 3 de marzo de 1939 escribió: “muchos de los discursos (de Pacelli) han puesto bien en claro que no seda completa cuenta de los motivos políticos e ideológicos que han comenzado su marcha victoriosa en Alemania”.
Unas pocas semanas después de la elección de Pacelli, EL Servicio Secreto Superior de Seguridad del Reich dedicaba tres páginas de su primer informe trimestral de 1939 (“Muy secreto”) al nuevo Papa. En él leemos:
“Pacelli llamó la atención con sus ataques contra el Nacionalsocialismo cuando fue Cardenal Secretario de Estado, y esto le ganó la simpatía de los demás estados democráticos durante las elecciones papales.. el presidente Roosevelt dijo en su telegrama de felicitación: “Con gran alegría me entero de su elección al papado. Recuerdo con gran placer nuestra última conversación durante su estancia en los Estados Unidos”.
“Hasta que punto Pacelli ES UN ALIADO DE LAS DEMOCRACIAS, ouede verse sobre todo leyendo la prensa francesa; L´Humanité escribe de él, entre otros cosas:
“Veinte días después de la muerte de Pío XI es elegido el nuevo Papa. Habiendo adoptado del nombre del difunto, ¿no continuará la obra del hombre cuyo secretario de Estado ha sido en estos últimos años? En cuestiones de locura racistas, en lo que se refiere a las persecuciones nazis y a los ataques fascistas contra la libertad de conciencia y la dignidad humana, el Papa y el Cardenal Pacelli eran uña y carne…”
“También en Inglaterra se considera a Pacelli como un aliado de la política democrática y se espera obtener su apoyo “en la lucha ideológica contra las potencias fascistas”…En los círculos eclesiásticos alemanes la elección de Pacelli AL PAPADO FUE RECIBIDA con unánime jubilo… su elección es considera como la más afortunada solución para la Iglesia católica, ya que se tiene por más hábil (que Pío XI) en la elección de las armas para la batalla y, por tanto, por un enemigo más temible de todas las ideológicas extraeclesiásticas…”.
… Tuvo también que haber reflexionado sobre el curioso hecho de que seis partidos y organizaciones antisemitas habían escogido una cruz por emblema, mientras que otros tres fueron fundados por sacerdotes católicos. Veamos: la cruz gamada (la swastika) de Hitler; la “cruz de flechas”, del fascismo húngaro; la cruz de fuego (Choix de feu) francesa, cuyo dirigente dijo: “Mejor Hitler que el judío Blum”; la cruz de San Miguel, de la legión Rumana de San Miguel, de la que la Enciclopedia Británica dice: “Se mostraba insaciable de antisemitismo endémico…sacerdotes, estudiantes y oficiales corrían a adherirse a ella… más tarde pasó a llamarse la “Guardia de Hierro”; las cruces blancas del partido socialismo cristiano de Karl Lueger, en Austria; la “cruz tonante” fascista (perkreust) de Letonia; y la cruz llameante del Ku Klu Klan, cuyo Gran Dragón del Klan de Pennsilvania dijo el 20 de noviembre de 1965: “Cuando llegue el caos pasarán aquí cosas como las que pasaron en Alemania y entonces ¡Dios ayude a los judíos! El padre Andrei Hlinka, sucedido por el por el padre Tisso, fundó el Partido Antisemita de Eslovaquia; el padre Augustine Volosyn hizo lo mismo en Rutenia y monseñor Anton Korosec en Yugoslavia.
Prácticamente, todos los dictadores de su tiempo habían nacido y fueron educados dentro de la Iglesia: Hitler, Pilsudski, Horthy, Dollfuss, Franco, Degrelle, Pétain, Mussolini, Pavelich, Salazar y Tisso; todos ellos eran jefes de regímenes tan autoritarios en su estructura y temperamento como la Iglesia católica.
San Agustín dijo que en determinadas circunstancias los discípulos de Jesucristo tenían que estar dispuestos a llegar a un acuerdo con el sistema político más execrable (“flagiosissima res publica”). Este fue el conflicto que PÍO XII tuvo que afrontar y resolver desde el primer día de su pontificado. Mientras los valores tradicionales se desmoronaban por todas partes él fue buscando cuidadosamente un camino un camino durante seis largos años entre los preceptos de Jesús y los de San Agustín.
Pero todos sus conflictos y controversias se vuelven insignificantes en comparación con el telón de fondo del holocausto. La cuestión crucial era entonces y sigue siendo ahora, ésta: ¿qué hizo y qué no hizo PÍO XII por los judíos durante los sangrientos años de genocidio que ha presenciado la humanidad?
“Preferimos recordar lo que hizo el difunto Papa por el pueblo judío”, dijo el rabino principal de Roma en 1964, cuando la tormenta en torno al drama de HOCHHUTH llegó a su auge, “y no pensar en lo que dejó de hacer”.

LO QUE NO HIZO PÍO XII


Sin embargo, lo principal de que se puede acusar póstumamente a PÍO XII es el “silencio”, la falta de una protesta apasionada contra el asesinato en masa; una llamada pública a la conciencia humana, que, según se dice ahora, hubiera debido ser hecha con objeto de impedir, o por lo menos reducir, el número de víctimas del holocausto hitleriano.
“Nosotros, los católicos franceses, cuyo honor ha sido ciertamente salvado por el heroísmo y la caridad extendida a los judíos perseguidos por tantos obispos, sacerdotes, monjas y frailes, pero que nunca hemos tenido el consuelo de oír al sucesor de Pedro el galileo condenar la crucifixión de estos innumerables “hermanos del Señor” sin ambages, con palabras claras y sin alusiones diplomáticas…” Esto ha sido escrito por FRANÇOIS MAURIAC, el famoso escritor católico, el cual, sin embargo, añade que el silencio del Papa fu “un terrible deber”. Y ALBERT CAMUS, ateo confeso, está de acuerdo:
“Durante esa época de terror, aguardé mucho tiempo a que en Roma se levantase una voz estentórea. ¿Yo el ateo? Sí, ciertamente, y precisamente por eso, porque sé que el espíritu resultaría derrotado si frente a una potencia malvada no se pronunciase la protesta condenatoria. Se dice que tal protesta sonó, pero yo juro que millones de personas, como yo, no la hemos oído”.

HOCHHUTH, PROTESTANTE, VA MÁS LEJOS; EN EL CUARTO ACTO DE SU DRAMA EL VICARIO HACE DECIR ESTO A SU PERSONAJE EL PADRE RICARDO:
“UN VICARIO DE CRISTO QUE SE VE ESTO (LA DEPORTACIÓN DE JUDÍOS) BAJO SU VENTANA Y GUARDA SILENCIO POR RAZONES DE ESTADO…TAL PAPA ES UN ASESINO”.

Su Testamento, publicado en 1958, comienza con este ruego: “¡Seme benigno, oh Dios, según tu misericordia! Estas palabras pronuncie yo cuando acepte, con manos temblorosas, mi elección como Sumo Pontífice, consciente de no merecer tan alto puesto y no estar a la altura de la tarea que me esperaba. Con tanto más motivo las repito ahora cuando me doy cuenta de los defectos, fallos y faltas que he cometido… durante una época tan grave, que ha hecho patente a mis ojos mi falta de capacidad y mi indignidad. Humildemente pido perdón a todos a quienes pueda haber ofendido, perjudicado o escandalizado”.

Diario Pampero nº 82 Cordubensis
Instituto Eremita Urbanus
, 19 DE SEPTIEMBRE de Penthecostés del Año del Señor de 2008, fiesta de Nuestra Señora de la Salette

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sábado, 20 de septiembre de 2008

Renovación y Progresismo en la Iglesia

El Progresismo o personalismo, prohíbe al cristiano actuar como tal en el plano político, y sólo lo tolera – en contradicción con las claras enseñanzas pontificias – una actuación político-naturalista en que se asegure la no influencia de la Iglesia en el plano de las instituciones temporales.

Por Fray Alberto García Vieyra OP

El cristiano debe santificarse y santificar desde dentro la sociedad, tener una influencia intrínseca en el mundo que lo rodea. Ser un perfecto obrero, técnico, profesional; tener responsabilidad y prestigio en el medio ambiente en que le toca vivir. Todo esto lo requiere la vida de la Iglesia, y la fecundidad del mismo apostolado. Lo que no entendemos es por qué este católico ha de optar, en el orden social, por el marxismo u otra forma de naturalismo político o educativo. Sin embargo, este pertenece al programa de acción político-social del Progresismo.
El cristiano puede sencillamente no actuar en el plano de las instituciones o de la política. Esto es otra cosa. Pero el Progresismo o personalismo, prohíbe al cristiano actuar como tal en el plano político, y sólo lo tolera – en contradicción con las claras enseñanzas pontificias – una actuación político-naturalista en que se asegure la no influencia de la Iglesia en el plano de las instituciones temporales. Más aún: el progresismo, por su filosofía personalista, polemiza violentamente contra el Estado católico (España, Portugal, etc.,) y contra las instituciones católicas; aboga positivamente por el naturalismo social-político para guardar los derechos de la ciudad pluralista.
La mentalidad social y política de los católicos progresistas no puede entenderse si no es a través de la violenta polémica “antitotalitaria”, primero contra el fascismo, después contra la concepción misma del Estado católico. De la polémica ha quedado, en el plano sociológico, el temor de los católicos, cohibidos por el temor de ser tachados como totalitarios (o fundamentalistas), integristas, o clericales; cohibidos por el asedio de la inmensa campaña difamatoria de prensa contra España y la organización del Estado español; (hoy España goza de una relativamente buena prensa mundial que nos hace dudar si sigue manteniendo los valores católicos como antes); la única opción política permitida al católico fue de colaborador del marxismo. En esa línea todas las puertas le están abiertas.
Otra consecuencia del catolicismo personalista es la inhibición para oponerse a los enemigos de la fe. A la inacción práctica agrégase la inacción teórica; exígesele no tomar ninguna actitud contra el error, porque el error y la herejía se han vuelto “respetables”. La dignidad de la persona humana exige una liturgia propia, y aun las herejías y errores deben recibir el humo del incienso. El católico no es reconocido lo suficientemente antitotalitario hasta que no se haya postrado ante la diosa LIBERTAD, último fin del hombre, y hasta que no haya estrechado vínculos suficientemente fuertes con el marxismo, liberalismo o comunismo.

II . La influencia del Progresismo, como liberalismo, personalismo ético, historicismo, déjase sentir, más o menos, en todas partes.

Es una concepción de la vida que mata al cristiano, en el ambiente de un neopelaginismo burgés, económico y confortable, poblado de “valores” espirituales y de intenciones cristianas, sin apearse jamás del culto del Hombre y de la persona humana. Repetimos que la mentalidad progresista ha llegado a paralizar las iniciativas formalmente apostólicas en el mundo de hoy. No nos equivocamos al decir que muchos católicos han llegado a desconfiar de la Iglesia, dudan de la doctrina de la Iglesia, miran con simpatía errores y herejías que en grado mayor o menor les separan de la verdadera Iglesia. El Progresismo es una concepción que ha penetrado enn seminarios y casas de estudio, deformando la conciencia filosófica-teológica de los jóvenes seminaristas, llenándoles la cabeza de novelerías. Influye también en la catequesis – la catequesis – la catequesis del Mensaje – donde las verdades son algo “nocional”, y se busca lo “vivo” fuera del dogma. Influye en las doctrinas políticas, sociales y pedagógicas, fomentando los individualismos, haciendo ver autoritarismo y prepotencia en todo ejercicio de la autoridad, aun legítima.
El elemento doctrinal que influye es el personalismo ético y historicismo.
Voluntarismo en lo moral y empirismo historicista en lo especulativo. La consecuencia mas inmediatas y que influyen aun donde no se podría sospechar son: la disolución del principio de autoridad y de la vigencia normativa de la ley, y la disolución de las ciencias especulativas, universales y necesarias, que es donde el hombre aprende para qué vive y cómo vivir, por ejemplo, la metafísica y la teología.
Esto no queda solamente en el plano filosófico, sino que llega a lo teológico, procurando influir en el corazón de la Iglesia, y servir de norma a la actividad apostólica.
Esta influencia pretende que la Iglesia, dentro del Progresismo, no puede mandarme, no puede darme una norma de conducta, porque quedaría invalidada por la bondad de los actos de mi persona, buenos en sí porque ilícitos de mi libertad. La norma lo único que puede es comportarse como un intolerable absolutismo. Tal es error del Progresismo. El Progresista pide sancionar la libertad de cultos, establecer un cierto democratismo en la Iglesia, restringir la obediencia; la Iglesia debe renunciar prácticamente a la defensa de la verdad, a toda intervención frente a los errores; en fin, adaptarse plenamente al hombre moderno y al mundo. Lo que esta nueva doctrina pide a la Iglesia es renunciar a la verdad, renunciar a su misión de salvación. La Iglesia no puede nunca consentir ni en lo uno ni en el otro.
“En fin, así como JANNES y MAMBRES resistieron a MOISÉS, del mismo modo éstos resisten a la verdad, hombres de un corazón corrompido y réprobos en la fe. Mas no irán muy adelante, porque su necedad se hará patente a todos como se hizo la de aquellos”. (II Tim. III, 8-9).

III. Lo que denomina Progresismo es la hijuela del humanismo cristiano.

Confesionalmente no cristocéntrico, agotado y exhausto en la reiterada apología de la persona, movimiento confuso y diabólico de indulgencia hacia todos los errores contra la fe. No se trata de seguir el consejo de SAN AGUSTÍN de amar a las personas y aborrecer a los vicios. El vicio, el pecado contra la fe, es dulcificado y amortiguado; es necesario para poder mantener el “diálogo”. La herejía no es herejía, es otra opinión que debemos comprender; la palabra “comprender” significa que debemos tenerla por verdadera.
En este camino de comprensión, de diálogos y de benevolencia no existe ningún error, o los errores contra la fe son todos inculpables y sin categoría. Si todas las diferencias con los protestantes son litúrgicas o incomprensiones, no habría necesidad de ocuparse por la unión de la Iglesias. Si existe en el Concilio Vaticano II un Secretariado para la unión de las iglesias, quiere decir que es un problema grave de divergencias profundas que atañen a la misma esencia de la Fe.
Reiteramos nuestra fe en CRISTO JESÚS, y en la sola Iglesia de CRISTO Católica, Apostólica, Romana. Eso no nos impide desear vivamente que todos los hombres vengan a la verdadera Fe. Al señalar el mal que prosigue sin resistencias, terminemos con palabras de JUAN XXIII:
“TAMPOCO FALTAN LOS QUE SI BIEN NO IMPUGNAN DE PROPÓSITO LA VERDAD, ADOPTAN SIN EMBARGO ANTE ELLA UNA ACTITUD DE NEGLIGENCIA Y DE DESCUIDO, COMO SI DIOS NO LES HUBIERA DADO RAZÓN PARA BUSCARLA Y ENCONTRARLA. TAN REPROCHABLE MODO DE ACTUAR CONDUCE POR ESPONTÁNEO PROCESO A ESTA ABSURDA AFIRMACIÓN: TODAS LAS RELIGIONES TIENEN IGUAL VALOR, SIN DIFERENCIA ALGUNA ENTRE LO VERDADERO Y LO FALSO”. (Ad Petri Cathedram).

IV. La renovación de la Iglesia es un ideal expreso de los últimos Papas, y el objetivo principal del Concilio Vaticano II.

Hay un adagio escolástico que dice: “Quidquid recipitur per modum recipientes recipitur” (todo lo que es recibido en algo, está allí según el modo del recipiente).
En el asunto de la reforma de la Iglesia se cumple también exactamente este adagio escolástico.
El ideal o propósito de una reforma de las estructuras cristianas ha sido recibido; ha sido recibido en el mundo, pero según el modo de quienes lo recibían. Primero lo ha recibido el Papa, que ha explicado claramente lo que significa la reforma deseada de la Iglesia.
Pero lo ha recibido también el Comunismo (en su variante más accesible, o sea el progresismo), y ha elaborado su teoría de la reforma de la Iglesia.
En uno y otro caso se ha cumplido: recibido según el recibidor o recipiente. Tenemos entonces dos programas de reformas de la Iglesia: la del Papa y del sentido cristiano, para la vida y santidad de la Iglesia. La del Comunismo-Progresismo, pura enfermedad y muerte de la Iglesia.
Entre una y otra reforma hay un vacío inmenso. Para la Iglesia es un problema de reforma interior, vida de fe, de caridad, oración, unión con el Señor. Para el comunismo-progresismo es un problema de lucha de clases, promoción humana, revolución, resentimientos, de excluir los inconvenientes de la fe o de la vida religiosa, y llegar por estos medios al poder, al gobierno de los Estados. Es el apetito de poseer los reinos de la tierra, con que el demonio tentó al Señor en el desierto.
LA INTENSA PROPAGANDA DE PRENSA QUE POSEE EL COMUNISMO-PROGRESISMO ha hecho en muchos católicos su obra de “lavado del cerebro”. Ya no piensan prácticamente en el mundo religioso de la Iglesia, sino en el mundo promocional, disolvente y evolutivo del marxismo.

V: Debemos escuchar el llamado del Papa a la reforma interior.

Debemos hacer una reforma positiva con real y verdadera positividad. Dejarnos de humanismo, pluralismo, hermano separado, burocracia vaticana, obispo oligarca, etc.; dejarnos de promover el laicismo, la tecnocracia, la adoración del Hombre. Debemos ocuparnos de la fe, y la vida de las virtudes cristianas.
La renovación cristiana debe ser con signo positivo. Renunciar totalmente al catálogo de críticas contra la Iglesia. DEJAR LA RELIGIÓN DEL HOMBRE y VOLVER A JESUCRISTO.

Fr. Alberto García Vieyra O. P.

Revista "ROMA”, AÑO II, Buenos Aires, Septiembre de 1968, hace 40 años que se editó este número.

* * *

SANTIAGO DE LINIERS, antes de emprender la RECONQUISTA, ofreció a la Virgen del Rosario todas las banderas que tomase del invasor protestante-anglicano, y con su auxilio venció a uno de los generales más ilustres de Inglaterra.
En esta otra Reconquista – ciertamente más vasta que a la que nos referirnos, pues, como dijo el Papa PÍO XII, es “todo un mundo lo que hay REHACER desde sus cimientos”, (10/2/1952) – es nuevamente el Rosario nuestra arma principal. Es la oración enseñada por la Virgen Santísima a SANTO DOMINGO DE GUZMÁN, la debe ser rezada por los cristianos, ya que Ella misma lo pidió en Fátima. El Rosario venció a la herejía albigense, triunfo del Turco en Lepanto y aplastará a la serpiente de la Revolución anticristiana.

¡DIOS LO QUIERE, DIOS NOS DARÁ LA VICTORIA!

Nobles, discretos varones
Que gobernáis a Toledo,
En aquestos escalones
Desechad las ambiciones,
Codicias, amores, miedos.

Por las comunes provechos
Dejad los particulares.
Pues voz fizo Dios pilares
De tan altísimos techos,
ESTAD FIRMES Y DERECHOS.


Diario Pampero nº 91 Cordubensis Instituto Emerita Urbanus

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jueves, 18 de septiembre de 2008

Nuestra Señora de la Salette - 1846 – 19 DE Septiembre – 2008

“LA QUE LLORA”. Celle qui pleure (Notre Dame de la Salette).

El 19 de septiembre de 1846, la niña MELANIA CALVAT – pastora y luego religiosa bajo el nombre de Sor MARÍA DE LA CRUZ – testimonió haber recibido la visita de la VIRGEN SANTÍSIMA en la montaña de LA SALETTE.

El mensaje que entonces le habría revelado NUESTRA SEÑORA es, sin duda, uno de los más patéticos en la historia de las apariciones marianas Tal vez por ella ha sido, hasta hoy, uno de los más resistidos, ocultados y pospuestos al conocimiento de los fieles.

Va de suyo que no podemos ni debemos anteponer nuestro parecer a la prudencia de la Iglesia. Pero el 13 de diciembre de 1994, el Papa JUAN PABLO II, en su “Carta a los niños en el año de la familia”, nos instaba a contemplar y a imitar, entre otros, el ejemplo de MELANIA, como una prueba de que la Madre del Cielo tiene una alta predilección por los más pequeños y humildes. Y MÁS CONCRETA Y RECIENTEMENTE –EL 6 DE MAYO DE 1996 – decía el Sumo Pontífice que “esta conmemoración (de los 150 años de La Salette) puede ser rica en gracias; quiero asociarme a ella, en unión con los peregrinos que van venerar a la Madre de Dios…Las palabras de MARÍA en La Salette, por su sencillez y rigor, tienen una actualidad REAL”.

Y es entonces – ante este pedido pontificio y ante los ciento cincuenta de aquella estremecedora aparición – que nos parece piadoso reproducir el fragmento de una carta que con fecha 10 de julio de 1882 remitiera MELANIA CALVAT al abad LE BAILLIF. Es difícil sustraerse al tono dolorosísimamente premonitorio que encierran estas palabras. Pero es bueno conocerlas para quienes tengan poder de impedir los males, los impidan cuanto antes.

“La persecución contra Cristo y la Religión no me sorprende. No temo a los perseguidores de la Religión, no temo a los impíos, masones y ateos. Lo que temo, es la ausencia de Fe en la mayor parte del Clero. Se trata de la infidelidad a su vocación, a su sublime Misión… ¿Qué hace el Clero de nuestros días por luchar entre los torrentes de males que nos rodean, qué parte asume en la guerra que se hace contra Cristo…?

Nada; teme con un temor servil y su preocupación es cuidar sus bienes materiales, salvaguardar su honor, sus cargos, sus bienes.

El Secreto (revelado por la Virgen) – sólo propone la observancia de la Ley de Dios. Sólo se lamenta por la inobservancia de esta misma ley…Por otro lado, ¿no sabemos acaso que Nuestro Señor fue condenado, fue crucificado por los Sacerdotes…? Y hoy día de nuevo, sí, son los sacerdotes la causa de nuestros males, porque ellos no son fieles a su vocación”.

* Lectura recomendada: LEÓN BLOY, “LA QUE LLORA”, Editorial Mundo Moderno, Buenos Aires, 1949, (NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE)…Los niños memores de siete años serán presa de un estremecimiento y morirán entre las personas a cuyo cargo estén; los otros harán penitencia por el hombre.

…Las estaciones serán alteradas… Palabras de la Santa Virgen.

Editó Gabriel Pautasso
Diario Pampero nº 92 Cordubensis
Instituto Eremita Urbanus

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domingo, 14 de septiembre de 2008

Invención de la Cruz- 3 de Mayo, Exaltación de la Santa Cruz - 14 de Septiembre

¡O CRUX AVE!

Nuestro Señor nos rescató muriendo por nosotros en la Cruz; por eso la Cruz nos recuerda el gran misterio de la Redención; y la Iglesia, al instituir las dos fiestas de la Santa Cruz, ha querido excitarnos a una mayor gratitud y a un mayor amor hacia nuestro Divino Redentor.


La invención de la Santa Cruz

Habiendo el Emperador Constancio vencido a Majencio por virtud de la Cruz, “in hoc signo Vinces” y habiéndose, convertido, recibió el bautismo. Su piadosa madre, la emperatriz Santa Elena, fue a Jerusalén en el año 327, para venerar el sepulcro del Salvador y buscar y descubrir allí la Cruz en que había muerto. Ella derribó el ídolo de Venus, erigido por Adriano en el lugar sagrado, e hizo quitar los montones de piedras y de inmundicias acumuladas por los paganos. Logró así descubrir el Santo Sepulcro excavando en la roca y no lejos de él las tres cruces. Pero ninguna señal indicada en cuál y no lejos de las tres cruces. Pero ninguna señal indicaba en cuál había sido clavado Jesús, habiendo sido desclavada. La inscripción o título y enterrada en otra parte. Macario, patriarca de Jerusalén, recurrió a la oración, e hizo aplicar estas cruces sobre una mujer enferma, confiado en que un milagro manifestase la que se deseaba y que se debía venerar. Las dos primeras no produjeron efecto alguno; pero, al instante que la tercera tocó a la enferma, ésta quedó súbitamente curada. Santa Elena, radiante de júbilo, alegría y de felicidad, hizo construir en aquel mismo lugar una magnífica iglesia, donde dejó una parte notable de la verdadera Cruz; y envío la otra a Roma; a Constantino, quien, para recibir tan preciosa reliquia, construyó la basílica de Santa Cruz de Jerusalén.

La exaltación de la Santa Cruz.

Habiéndose apoderado de Jerusalén el rey de los persas, Cósroes, en 614, pasó la ciudad a sangre y fuego, y llevó cautivos al patriarca y a una muchedumbre de cristiano. También se llevó un gran botín, y entre ellos la reliquia sagrada de la verdadera Cruz, que Santa Elena había dejado en Jerusalén. Catorce años más tarde, en emperador de los persas en tres batallas, hizo que se restituyesen los prisioneros y la reliquia tan preciosa, que el mismo quiso llevar a Jerusalén, para dar gracias a Dios por su victoria. Llegado a la puerta de la ciudad, el Emperador Heraclio, revestido de sus insignias imperiales y llevando la venerable reliquia, fue detenido por una fuerza invisible. El patriarca le hizo notar que con tales ornamentos, no convenía llevar la Cruz que Jesucristo había llevado con tanta pobreza y humildad. Heraclio, renunciando entonces a aquel famoso faustoso aparato, tomó, un vestido común y, caminando. Con los pies descalzos, llevó sin dificultad la santa Cruz hasta el Calvario, de donde Cósroes la había quitado. Realizándose numerosos milagros, que consolaron al Emperador y a los fieles cristianos: este acontecimiento memorable es el que celebra la Iglesia en la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.

Veneración debida a la Santa Cruz.

La Iglesia honra la Santa Cruz porque fue el atar sagrado en que Nuestro Señor se inmoló y ofreció por nosotros; el instrumento bendito con el que consumó la obra de nuestra redención; el arma y la señal para siempre gloriosa de su victoria sobre el demonio. La Cruz fue toda empurpurada con su preciosa sangre; por eso las reliquias de esta sagrada madera, en virtud de su contacto con el mismo cuerpo de Jesús y de esta relación con nuestra redención, tienen derecho a un culto, a una veneración especial, mayor que la que se tributa a las reliquias de los Santos.
Sin embargo, el culto que tributamos a la Santa Cruz no se refiere, en modo alguno a la madera misma, sino a JESUCRISTO, que murió en ella por nuestra salvación. Adorando la Cruz, es al mismo JESUCRISTO a quien adoramos y damos gracias. Hay que decir de la verdadera Cruz lo que el Concilio de Trento declara en general de las imágines de Nuestro Señor, de la Santísima Virgen y de los Santos: “Per imagines quas osculamur, et coram quibus caput operimus ac procumbimus, Christum adoramos”. Esto es: “Es a Jesucristo a quien adoramos, besando sus imágines, descubriéndose y postrándonos ante ellas”.

Toda cruz recuerda la Cruz del Calvario. Por eso le agrada a la Iglesia dar a sus templos la forma de cruz; la cruz en lo alto de los edificios religiosos, en los ornamentos del sacerdote en el altar, en el mismo altar, en el sepulcro de los fieles; la lleva en las procesiones, y procura hacerla honrar en todas partes, hasta en las plazas públicas, a lo largo de los caminos, en todas las casas a fin de santificarlas, de hacernos recordar incesantemente el gran misterio del Gólgota y de excitar a todos los hombres a la gratitud y al amor a JESUCRISTO, muerto por nosotros en la Cruz.

La Cruz es honrada dondequiera se halla un cristiano. Antes era una señal de infamia, reservada a los hombres más criminales y más desalmados; después que Cristo fue clavado en ella, llegó a ser un símbolo de gloria y de bendición. Constantino, por respeto al Divino Crucificado, abolió el suplicio de la Cruz.
Estas dos fiestas de la Santa Cruz tienen por fin y por fruto recordarnos la Pasión de JESUCRISTO, reavivar en nosotros el recuerdo de sus tormentos y de la muerte ignominiosa que Nuestro Señor padeció a causa de nosotros.
Además, deben inspirarnos un odio más profundo al demonio y al pecado, una mayor vigilancia, un valor más grande para huir de las ocasiones peligrosas y para combatir nuestras malas pasiones.
Ellas deben también animarnos a seguir generosamente a Nuestro Señor a imitarle en todo. Si queremos ser sus discípulos, es preciso que, como los hijos del Zebedeo, estemos dispuestos a beber con Él su cáliz, es decir, a renunciarnos incesantemente, a llevar gustosos nuestras cruces y nuestras pruebas, por su amor.

¿Qué no han hecho los perseguidores, los herejes y los vándalos de todos los tiempos y de todos los países para proscribirla y destruirla a la Santa Cruz?
El mundo ha sido trastornado por causa de la Santa Cruz. Han pasado sus enemigos… otros pasarán todavía, y permanecerá la Santa Cruz… emblema de honor, de consuelo, de victoria y de salvación.

“IN HOC SIGNO VINCES”

¡CON ESTE SIGNO VENCEREMOS!

¡VIVA CRISTO REY!

Editó Gabriel Pautasso
Diario Pampero nº 96 Cordubensis

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viernes, 12 de septiembre de 2008

El profetismo de Helder Cámara

Por Ricardo de la Cierva.

Uno de los obispos del Tercer Mundo que más llamaron la atención en el Concilio es HELDER CÁMARA de Olinda- Recife, archidiócesis a la que accedió en1964 (F. Blazquez, Ideario de Helder Cámara, Salamanca, “Sígueme”, 1974). Anteriormente había formado en las filas del populismo (¿peronismo?) cuasifascista brasileño, como tantos posteriores “profetas” del marxismo. Se sintió inclinado al radicalismo social por el “Manifiesto por una civilización solidaria” del domínico LEBRET, uno de los precursores de la teología de la liberación. Se declaró muchas veces expresamente ajeno a los comunistas.

En el año 1966 se reunían en Brasil, convocados por Dom SCHERER – otro de los eclesiásticos de Brasil que vio claro desde el principio los peligros del liberalismo – los movimientos de Acción Católica. Un mes después, en Antonio Carlos, Minas Geraes, se celebraba, en medio de una agitación frenética, el XIV Congreso Nacional de la JUC. Al final de la reunión se envió una carta al cardenal ROSSI y a Dom SCHERER cuya conclusión más importante era este grito de rebeldía: “Por consiguiente no nos reconocemos más como Acción Católica o como cualquier otra forma de organización que se defina como extensión del apostolado jerárquico sino que nos hemos proponemos asumir nuestra misión cristiana, hombres del mundo, comprometidos en una vida teologal y en función de esta misión nuestro movimiento va a organizarse. En el interior de la diversidad de funciones continuamos unidos a la Jerarquía, en la comunión eclesial”, decían los rebeldes, cuando estaban consumando la ruptura. Dom SCHERER replica con el intento de que la JUC reconsidere su posición rebelde. Les recuerda que el Papa PÍO XI, en carta al cardenal LEME, definía precisamente a la Acción Católica como prolongación del apostolado jerárquico. En noviembre, el secretariado del Apostolado de los seglares comunica la disolución de la JUC y de la JEC. El movimiento trató de sobrevivir después de cortar su conexión con la jerarquía y en 1967, ya en vísperas de Medellín, celebró su primer congreso “de la ex JUC”. Ya se había publicado, el año anterior (31.VII.1966) el primer documento conjunto de los obispos del Tercer Mundo (solamente 17) encabezados por HELDER CÁMARA, en que definían a sus pueblos exactamente con las mismas palabras, que LENIN: les consideraba el proletariado actual. La X reunión ordinaria de la CELAN en Mar del Plata, celebrada en ese mismo año, vaciló entre desarrollismo y el liberacionismo, y resultó, en definitiva, una especie de aborte por la firme actitud tradicional de gran parte de los episcopados argentinos y brasileño. La reacción de los movimientos brasileños de Acción Católica después de su frustado congreso independiente fue la abierta recaída en la militancia de izquierdas contra el gobierno militar; en una palabra, como dice duramente ENRIQUE DUSSEL, pasaron a la clandestinidad. Esto no significa que el conjunto de la Iglesia de Brasil apoyase sin reservas al régimen militar; el año de 1967 registró continuos conflictos ente la Iglesia y el Estado, y a veces los obispos tradicionales, mientras se oponían al marxismo, criticaban también los excesos reaccionarios y protestaban contra la opresión a que estaban sometidos las capas más pobres del país.

En 1968 los restos organizados de la ex JUC se aventan. Militantes individuales, y por grupos, se incorporan a la lucha política, colaboran con los marxistas en el intento de captación del movimiento comunidades de base, objetivo que se ha logrado en parte, como demuestran estudios recientes (Ver Almir Ribeiro Guimaraes, Comunidades de base no Brasil, Vozes, Petrópolis, 1978). Este libro, netamente favorable al liberacionismo, reconoce al final que la salida natural de las comunidades de base es el movimiento liberacionista, es decir, la Iglesia Popular, pero también afirma, en 1978, que “No podemos decir que todas las comunidades brasileñas se hayan comprometido en el proceso de liberación”. La firme actuad de una parte del Episcopado brasileño ha contenido la caída de millones de católicos en el liberalismo; pero no ha logrado evitar la profunda división de la iglesia católica. El 11 de marzo de 1968 – ya estamos en el año de Medellín – Dom HELDER CÁMARA despliega toda su santa ingenuidad en una célebre conferencia en el Instituto Católico de Recife. “El socialismo puede ofrecer una mística de fraternidad universal y de esperanza incomparablemente más amplia que la mística estrecha que la mística estrecha de un materialismo histórico” dice, a la vez, que atribuye (sin que los marxistas lo hayan confirmado jamás fuera de las hermosas palabras) “la necesidad de revisar su concepto de religión”. Dom HELDER ha viajado a Europa para recobrar energías y siembre los caminos de Medellín con una cruzada: el “Movimiento de presión moral liberadora”. 350 sacerdotes de Brasil, de acuerdo con Dom HELDER, a sus obispos, una carta tremenda en que definen a su nación como “pueblo asesinado” (E. DUSSEL).
Pero la división episcopal, que se mantiene hasta hoy, se hizo muy viva en tiempos de MEDELLÍN. Monseñor PADÍN, antiguo consiliario de la JUC y preliberacionista, comparaba la actuación del gobierno brasileño con la de la Alemania nazi. Pero Monseñor SIGAUD, obispo de Diamantina, Monseñor ALMEIDA MORAES, obispo de Niteroi, y Monseñor CASTRO MAYER, obispo de Campos declaran conjuntamente contra el precursor y portavoz del liberacionismo JOSEPH COMBLIN que “los comunistas se han infiltrado en la jerarquía eclesiástica”. Doce obispos tradicionales – que en Brasil no quiere de ninguna manera decir simplemente reaccionarios – reciben el apoyo de una fuerte asociación católica “por la defensa de la tradición, la familia y la propiedad”. Pero Dom HELDER CÁMARA replica con la fundación, apoyada por treinta y dos obispos, de su “movimiento de presión moral y liberadora”. (E. Dussel).

La Conferencia de Medellín en 1968, fue, por manipulación a que fueron sometidas sus deliberaciones y conclusiones, el punto de arranque para la etapa definitiva del liberacionismo. Desde entonces los movimientos de liberación se abatieron con fuerza sobre Brasil, como sobre toda América. En mayo de 1969 (véase cordobazo, el 29) un grupo “incontrolado”, que se relacionaba seguramente con la policía, captura y asesina a un capellán de la ex JUC, secretario de Dom HELDER CÁMARA, en Recife; el padre ANTONIO HENRIQUE PEREIRA NETO. (el Mujica brasileño). La salvajada proporcionó un mártir a los movimientos liberacionistas en Brasil. (E. DUSSEL). El cardenal SALES denuncia la represión de los “escuadrones de la muerte”, policía paralela (como las Tres AAA) del régimen militar que en su lucha contra la subversión – que en muchos casos era subversión auténtica, aunque los brutales procedimientos no se justifican nunca (¿…?) - habían cometido más de un millar de asesinatos (o ¿ejecuciones?) según la denuncia del cardenal. PABLO VI condena públicamente en 1970 la represión en Brasil. El gobierno militar brasileño acusa varias veces al Episcopado de traición al Brasil y desprestigio contra la nación ¿…? 17 obispos del Nordeste, la región más conflictiva, corren peligro de ser juzgados ante un tribunal militar; la catástrofe no se consuma, afortunadamente.
El problema de la seguridad nacional en Brasil es que los movimientos de subversión – apoyados directa e indirectamente por los liberacionistas – eran realmente de carácter revolucionario y amenazaban a la nación, defendida por un régimen militar autoritario (¿…?) en clara conexión con los intereses anglosajones (Ver Braganza, TFP, Becar Varela, etc.). El poderoso aparato de la propaganda marxista en todo el mundo enmascarada la realidad de la subversión para fijarse exclusivamente en las atrocidades – reales - ¿? de la represión.
Por desgracia en el Brasil de entonces nadie pensaba en que existía una tercera vía ¿tercera posición? , tal vez porque no existía. He aquí, desnudamente, el problema más lacerante de Iberoamérica; para sacudirse los errores y las desventajas de un imperialismo, los “liberadores” impulsan a sus pueblos a caer en manos del imperialismo totalitario marxista. La tercera vía, teóricamente, es la democracia nacional en solidaridad con Occidente; ella se encaminan con enormes trabajos y sufrimientos los pueblos de América, no sin fracasos dramáticos como el del populismo brasileño, o la Democracia Cristiana en Chile anterior a ALLLENDE GOSSENS, o el peronismo y el radicalismo en la Argentina. ¿…?

Disueltos y dispersos los movimientos especializados de la Acción Católica brasileña en vísperas de Medellín, el Episcopado intentó una y otra vez rehacerlos de forma más segura, mediante un nuevo movimiento: Pastoral Universitaria. Hasta ahora sin éxito. Los nuevos centros y la nueva militancia son exiguos y no ejercen influencia. La enseñanza superior católica en Brasil ha caído en el pragmatismo y el funcionalismo, sin el menor empuje apostólico. Cuando cuajan grupos organizados el remedio es peor que la enfermedad; en el segundo encuentro de Pastoral Universitaria, en Vitoria, 1980, toda la jerigonza liberacionista se introdujo en las conclusiones.

Persiste la división en la Iglesia de Brasil, la inmensa nación que acaba de recuperar la democracia (1985), y que está tratando con proverbial sentido político moderado de la herencia portuguesa sus problemas capitales; la transición desde el militarismo y la enorme masa de la deuda externa internacional, cuyas garantías radican en buena parte en el propio Brasil, que no muestra excesiva prisa en liberarse de la carga, porque los gobiernos tienen presentes, ante todo, las necesidades tremendas de su pueblo. Pero en medio de la división ascienden para todo el mundo las estrellas del liberacionismo. Avanza la captación marxista del gran movimiento comunidades de base: los libros de LEONARDO BOFF son la mejor prueba de ello. Los hermanos BOFF influyen en todo el mundo católico desde su plataforma brasileña. La “editorial Vozes” de Petropolis es un poderoso centro de propaganda cristiana-marxista, el más importante de toda Iberoamérica. Retirado HELDER CÁMARA, su lucha continúa, secundado por obispos como el español PEDRO CASALDÁLIGA, recientemente convertido en vedette mundial de liberacionismo. Dos cardenales brasileños, ARNS y LORSCHEIDER, apoyan y alientan a BOFF en su rebelión contra el Vaticano; otros, como SCHERER, se oponen. Pero aunque la gran Conferencia Episcopal de Brasil – la mayor del mundo, con más de trescientos obispos – se encuentra hondamente dividida, como toda la Iglesia de Brasil, aunque los problemas de la gran nación son acuciantes, y justifican aparentemente todos los excesos del liberacionismo, hay también una fuerza tradicional gigantesca en el pueblo cristiano y en el Episcopado brasileño que se encuentra en plena comunión con las directrices de JUAN PABLO II; la misma disciplina – ejemplar – con que fray LEONARDO BOFF ha aceptado su reducción al silencio – entre otras cosas porque no le quedaba otro remedio en la praxis – es una prueba de que la Iglesia de Brasil está vivísima y de que superaba los traumas del liberacionismo desde sus raíces profundas.

Edito Gabriel Pautasso
Diario Pampero
nº 87 Cordubensis
Instituto Emerita Urbanus

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Carta de Medellín

Por Fray Alberto García Vieyra OP

(Respecto a los documentos de Medellín distintos ilustres sacerdotes manifestaron que dichos documentos no formarían parte del Magisterio de la Iglesia, no teniendo las resoluciones del CELAM carácter obligatorio.
Finalmente cabe agregar que la misma denominación del CELAM (Comisión Episcopal Latinoamericana) puede inducir al error, haciendo creer que las resoluciones de Medellín las tomaron todos los obispos del Continente. Esto no es así; en la reunión de Medellín participó una minoría de obispos latinoamericanos).

En consecuencia, y existiendo una muy rica doctrina social católica, promulgada por los Romanos Pontífices, no puede sostenerse que Medellín encierre toda la doctrina católica ni hacer creer que su puesta en práctica sea el único deber de los católicos hispanoamericanos en el momento presente (navidad 1969).

Por esas razones y deseando estar, como siempre, en plena consonancia con el magisterio de la Iglesia, nosotros pedimos aclaración sobre los puntos que a continuación se expresan:

1) ¿Por qué razón la lectura del Documento sugiere que la dialéctica histórica – un proceso evolutivo histórico fatal – lleva los hombres hacia la sociedad tecnológica, cuyo meta final es la producción, la promoción humana, el desarrollo, según la época de PABLO VI?
Dentro de esta perspectiva, el papel de la fe y de la Iglesia, no es rector y normativo, como debe serlo en una sociedad cristiana, sino que queda reducida al ámbito privado, y acosada la vida religiosa de los hombres por el materialismo de las costumbres y de las instituciones.
En el contexto leemos: la Iglesia Latinoamericana: “vive un momento decisivo de su proceso histórico”; “estamos en el umbral de una nueva época”… “bajo el signo de la transformación y del desarrollo”…
Tal desarrollo no es juzgado por el redactor, ni bueno ni malo; “solamente lo ve, como signo del Espíritu que dirige la historia (marxismo-teilhlardismo). ¿Hacía dónde la dirige?, “a la emancipación total, la liberación de toda servidumbre, maduración personal, integración colectiva” (introd.. 4).
Insiste el redactor, a cada paso, sobre las “estructuras opresoras”; “abusos del tenedor y abusos de poder”; “explotación de los trabajadores”; “injusticias en las transacciones” etc. Todos los bienes deben venir por el desarrollo y renovación de las estructuras: fórmula ambigua, en la que cabe cualquier cosa.
Deja la impresión, el Documento, que la misión de la Iglesia es promover la revolución social, acabar con las desigualdades sociales, etc., cosa no intentada, pero difícil de explicar.
Esta mentalidad “revolucionaria” y vuelta hacia el comunismo (La URSS implosionó en 1993; estamos en 1969 ¿…?), ha prendido en gran número de clérigos jóvenes (piense en GAIDO, DELLA FERRERA, VISCOVICHI y tantos más, aquí nomás, NICOLAS ALESSIO, el parroco de Bº Altamira), y los saca de su propia vocación.
Entiendo que casi toda la “devoción”, por la miseria en Hispanoamérica, que hace tiempo promueven “Informaciones Católicas Internacionales, y algunos sociólogos, son actividad política del Comunismo.
2) ¿Por qué razón, el primer lugar en el Documento lo ocupa Promoción Humana, y no la promoción cristiana del hombre, que sería lo más lógico en un documento de esa naturaleza? Existen problemas muy serios sobre educación, divorcio y penetración de errores de diversa índole, y el muy importante problema de promover la disciplina en los mismos seminarios. Los jóvenes con vocación pierden su alma, se llenan de herejías, en nuestros seminarios y casas de formación.
3) ¿Por qué razón se dice: “En la historia de la salvación toda la obra divina es una acción de promoción y liberación humana, que tiene como único móvil el amor”? La obra humana aparece como desarrollo humano; igualmente lo que sigue en nº 2.2. no pasa los límites del hombre ¿la religión del Hombre? En 2.3. la Iglesia apenas se atreve a irradiar una luz…para elevar la dignidad de la persona humana.
4) ¿Por qué razón no habla 8en el mismo 2.3.), de la vocación divina del hombre por la gracia y las virtudes, y habla de una “perfección de la vocación humana” que se cumplirá en la escatología? Todo es ambiguo y confuso. El redactor parece protestante o utiliza un lenguaje similar.
5) Sobre la orientación del Cambio Social. ¿Por qué razón habla de “comunidades nacionales” y no directamente de Estados nacionales? Tampoco se entiende lo que significa: “organización global”. No se habla para nada de los deberes del Estado ni de la “organización global” para con Dios o la Iglesia. Al final habla de “concientización”, pero es solamente “en orden al cambio de estructura y la vigencia de la justicia”. Por lo cual insta a los laicos a su adecuado empleo en las tareas de promoción humana 3.3.final. Como este capítulo de los deberes sociales y políticos y la Iglesia se omite, creemos que el redactor está dentro de la concepción humanista y personalista del Estado, la concepción de la “autonomía del orden temporal”, el orden social, fuera de la ley divina. Por ese motivo da por supuesto la no intervención de la Iglesia, en ninguna de las denominadas cuestiones mixtas. Estas teorías sustentadas por el progresismo católico, son radicalmente falsas.
6) Al tratar de la Juventud. Exhorta a la juventud, no a luchar por Cristo y el reino de Cristo, sino a la revolución social. Esto ya lo hacen los estudiantes, dirigidos por clérigos, en Montevideo, Brasil, México y Chile. Pero, no solo no luchan por Cristo, sino que el redactor induce a los jóvenes a luchar por “el proceso de secularización” (I.4), y “por el carácter pluralista de la sociedad” (I.9.) Los movimientos de la juventud esperan de la Jerarquía un mayor apoyo moral. Para el plan de acción propuesto, y en parte realizado, no vale la pena esperar nada de la Jerarquía.
7) ¿Por qué motivo el ejercicio de la autoridad política es puesto en un ámbito de resentimiento social y lucha de clases: “..favorecen a grupos privilegiados”? Prom. H.3.2. A continuación se refiere a la misión técnica de la autoridad, reducida a lo siguiente: propiciar y fortalecer la creación de mecanismos de participación y legítima representatividad de la población”. No se refiere para nada a lo religioso. En cambio leemos en “Mit Brennender Sorge” del Papa PÍO XI, de féliz memoria. Los Estados pondrán todo cuidado en impedir que la propaganda atea, que destruye todos los fundamentos del orden, haga estragos en sus territorios; porque no podrá haber autoridad sobre la tierra si no reconocen la autoridad de la majestad divina”. (nº 7). Hay una distinción de lenguaje, y un sentido inconfundible de la dignidad de la Iglesia, que no puede ser “servidora de la humanidad”, sino rectora, maestra y conductora.
8) El Documento menciona una sola vez Ecclesiam Suam de PABLO VI, una vez Mater et Magistra de JUAN XXIII. Todas las citaciones son de de Gaudium et Spes y de Populorum Progressio. No menciona ningún documento de la Iglesia anterior del único mencionado de JUAN XXIII. Luego, o hay una quiebra en el magisterio de la Iglesia, o hay otra doctrina, que no es la de la Iglesia (personalismo, evolucionismo, marxismo). A lo primero no lo creemos. Lo segundo queda involucrado en nuestra interrogación.
9) Gaudium et Spes – lo hemos comprobado dos veces – está mal citado, con palabras sueltas, fuera de contexto, y colocadas en otro contexto diferente. En la Introducción 5. “la transformación del continente es signo de que Dios quiere salvar cuerpo y alma, el hombre entero”. Más abajo, Cristo “presente de la historia, anticipa su gesto escatológico de salvar, por la promoción económica”. Siempre el redactor ha vinculado la salvación a la escatológica, y ambas vinculadas a la evolución económica-social. Necesitaríamos otra explicación.
10) Ponemos punto final a nuestras preguntas No hemos escrito en tono de polémica ni siquiera de diálogo; queremos solamente preguntar lo que sorprende o no se sabe. Hasta ahora hemos evitado comentar el Documento en público y en privado; aun en la recreación conventual hemos evitado el comentario. Jamás – Dios mediante – nos separaremos del sentir de la Iglesia, nuestra Madre a quien servimos. Pero, el Enemigo no duerme y sabe sembrar la cizaña. Besa Vuestro anillo Pastoral. 26 de noviembre de 1968.

R.P. Fray ALBERTO GARCÍA VIEYRA OP.
Revista Roma, año III, nº 12, Buenos Aires, navidad de 1969, director ANDRÉS DE ASBOTH, págs. 69 a 72.

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Edito Gabriel Pautasso
Diario Pampero
nº 87 Cordubensis
Instituto Emerita Urbanus

Los post-conciliares de Córdoba y el Santo Rosario



  1. Los post-conciliares de Córdoba y el Santo Rosario.
  2. Carta de Medellín por Fray Alberto Garcia Vieyra op.
  3. El profetismo de Helder Cámara, por Ricardo de la Cierva.
     
Edito Lic.Gabriel Pautasso

*1. LOS POST-CONCILIARES DE CÓRDOBA Y EL SANTO ROSARIO


En el vespertino “Córdoba” de esta Capital, en su edición del 12 de agosto de 1969, se da cuenta de una reunión habida en Córdoba de sacerdotes y laicos, entre los cuales menciona algunos nombres que pertenecen al sector llamados de los “curas post-conciliares”

El objeto de la reunión fue tratar la situación de los curas renunciantes de Rosario. Al respecto se propicio una franca solidariedad con los mismos y una toma de posición y un repudio de todo autoritarismo y verticalidad, solicitando como base de solución el alejamiento del Sr. Arzobispo de Rosario, Monseñor BOLATTI.

Uno de los sacerdotes oradores, después de un incursión sobre cuál es la Iglesia que debe interesarles, concluyó con esta frase (que el diario reproduce entre comillas, por lo que debe suponerse que fue tomada taquigráficamente): “Debemos desprendernos de muchas estupideces mentales y vivir el Evangelio: no ganaremos el Reino de Cristo rezando el Rosario simplemente; lo ganaremos rezando con palabras de Dios, como son realizar y hacer”.

La frase, que resume toda una actitud, es abismante. No es necesario ser un gran teólogo para advertir el mundo de errores que está encerrado en esas pocas palabras.

Desde luego dicho orador no tiene la menor experiencia del valor de la oración, reniega de la doctrina y rechaza toda la historia de la Historia de la Iglesia. De otra manera sabría que rezando es como han ganado el Reino de los Cielos el inmenso coro de los Santos contemplativos, desde MARÍA MAGDALENA a TERESITA DE LISIEUX, desde los Padres del Yermo (desierto) hasta SAN JUAN DE LA CRUZ.

Menos la tiene aún del sentido profundo del Santo Rosario, cuya práctica no consiste en la recitación mecánica de las ave-marías (deformación muy generalizada, sino la meditación constante de los Misterios y su apropiación a la vida del creyente, para alcanzar lo que promete dicha imitación. Esa apropiación que transforma las almas, va renovando la sociedad entera y convirtiéndola en una sociedad cristiana, en una verdadera realización del Reino de Dios en la medida que es posible aquí en la Tierra.

Esto significa lo que la Santísima Virgen dijo al Patriarca SANTO DOMINGO cuando lo instó a propagar esta devoción: “PREDICA MI ROSARIO y RENOVARÁS LA FAZ DE LA TIERRA”. Esta instancia fue renovada en Fátima y los Sumos Pontífices en reiteradas oportunidades han proclamado la excelencia de esta práctica y recomendando el rezo diario del Rosario en familia.

Es necesario estar muy lejos de la vida de oración (que no es otra cosa que la comunicación constante con Dios y por lo mismo constituye la piedra fundamental de toda vida religiosa); es necesario haber olvidado o renegado de las divinas enseñanzas de Nuestro Señor en el Evangelio y toda la teología sobre la oración y su necesidad, para llegar a pensar y hablar en la forma que se ha transcripto.

(Luc. XVIII, 1; v, 16; XXII, 40, 46; XXI, 36; Matt. XVVI, 41; Eph. VI, 18; etc., etc. Sum. Theol. II-II, q. 83; Gonzáles Arintero: Grados de Oración; Royo Marín; Teología de la Perfección; San Francisco de Sales: Introducción a la Vida Devota; Alonso Rodríguez: Ejercicio de Perfección y Virtudes Cristianas: T. I.; Garrigou Lagrange: Las Tres Vías y las Tres Conversiones; Las Tres Edades de la Vida Interior, etc. Y la inmensa biblioteca católica sobre el tema).

Porque incluso “para hacer y realizar” lo que se debe, es decir, para hacer las obras del Espíritu y de la caridad – y con mucho mayor razón las de la justicia – se necesita estar muy fundado en la unión con Dios, en la vida de oración Todos los fracasos de muchas actividades supuestamente apostólicas se han originado allí, en la falta de oración, en la falta de espiritualidad que se traduce en la caída en los más tontos o torpes sustitutivos.

Conocida como es la actitud de estos reformadores que creen más en la Sociología y en el materialismo histórico KM o en la filosofía de la praxis AG que en la doctrina tradicional de la Iglesia, más en su inteligencia y habilidad que en la moción del Espíritu Santo, no puede sorprender ni la reunión ni lo tratado en ella. Pero es un nuevo y lastimoso ejemplo que da pábulo al escándalo, confunde a los fieles e introduce la confusión y la división en el seno mismo de la Iglesia.

Por otra parte es el final inevitable de todos estos que se apartan de la estrecha pero segura senda de la Cruz, que es la obediencia.


*2. CARTA DE MEDELLÍN  por Fray ALBERTO GARCÍA VIEYRA

(Respecto a los documentos de Medellín distintos ilustres sacerdotes manifestaron que dichos documentos no formarían parte del Magisterio de la Iglesia, no teniendo  las resoluciones del CELAM carácter  obligatorio. 
Finalmente cabe agregar que la misma denominación del CELAM (Comisión Episcopal Latinoamericana) puede inducir al error, haciendo creer que las resoluciones de Medellín las tomaron todos los obispos del Continente. Esto no es así; en la reunión de Medellín participó una minoría de obispos latinoamericanos).

En consecuencia, y existiendo una muy rica doctrina social católica, promulgada por los Romanos Pontífices, no puede sostenerse que Medellín encierre toda la doctrina católica ni hacer creer que su puesta en práctica sea el único deber de los católicos hispanoamericanos en el momento presente (navidad 1969).

Por esas razones y deseando estar, como siempre, en plena consonancia con el magisterio de la Iglesia, nosotros pedimos aclaración sobre los puntos que a continuación se expresan:

1)      ¿Por qué razón la lectura del Documento sugiere que la dialéctica histórica – un proceso evolutivo histórico fatal – lleva los hombres hacia la sociedad tecnológica, cuyo meta final es la producción, la promoción humana, el desarrollo, según la época de PABLO VI?  
Dentro de esta perspectiva, el papel de la fe y de la Iglesia, no es rector y normativo, como debe serlo en una sociedad cristiana, sino que queda reducida al ámbito privado, y acosada la vida religiosa de los hombres por el materialismo de las costumbres y de las instituciones.
En el contexto leemos: la Iglesia Latinoamericana: “vive un momento decisivo de su proceso histórico”; “estamos en el umbral de una nueva época”… “bajo el signo de la transformación y del desarrollo”…
Tal desarrollo no es juzgado por el redactor, ni bueno ni malo; “solamente lo ve, como signo del Espíritu que dirige la historia (marxismo-teilhlardismo). ¿Hacía dónde la dirige?, “a la emancipación total, la liberación de toda servidumbre, maduración personal, integración colectiva” (introd.. 4).
Insiste el redactor, a cada paso, sobre las “estructuras opresoras”; “abusos del tenedor y abusos de poder”; “explotación de los trabajadores”; “injusticias en las transacciones” etc. Todos los bienes deben venir por el desarrollo y renovación de las estructuras: fórmula ambigua, en la que cabe cualquier cosa.
Deja la impresión, el Documento, que la misión de la Iglesia es promover la revolución social, acabar con las desigualdades sociales, etc., cosa no intentada, pero difícil  de explicar.
Esta mentalidad “revolucionaria” y vuelta hacia el comunismo (La URSS implosionó en 1993; estamos en 1969 ¿…?), ha prendido en gran número de clérigos jóvenes (piense en GAIDO, DELLA FERRERA, VISCOVICHI y tantos más, aquí nomás, NICOLAS ALESSIO, el parroco de Bº Altamira), y los saca de su propia vocación.  
Entiendo que casi toda la “devoción”, por la miseria en  Hispanoamérica, que hace tiempo promueven “Informaciones Católicas Internacionales, y algunos sociólogos, son actividad política del Comunismo.
2)      ¿Por qué razón, el primer lugar en el Documento lo ocupa Promoción Humana, y no la promoción cristiana del hombre, que sería lo más lógico en un documento de esa naturaleza? Existen problemas muy serios sobre educación, divorcio y penetración de errores de diversa índole, y el muy importante problema de promover la disciplina en los mismos seminarios. Los jóvenes con vocación pierden su alma, se llenan de herejías, en nuestros seminarios y casas de formación.  
3)      ¿Por qué razón se dice: “En la historia de la salvación toda la obra divina es una acción de promoción y liberación humana, que tiene como único móvil el amor”? La obra humana aparece como desarrollo humano; igualmente lo que sigue en nº 2.2. no pasa los límites del hombre ¿la religión del Hombre? En 2.3. la Iglesia apenas se atreve a irradiar una luz…para elevar la dignidad de la persona humana.
4)      ¿Por qué razón no habla 8en el mismo 2.3.), de la vocación divina del hombre por la gracia y las virtudes, y habla de una “perfección de la vocación humana” que se cumplirá en la escatología? Todo es ambiguo y confuso. El redactor parece protestante o utiliza un lenguaje similar.
5)      Sobre la orientación del Cambio Social. ¿Por qué razón habla de “comunidades nacionales” y no directamente de Estados nacionales? Tampoco se entiende lo que significa: “organización global”. No se habla para nada de los deberes del Estado ni de la “organización global” para con Dios o la Iglesia. Al final habla de “concientización”, pero es solamente “en orden al cambio de estructura y la vigencia de la justicia”. Por lo cual insta a los laicos a su adecuado empleo en las tareas de promoción humana 3.3.final. Como este capítulo de los deberes sociales y políticos y la Iglesia se omite, creemos que el redactor está dentro de la concepción humanista y personalista del Estado, la concepción de la “autonomía del orden temporal”, el orden social, fuera de la ley divina. Por ese motivo da por supuesto la no intervención de la Iglesia, en ninguna de las denominadas cuestiones mixtas. Estas teorías sustentadas por el progresismo católico, son radicalmente falsas.
6)      Al tratar de la Juventud. Exhorta a la juventud, no a luchar por Cristo y el reino de Cristo, sino a la revolución social. Esto ya lo hacen los estudiantes, dirigidos por clérigos, en Montevideo, Brasil, México y Chile. Pero, no solo no luchan por Cristo, sino que el redactor induce a los jóvenes a luchar por “el  proceso de secularización” (I.4), y “por el carácter pluralista de la sociedad” (I.9.) Los movimientos de la juventud esperan de la Jerarquía un mayor apoyo moral. Para el plan de acción propuesto, y en parte realizado, no vale la pena esperar nada de la Jerarquía.  
7)      ¿Por qué motivo el ejercicio de la autoridad política es puesto en un ámbito de resentimiento social y lucha de clases: “..favorecen a grupos privilegiados”? Prom. H.3.2. A continuación se refiere a la misión técnica de la autoridad, reducida a lo siguiente: propiciar y fortalecer la creación de mecanismos de participación y legítima representatividad de la población”. No se refiere para nada a lo religioso. En cambio leemos en “Mit Brennender Sorge” del Papa PÍO XI,  de féliz memoria. Los Estados pondrán todo cuidado en impedir que la propaganda atea, que destruye todos los fundamentos del orden, haga estragos en sus territorios; porque no podrá haber autoridad sobre la tierra si no reconocen la autoridad de la majestad divina”. (nº 7). Hay una distinción de lenguaje, y un sentido inconfundible de la dignididad de la Iglesia, que no puede ser “servidora de la humanidad”, sino rectora, maestra y conductora.
8)      El Documento menciona una sola vez Ecclesiam Suam de PABLO VI, una vez Mater et Magistra de JUAN XXIII. Todas las citaciones son de  de Gaudium et Spes y de Populorum Progressio.  No menciona ningún documento de la Iglesia anterior del único mencionado de JUAN XXIII. Luego, o hay una quiebra en el magisterio de la Iglesia, o hay otra doctrina, que no es la de la Iglesia (personalismo, evolucionismo, marxismo). A lo primero no lo creemos. Lo segundo queda involucrado en nuestra interrogación.
9)      Gaudium et Spes – lo hemos comprobado dos veces – está mal citado, con palabras sueltas, fuera de contexto, y colocadas en otro contexto diferente. En la Introducción 5. “la transformación del continente es signo de que Dios quiere salvar cuerpo y alma, el hombre entero”. Más abajo, Cristo “presente de la historia, anticipa su gesto escatológico de salvar, por la promoción económica”. Siempre el redactor ha vinculado la salvación a la escatológica, y ambas vinculadas a la evolución económica-social. Necesitaríamos otra explicación.  
10)  Ponemos punto final a nuestras preguntas No hemos escrito en tono de polémica ni siquiera de diálogo; queremos solamente preguntar lo que sorprende o no se sabe. Hasta ahora hemos evitado comentar el Documento en público y en privado; aun en la recreación conventual hemos evitado el comentario. Jamás – Dios mediante – nos separaremos del sentir de la Iglesia, nuestra Madre a quien servimos. Pero, el Enemigo no duerme y sabe sembrar la cizaña. Besa Vuestro anillo Pastoral. 26 de noviembre de 1968.  
11)   
R.P. Fray ALBERTO GARCÍA VIEYRA OP.
Revista Roma, año III, nº 12, Buenos Aires, navidad de 1969, director ANDRÉS DE ASBOTH, págs. 69 a 72.  
                                                                                                                              
 *3. EL PROFETISMO DE HELDER CÁMARA por RICARDO DE LA CIERVA.

Uno de los obispos del Tercer Mundo que más llamaron la atención en el Concilio es HELDER CÁMARA de Olinda- Recife, archidiócesis a la que accedió en1964 (F. Blazquez, Ideario de Helder Cámara, Salamanca, “Sígueme”, 1974). Anteriormente había formado en las filas del populismo (¿peronismo?) cuasi-fascista brasileño, como tantos posteriores “profetas” del marxismo. Se sintió inclinado al radicalismo social por el “Manifiesto por una civilización solidaria” del domínico LEBRET, uno de los precursores de la teología de la liberación. Se declaró muchas veces expresamente ajeno a los comunistas.  

En el año 1966 se reunían en Brasil, convocados por Dom SCHERER – otro de los eclesiásticos de Brasil que vio claro desde el principio los peligros del liberalismo – los movimientos de Acción Católica. Un mes después, en Antonio Carlos, Minas Gê
raes, se celebraba, en medio de una agitación frenética, el XIV Congreso Nacional de la JUC. Al final de la reunión se envió una carta al cardenal ROSSI y a Dom SCHERER cuya conclusión más importante era este grito de rebeldía: “Por consiguiente no nos reconocemos más como Acción Católica o como cualquier otra forma de organización que se defina como extensión del apostolado jerárquico sino que nos hemos proponemos asumir nuestra misión cristiana, hombres del mundo, comprometidos en una vida teologal y en función de esta misión nuestro movimiento va a organizarse. En el interior de la diversidad de funciones continuamos unidos a la Jerarquía, en la comunión eclesial”, decían los rebeldes, cuando estaban consumando la ruptura. Dom SCHERER replica con el intento de que la JUC reconsidere su posición rebelde. Les recuerda que el Papa PÍO XI, en carta al cardenal LEME, definía precisamente a la Acción Católica como prolongación del apostolado jerárquico. En noviembre, el secretariado del Apostolado de los seglares comunica la disolución de la JUC y de la JEC. El movimiento trató de sobrevivir después de cortar su conexión con la jerarquía y en 1967, ya en vísperas de Medellín, celebró su primer congreso “de la ex  JUC”. Ya se había publicado, el año anterior (31.VII.1966) el primer documento conjunto de los obispos del Tercer Mundo (solamente 17) encabezados por HELDER CÁMARA, en que definían a sus pueblos exactamente con las mismas palabras, que LENIN: les consideraba el proletariado actual. La X reunión ordinaria de la CELAN en Mar del Plata, celebrada en ese mismo año, vaciló entre desarrollismo y el liberacionismo, y resultó, en definitiva, una especie de aborto por la firme actitud tradicional de gran parte de los episcopados argentinos y brasileño. La reacción  de los movimientos brasileños de Acción Católica después de su frustrado congreso independiente fue la abierta recaída en la militancia de izquierdas contra el gobierno militar; en una palabra, como dice duramente ENRIQUE DUSSEL, pasaron a la clandestinidad. Esto no significa que el conjunto de la Iglesia de Brasil apoyase sin reservas al régimen militar; el año de 1967 registró continuos conflictos ente la Iglesia y el Estado, y a veces los obispos tradicionales, mientras se oponían al marxismo, criticaban también los excesos reaccionarios y protestaban contra la opresión a que estaban sometidos las capas más pobres del país.
En 1968 los restos organizados de la ex JUC se aventan. Militantes individuales, y por grupos, se incorporan a la lucha política, colaboran con los marxistas en el intento de captación del movimiento comunidades de base, objetivo que se ha logrado en parte, como demuestran estudios recientes (Ver Almir Ribeiro Guimaraes, Comunidades de base no Brasil, Vozes, Petrópolis, 1978). Este libro, netamente favorable al liberacionismo, reconoce al final que la salida natural de las comunidades de base es el movimiento liberacionista, es decir, la Iglesia Popular, pero también afirma, en 1978, que “No podemos decir que todas las comunidades brasileñas se hayan comprometido en el proceso de liberación”. La firme actitud de una parte del Episcopado brasileño ha contenido la caída de millones de católicos en el liberacionismo; pero no ha logrado evitar la profunda división de la iglesia católica. El 11 de marzo de 1968 – ya estamos en el año de Medellín-Papa PABLO VI – Dom HELDER CÁMARA  despliega toda su  santa ingenuidad en una célebre conferencia en el Instituto Católico de Recife. “El socialismo puede ofrecer una mística de fraternidad universal y de esperanza incomparablemente más amplia que  la mística estrecha de un materialismo histórico” dice, a la vez, que atribuye (sin que los marxistas lo hayan confirmado jamás fuera de las hermosas palabras) “la necesidad de revisar su concepto de religión”. Dom HELDER  ha viajado a Europa para recobrar energías y siembre los caminos de Medellín con una cruzada: el “Movimiento de presión moral liberadora”. 350 sacerdotes de Brasil, de acuerdo con Dom HELDER, a sus obispos, una carta tremenda en que definen a su nación como “pueblo asesinado” (E. DUSSEL).  
Pero la división episcopal, que se mantiene hasta hoy, se hizo muy viva en tiempos de MEDELLÍN. Monseñor PADÍN, antiguo consiliario de la JUC y preliberacionista, comparaba la actuación del gobierno brasileño con la de la Alemania nazi. Pero Monseñor SIGAUD, obispo de Diamantina, Monseñor ALMEIDA MORAES, obispo de Niteroi, y Monseñor CASTRO MAYER, obispo de Campos declaran conjuntamente contra el precursor y portavoz del liberacionismo JOSEPH COMBLIN que “los comunistas se han infiltrado en la jerarquía eclesiástica”. Doce obispos tradicionales – que en Brasil no quiere de ninguna manera decir simplemente reaccionarios – reciben el apoyo de una fuerte asociación católica “por la defensa de la tradición, la familia y la propiedad”. Pero Dom HELDER CÁMARA replica con la fundación, apoyada por treinta y dos obispos, de su “movimiento de presión moral y liberadora”. (E. DUSSEL).
La Conferencia de Medellín en 1968, fue, por manipulación a que fueron sometidas sus deliberaciones y conclusiones, el punto de arranque para la etapa definitiva del liberacionismo. Desde entonces los movimientos de liberación se abatieron con fuerza sobre Brasil, como sobre toda América. En mayo 29 de 1969 (véase “cordobazo”, el 29) un grupo “incontrolado”, que se relacionaba seguramente con la policía, captura y asesina a un capellán de la ex JUC, secretario de Dom HELDER CÁMARA, en Recife; el padre ANTONIO HENRIQUE PEREIRA NETO (el MUJICA brasileño). La salvajada proporcionó un mártir a los movimientos liberacionistas en Brasil. (E. DUSSEL). El cardenal SALES denuncia la represión de los “escuadrones de la muerte”, policía paralela (como las Tres AAA)  del régimen militar que en su lucha contra la subversión – que en muchos casos era subversión auténtica, aunque los brutales procedimientos no se justifican nunca (¿…?) -  habían cometido más de un millar de asesinatos (o ¿ejecuciones?) según la denuncia del cardenal. PABLO VI condena públicamente en 1970 la represión en Brasil. El gobierno militar brasileño acusa varias veces al Episcopado de traición al Brasil y desprestigio contra la nación ¿…? 17 obispos del Nordeste, la región más conflictiva, corren peligro de ser juzgados ante un tribunal militar; la catástrofe no se consuma, afortunadamente.
El problema de la seguridad nacional en Brasil es que los movimientos de subversión – apoyados directa e indirectamente por los liberacionistas – eran realmente de carácter revolucionario y amenazaban a la nación, defendida por un régimen militar autoritario (¿…?) en clara conexión con los intereses anglosajones (Ver BRAGANZA, TFP, BECCAR VARELA, etc.). El poderoso aparato de la propaganda marxista en todo el mundo enmascarada la realidad de la subversión para fijarse exclusivamente en las atrocidades – reales - ¿? de la represión.
Por desgracia en el Brasil de entonces nadie pensaba en que existía una tercera vía ¿tercera posición? , tal vez porque no existía. He aquí,  desnudamente, el problema más lacerante de Iberoamérica; para sacudirse los errores y las desventajas de un imperialismo, los “liberadores” impulsan a sus pueblos a caer en manos del imperialismo totalitario soviético marxista. La tercera vía, teóricamente, es la democracia nacional en solidaridad  con Occidente; ella se encaminan con enormes trabajos y sufrimientos los pueblos de América, no sin fracasos dramáticos como el del populismo brasileño, o la Democracia Cristiana en Chile anterior a ALLENDE GOSSENS, o el peronismo y el radicalismo en la Argentina. ¿…?
Disueltos y dispersos los movimientos especializados de la Acción Católica brasileña en vísperas de Medellín, el Episcopado intentó una y otra vez rehacerlos de forma más segura, mediante un nuevo movimiento: Pastoral Universitaria. Hasta ahora sin éxito. Los nuevos centros y la nueva militancia son exiguos y no ejercen  influencia. La enseñanza superior católica en Brasil ha caído en el pragmatismo y el funcionalismo, sin el menor empuje apostólico. Cuando cuajan grupos organizados el remedio es peor que la enfermedad; en el segundo encuentro de Pastoral Universitaria, en Vitoria, 1980, toda la jerigonza liberacionista se introdujo en las conclusiones. Persiste la división en la Iglesia de Brasil, la inmensa nación que acaba de recuperar la democracia (1985), y que está tratando con proverbial sentido político moderado de la herencia portuguesa sus problemas capitales; la transición desde el militarismo y la enorme masa de la deuda externa internacional, cuyas garantías radican en buena parte en el propio Brasil, que no muestra excesiva prisa en liberarse de la carga, porque los gobiernos tienen presentes, ante todo, las necesidades tremendas de su pueblo. Pero en medio de la división ascienden para todo el mundo las estrellas del liberacionismo. Avanza la captación marxista del gran movimiento comunidades de base: los libros de LEONARDO BOFF son la mejor prueba de ello. Los hermanos BOFF influyen en todo el mundo católico desde su plataforma brasileña. La “editorial Vozes” de Petropolis es un poderoso centro de propaganda cristiana-marxista, el más importante de toda Iberoamérica. Retirado HELDER CÁMARA, su lucha continúa, secundado por obispos  como el español PEDRO CASALDÁLIGA, recientemente convertido en vedette mundial de liberacionismo. Dos cardenales brasileños, ARNS y LORSCHEIDER, apoyan y alientan a BOFF en su rebelión contra el Vaticano; otros, como SCHERER, se oponen. Pero aunque la gran Conferencia Episcopal de Brasil – la mayor del mundo, con más de trescientos obispos – se encuentra hondamente dividida, como toda la Iglesia de Brasil, aunque los problemas de la gran nación son acuciantes, y justifican aparentemente todos los excesos del liberacionismo, hay también una fuerza tradicional gigantesca en el pueblo cristiano y en el Episcopado brasileño que se encuentra en plena comunión con las directrices de JUAN PABLO II; la misma disciplina – ejemplar – con que fray LEONARDO BOFF ha aceptado su reducción al silencio – entre otras cosas porque no le quedaba otro remedio en la praxis – es una prueba de que la Iglesia de Brasil está vivísima y de que superaba los traumas del liberacionismo desde sus raíces profundas.




Diario Pampero nº 87 Cordubensis
Instituto Eremita Urbanus