domingo, 8 de noviembre de 2009

Augusto del Noce, filósofo católico del Siglo XX


ARNALDO FORLANI, secretario de la DC italiana, recordó a DEL NOCE como “protagonista de la cultura católica del siglo XX, filósofo genial, gran maestro de nuestra juventud (…)”.

Por Gabriel S. P. Pautasso

(Revista GLADIUS, Dtor Rafael Luis Breide Obeid, Año 18. nº 50, Pascua de 2001, p. 67-83 Buenos Aires).

AUGUSTO DEL NOCE falleció el 30 de diciembre de 1989, a los 79 años de edad. Se trataba del gran filósofo italiano. Entre los numerosos mensajes de condolencia que recibieron su viuda, ANGELA, y su hijo FABRIZIO, se destacaba el del Papa JUAN PABLO II, en cuyo texto rinde homenaje a “su límpido testimonio de fe y su esfuerzo permanente en el estudio del pensamiento cristiano, apuntando a un diálogo constructivo y a una profundización de los temas modernos de la filosofía, así como su labor constante en el plano de la reflexión filosófica”.
Por su parte, el Presidente italiano, FRANCESO CAOSSIGA, dijo en el mensaje a su familia: “Filósofo insigne y gran espíritu religioso, ANGUSTO DEL NOCE, que me honró con su amistad, supo de hacer un aporte importante al pensamiento filosófico italiano de nuestro siglo”. COSSIGA recordó, además, “su compromiso apasionado y coherente en defensa de la libertad”.
ARNALDO FORLANI, secretario de la DC italiana, recordó a DEL NOCE como “protagonista de la cultura católica del siglo XX, filósofo genial, gran maestro de nuestra juventud (…). Su crítica de la ideología marxista-leninista – escribe FORLANI – solio confinarlo al aislamiento, por efecto del conformismo de una cierta cultura italiana. Compartió con nosotros inspiraciones y objetivos. Ejerció con gran coherencia su compromiso, y la DC lo tuvo en sus filas. AUGUSTO DEL NOCE representó a nuestro partido en el Senado de la República, aportando en ello su inteligencia y su lealtad. Con él muere un amigo sincero, al que todo debemos mucho”.
*AUGUSTO DEL NOCE fue profesor de Historia de la Filosofía Moderna en la Universidad de Trieste, y luego de Filosofía Política en la Universidad de La Sapienza, en Roma. Entre sus obras se recuerdan El problema del ateísmo 1964, Reforma católica, filosofía moderna y Lutero 1965, La época de la secularización 1970, El suicidio de la Revolución 1978 y El católico comunista 1981.

*“El piamontés AUGUSTO DEL NOCE – escribió por entonces la revista socialista Mondo Operario (Mundo Obrero) – es a la cultura católica lo que el piamontés NORBERTO BOBBIO a la cultura liberal socialista”.
Ahora bien, a renglón seguido se sintetiza la última entrevista que concedió AUGUSTO DEL NOCE a su discípulo NICOLA GUISO, publicada en el diario italiano Il Popolo en el marco de un reportaje sobre el tema “El Partido Comunista italiano y las ideas liberales”. Sus palabras conservan gran actualidad, no sólo a la luz de los acontecimientos en el Este europeo, sino que sobre todo a la vista de las disputas ideológicas en el interior del Partido Comunista italiano.
En el plano de la filosofía realista, considera que afirmar que el PCI “ha roto” con el marxismo-leninismo no es quizá la descripción más correcta de los hechos. En realidad, sostiene nuestro filósofo, desde el punto de vista comunista se trataría de que el marxismo y luego de marxismo-leninismo se consideran respuestas históricas a problemas históricas. Respecto al momento en que se asumieron como premisa ideológica en el compromiso político del PCI, el desarrollo histórico creó una realidad radicalmente diversa: y he aquí el sentido el sentido de la advertencia casi obsesiva de OCHETTO (actual secretario general del PCI) sobre la ecología, sobre la amenaza de una destrucción del mundo que supera la visión clasista de la historia.
Así, por lo tanto, el PCI no niega el marxismo, sino que lo coloca como un momento de la historia.
Así, por lo tanto, el PCI no niega el marxismo, sino que lo coloca como un momento de la historia, y no ya como la ideología de la culminación de la historia. Y con esta interpretación abandona sobre todo el aspecto mesiánico del marxismo, en virtud del cual GRAMSCI decía que el comunismo es una religión que debe sustituir al cristianismo. Pero, ¿adónde va esto? No a la socialdemocracia, porque un PCI que se hiciese socialdemócrata deberá reconocer que se equivocó en Livorno y por tanto subordinarse a otra fuerza política; y para un partido con la fuerza y la tradición del PCI, ésta es una actitud muy comprensible. Pero no subordinarse a la socialdemocracia, el PCI reingresa, por así, en el mundo burgués.
Por consiguiente, debemos abordar el aspecto táctico de la cuestión.
Después de la muerte de BERLINGUER, el PCI había asumido con creciente convicción como motivo inspirador de su “COMPROMISO POLÍTICO” el interés por el individuo y la satisfacción de sus necesidades instintivas-estomacales. Lo demuestran las actitudes asumidas por la sociedad “civil” ante cuestione que tocan a la naturaleza y los objetivos del hombre y de la comunidad, como la protección de vida en todos los momentos en que se manifiesta, el aborto, el feminismo, el sexo, la biogenética, el papel de la competencia en la vida de l sociedad, en la producción y en la remuneración del trabajo. Ahora bien, las posturas que ha asumido el PCI en estos y otros asuntos, provienen de una opción táctica defensiva, a tono con fuerzas predominantes en la cultura y sociedad civil, para frenar el retroceso electoral, o son efecto de una creciente influencia de las ideas liberales: DEL NOCE asegura el aspecto táctico de estas actitudes parece evidente en la superficie,, pero en su raíz hay un proceso mucho más profundo. Alrededor del decenio del 30, historia DEL NOCE, el PCI consideraba su mayor adversario a lo que llama “Civilización cristiana”. Con la consolidación de la DC en la segunda posguerra, la concreción en Italia de esta “Civilización cristiana” parecía una meta históricamente alcanzable, y en 1948 la batalla contra el comunismo internacional se libra en nombre de ella. Debe hacerse memoria que la revista Civilitá Cattolica de la Compañía de Jesús comentó los resultados electorales afirmando que la Revolución Francesa había creado el sistema burgués, la rusa había materializado la sociedad comunista y que ahora había llegado el momento de la “Civilización cristiana”. También para MARITAIN, la de de la “nueva cristiandad” era una idea-fuerza que debía realizarse en la democracia, partiendo de la premisa de que ésta sólo puede continuar siendo tal en nuestro tiempo hacia la “nueva cristiandad”.
Después de 1948, esta idea se debilitó progresivamente en la DC, que cada vez más puso el acento en el sustantivo antes que el adjetivo.
El referendum sobre el Divorcio verificó el ocaso en el horizonte de la “civilización cristiana”. En ese momento, los comunistas podían pensar que la decadencia de la idea de la “nueva cristiandad” era el camino hacia su reafirmación.
Entre 1974 y 1976 se podía pensar realmente que GRAMSCI tenía razón al afirmar en un sugestivo texto que el catolicismo se suicidaba transformándose en fuerza política.
Pero en forma paralela, el desarrollo histórico ha puesto en todo el mundo en crisis irreversible a la ideología comunista, también, creando las promesas para el “suicidio” del PCI, que con la victoria del occidentalismo neoliberal termina por asumir como motivación del propio COMPROMISO POLÍTICO ideas y objetivos de la burguesía, reducidos a los espacios comprendidos entre los límites tradicionales de la dialéctica iluminista-ilustrada de “modernidad-tradición” y “conservadorismo-progreso”.

*EL ORDEN SOCIAL

Otro elemento a tener en cuenta en la reflexión del pensador italiano es el relativo al orden social. En aquel documento del congreso del PCI se decía: “Una democracia completa que no resulte constreñida ni se repliegue frente a ningún poder, a ningún derecho, es un objetivo históricamente maduro por el grado de evolución y cultural, por la conciencia que sea ha extendido entre los ciudadanos”.
DEL NOCE se pregunta: “¿Es correcto decir que en el origen de esta afirmación está la idea radical fundamental de que la libertad, hoy todavía muy limitada., deberá un día ser ilimitada y de que todo obstáculo a ella deberá desaparecer, por lo cual proyectar para el hombre la exigencia moral y social de respeto hacia algunos y hacia algunas normas equivaldría a querer prolongar la limitación de su ser, y cualquier invocación de límites y de leyes sería un atropello y una intocable sumisión del hombre al dominio de la autoridad y de la tradición”.
El filósofo italiano responde que: “Hoy el PCI no puede sino hacerse PROGRESISTA en el orden burgués, sobre todo al haber tenido que abandonar LA LUCHA DE CLASES. Y en este orden ya no puede estar condicionado por ataduras morales del género de aquellas que le imponía la perspectiva revolucionaria, que tenía como fundamento el sacrificio total del individuo, por la afirmación de un ORDEN SOCIAL en que él mismo se habría anulado en una dimensión de libertad colectiva”.
Podríamos agregar a ello que ya el centro de toda la concepción de superestructura de GRAMSCI y de extensión del concepto de Estado, sea respecto de MARX, pero, en general de la filosofía política de la época, reside en el tema de la HEGEMONÍA. A través de ella se expresa la relación entre SOCIEDAD CIVIL y Estado; la dialéctica entre CONSENSO y AUTORIDAD; la diferencia entre “GUERRA DE POSICIÓN” – que comporta una profunda REFORMA INTELECTUAL y MORAL y como la difusión de una nueva hegemonía que transforma la filosofía en “SENTIDO COMÚN” de la sociedad – y la “GUERRA DE MANIOBRAS” – que era el modelo típico de las REVOLUCIONES JACOBINAS, pasando por la FRANCESA, la RUSA BOLCHEVIQUE, y por la mayoría de los acontecimientos de los dos últimos dos siglos – el XIX y XX – y que comportaron siempre, como común denominador, la idea de ASALTO, del ACTO palingenésico, la utilización de la VIOLENCIA como “PARTERA DE LA HISTORIA” -, y se define el papel de los INTELECTUALES y del propio PARTIDO (COMUNISTA)-PRÍNCIPE (N. MACCHIAVELLI). Este es el NUDO de la elaboración gramsciana, esclarecida y lúcidamente develada por DEL NOCE en su obra, sus Cuadernos de la Cárcel y otras, sobre el revolucionario sardo-italiano, FUNDADOR DEL PCI, Y, SIN DUDA, SU MAYOR APORTE FILOSÓFICO AL MARXISMO Y A LA TEORÍA POLÍTICA EN GENERAL.
GRAMSCI sostiene en sus CUADERNOS DE LA CÁRCEL que “el momento de la hegemonía o la dirección CULTURAL es el momento esencial de la más moderna filosofía de la PRAXIS” (el marxismo). Aquí, como en la formulación del “PARTIDO-PRÍNCIPE”, se vincula a MAQUIAVELO para tomar en su propia noción de hegemonía esta “doble naturaleza del centauro maquiavélico, de la bestia y del hombre”, de la VIOLENCIA como factor que, en definitiva, no logra jamás construir una civilización.
En nuestra modesta opinión, la estrategia de la hegemonía de GRAMSCI supera definitivamente, en términos teóricos pero también históricos, al concepto de “dictadura del proletariado” que nace con MARX en tanto abstracción histórica, que absolutiza LENIN y que STALIN, hasta GORBACHOV (el último zar del comunismo), transforman en “dictadura del proletariado del Partido Comunista de la URSS” vía NOMENKLATURA.
HEGEMONÍA, por el contrario, es sinónimo de DIRECCIÓN CULTURAL; es el componente obligatorio de la ampliación SOCIAL e IDEOLÓGICA del Estado en general; es un momento de mediación entre teoría e historia, un momento de tránsito de la FILOSOFÍA a la CIENCIA POLÍTICA. Todo esto implica un verdadero re-pensamiento de la política, desde MAQUIAVELO a MARX, y una re-elaboración sea de la sociedad civil como de la sociedad política. Cambia el concepto de “REVOLUCIÓN PERMANENTE” del MARX de 1848, como la estrategia eminentemente JACOBINA y EXTREMA de LENIN. Desaparece, con GRAMSCI, la hora “X”, la idea tan proyectada en la izquierda marxista-leninista, de la secuencia: ESPERA – ACUMULACIÓN DE FUERZAS – PREPARACIÓN DEL ASALTO DEFINITIVO – ASALTO AL PODER COMO EL ACTO ÚNICO Y RESOLUTIVO – y, en cambio, se disemina la LUCHA HEGEMÓNICA dentro de la sociedad civil y los APARATOS DE HEGEMONÍA, en búsqueda permanente e in-interrumpida de soluciones incorporadas en un proyecto transformador que señala la capacidad de ser fuerza dirigente – no excluyente – dentro del Estado que se quiere DEMOCRATIZAR y SOCIALIZAR.
En definitiva, la concepción de hegemonía supone un régimen político de libertades democráticas. “SOMOS CLARAMENTE LIBERALES, AÚN CUANDO SEAMOS SOCIALISTAS”. El liberalismo, en cuanto costumbres, hábitos, reglas, es condición ideal e histórica del socialismo”. (ANTONIO LEAL, “Gramsci en el palacio de las ideologías”, diario El Mercurio, Sgo. De Chile, 24.4.94, pp. 18-20).

*EL COMPROMISO HISTÓRICO

DEL NOCE se desempeñó primeramente como catedrático de historia de filosofía en l Universidad de Trieste, pasando luego a la Universidad de Roma para enseñar filosofía política y ha escrito varios libros y ha escrito varios libros sobre la materia – a más de infinidad de artículos, a través de su columna en Il Tempo -, entre los cuales se destacan, en castellano, “Italia y el eurocomunismo: una estrategia para Occidente” (original “L´Eurocomunismo e Italia”), ensayos Aldaba, Editorial Magisterio Español, Madrid, 1977, 197 pp., y la otra, titulada “KARL MARX: escritos juveniles”, colección Crítica filosófica, en colaboración con JOSÉ ANTONIO RIESTRA, de la editorial Magisterio Español, Madrid, 1975, 172 pp.
En dichas obras expone sus principales tesis sobre la problemática filosófica, entre las que se destaca el tema del “Compromiso Histórico”, en las que reflexiona que el Partido Comunista, especialmente cuando se planteó la posibilidad del “Compromiso Histórico”, tenía su propia fuerza cultural y esta fuerza unificaba a los comunistas. Por el contrario, la democracia cristiana no tenía política cultural alguna. Sostiene que en esa coyuntura histórica “habríamos tenido, por consiguiente, una alianza entre un partido fuerte, como el comunismo, y un partido moralmente débil. Habría sido un acuerdo entre una mano de hierro y una mano de vidrio”. (JAIME ANTUNEZ ALDUNATE, Crónica de las Ideas para comprender un fin de siglo, Editorial Andrés Bello, Santiago de Chile, 1988, pp. 159).
Seguidamente comenta cuál era la opinión que el propio GRAMSCI tenía respecto del Partido Popular, que se convirtió luego en el Partido Demócrata Cristiano italiano: “Para GRAMSCI, con el Partido Popular los católicos perecerían en el campo político. El Partido Popular, según el pensador sardo, debería representar el suicidio del catolicismo a favor del comunismo. Por consiguiente, su posición era de relativa simpatía por el Partido Popular y decía que no había necesidad de violencia con él, porque caería solo. Por si mismo desembocaría en el Partido Comunista. Es decir, que el Compromiso Histórico se expresaba como tesis en cuanto posibilidad de que los católicos – así lo presentaba el PCI – tradujesen al campo político sus propios ideales. Llegó, sin embargo, el momento en que esta fórmula política dejó de interesarles. Y, entonces, cambiaron su discurso, pero dando por hecho que ya habían ganado la batalla de la esfera cultural. Pues, en efecto, en el campo mismo de los católicos podían constatar la existencia de diversos momentos de contestación protestataria al Magisterio de la Iglesia, movimiento de “cristianismo popular” tipo Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, bastante extendidos, colaboradores no sólo de los marxistas, sino con los mismos partidos burgueses en campañas como las del Divorcio y el aborto. Cuando ganaron esas batallas, pensaron que el catolicismo darse por vencido. Y, entonces, pasaron a otra fórmula política que es la que ahora mismo están persiguiendo y que la alianza entre comunistas y socialistas, y más recientemente con el liberalismo radical y la socialdemocracia, dando lo anterior por superado.
“TODO ESTO REPRESENTA, EN CIERTO MODO, A LA REALIZACIÓN DEL SUICIDIO DEL CATOLICISMO DEL CUAL HABLÓ GRAMSCI EN 1919”, señala AUGUSTO DEL NOCE.

*LA HEGEMONÍA CULTURAL

DEL NOCE explicita cómo surge el programa de “Hegemonía Cultural” y de transformación del “SENTIDO COMÚN”. Hay que tener presente para explicarse este tema, el punto de partida, “el objetivo real histórico en que nace el pensamiento de GRAMSCI”.
El problema que GRAMSCI se plantea es el siguiente, explicitado por DEL NOCE.
Como implantar el comunismo en un país desarrollado, donde la clase media es muy amplia, donde no hay una oposición frontal de proletarios y capitalistas, donde existe homogeneidad no sólo en lo social y económico, sino que prevalece también un patrimonio de creencias comunes que atraviesa todos los estamentos sociales. El revolucionario sardo italiano piensa que en esta situación no hay posibilidad de instaurar el comunismo por la VÍA ARMADA, VIOLENTA – la revolución en la estructura, como decía MARX – y busca, entonces, una estrategia a largo plazo para llegar a implantar democráticamente el marxismo. Para ello, es necesario modificar la mentalidad, CAMBIANDO LA CULTURA DE LA GENTE, DESDE LUEGO SUPRIMIENDO TODA CREENCIA EN UN ORDEN TRASCENDENTE. Alcanzado el dominio ideológico por el marxismo, entonces será posible que se instaure el poder revolucionario.
En esta inversión de la relación entre estructura y superestructura se encuentra la originalidad de GRAMSCI, respecto del marxismo-leninismo modelo 1917 revolución bolchevique, inteligentemente develada por AUGUSTO DEL NOCE por primera vez en la Historia de la Filosofía Contemporánea.
Para LENIN, dado el primado de la estructura, el comunismo llega al poder mediante la conquista violenta del Estado: LENIN, EL ESTRATEGA, y TROTZKY, EL TÁCTICO; a esta acción seguirá la liquidación de las superestructuras burguesas y su sustitución por el pensamiento MARXISTA. Para GRAMSCI, en cambio, en los países que se distinguen por las características antes señaladas – como el caso de ITALIA y nuestra América hispánica – LA REVOLUCIÓN TRIUNFARÁ SÓLO SI SE CONQUISTA PRIMERO LA SOCIEDAD CIVIL y, COMO CONSECUENCIA, EL ESTADO. Hace falta, por tanto, sustituir la cultura vigente por una nueva cultura integralmente MARXISTA y hacer que se extienda hasta dar origen a un nuevo sentido común: UNA NUEVA FORMA DE RAZONAR, UNA CONCEPCIÓN MARXISTA DEL MUNDO.
A esto concluye DEL NOCE: “GRAMSCI quería ser, quería representar la posición revolucionaria que de hecho implicaba que el Partido Comunista para GRAMSCI no era un partido, sino una concepción de la vida que debía sustituir las concepciones anteriores y, sobre todo, el socialismo es la religión que debe dar muerte al cristianismo, darle muerte en el sentido de ponerse en su lugar”. (O. cit., p. 161).
El socialismo hoy no es otra cosa sino ideología: va dirigido a obtener las libertades burguesas – divorcio, aborto, control de la natalidad, eutanasia, ecologismo – presentándose como el heredero del viejo liberalismo, puesto al día gracias al encuentro con el progresismo radicalizante. Es una forma de marxismo revisionista, un intento de asimilar el marxismo a la cultura demoliberal. Y el marxismo gramsciano es, en cambio, auténticamente filosófico, fundándose precisamente en la conciencia de constituir una nueva cultura total y totalitaria, como GRAMSCI repite continuamente. Actualmente, el PCI se ha convertido en el “Partido Democrática de la IZQUIERDA” (PDI), siendo el heredero en sus objetivos y programas del fundado por GRAMSCI en 1921, presentándose en las últimas elecciones realizadas en Italia con una plataforma abiertamente ambientalista-ecologista. Es que, a nuestro juicio, la socialdemocracia y el radical-socialismo preparan en la superestructura – con sus reivindicaciones liberticidas o parafraseando al catedrático católico DEL NOCE, el suicidio de la verdadera libertad, que intentan disolver los fundamentos metafísicos de la religión, de la moral, del derecho -, el camino para una victoria plena del comunismo.
¿Es el marxismo un nuevo humanismo, una filosofía que exalta los valores humanos y defiende la dignidad humana? ¿Es el marxismo compatible con el cristianismo?
Ahora bien: es necesario – y posible – demostrar que situar al marxismo en el lugar que le corresponda en la historia de la filosofía exige una nueva comprensión de la historia del pensamiento y de la historia en general, que no puede convenir más que a la metafísica del primado del ser. Sólo en base a esta nueva comprensión de la historia puede después proceder a una filosofía de la política. (AUGUSTO DEL NOCE, Il problema dell´Ateismo).

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La Ciudad de los Ateos y sus dos caras

Sociedad comunista y sociedad opulenta tienen un único proyecto: LA EXTINCIÓN DE LA RELIGIÓN.
La “Sollicitudo rei socialis” propone la solidaridad.
¿Tiene sentido hablar de doctrina social de la Iglesia?

Por Augusto del Noce

Muchos, incluso entre los católicos, piensan que se trata de una iniciativa que empezó bajo LEÓN XIII en 1891 pero que se ha demostrado inadecuada, tanto que hoy debería ser silenciosamente abandonada. La Iglesia, se dice, tiene la misión de predicar y de practicar la caridad, no de dar consejos a la creación y la distribución de riquezas, asumiendo funciones que forman el campo propio de los políticos y de los economistas. De opinión distinta es, en cambio, JUAN PABLO II, y diría que la reciente “Preocupación Social” que es a la “POPULORUM PROGRESSIO” de PABLO VI lo que la “Laborem exercens” es a la “RERUM NOVARUM” de LEÓN XIII, lo ha reafirmado en el sentido del primado de la ética (parágrafos 43; 56; 57; 63).

*PRIMADO DE LA MORAL. Pero es necesario cuidarse muy bien de entenderlo como una exhortación edificante, cuando por el contrario es una constatación realista, verificada, de la situación mundial presente, vista en su globalidad, incluyendo el Tercer Mundo y todas las fojas del subdesarrollo.
Efectivamente, si consideramos la historia de las últimas de las últimas décadas, comprendemos cómo este primado ha sido olvidado o, más aún, para hablar con mayor rigor, negado en todo el mundo, tanto en el Este como en el Oeste; en los países del Este en forma de una licuación de la ética en la política, en Occidente en la subordinación de la ética a la economía. En una confianza en la técnica que se ha revelado falaz; hablo, naturalmente, no de la técnica en sí sino de la técnica vista como separada de la ética.

*Si recorremos la historia nos damos cuenta de que hemos llegado al punto conclusivo de un progreso que tuvo inicio en los últimos del seiscientos con la hipótesis de la “CIUDAD DE LOS ATEOS” pronunciado por uno de los iniciadores del iluminismo, PIERRE BAYLE. Fue él, que personalmente no era para nada ateo, el que enunció esta hipótesis: considerada que una ciudad, plenamente ordenada, de forma que las exigencias de todos estuvieran satisfechas, formada por ateos, sería posible. Hoy, si se mira bien, esta ciudad de los ateos se ha realizado: en los países comunistas más o menos declaradamente, pero también en las sociedades liberal-democráticas occidentales, donde es verdad que la fe religiosa es libre pero, en el sentido en que muy habitualmente es entendida, como un surplus respecto de un mundo social que podría organizarse sin referencia Dios.

EL LAICISMO y DOS CARAS

Llamaremos laicismo a esta hipótesis de “LA CIUDAD DE LOS ATEOS” distinguiendo en ella las dos versiones: la COMUNISTA y la SOCIEDAD LLAMADA OPULENTA. Ambas miran a la extinción de la religión: rápida o incluso forzada en las sociedades del ESTE; manteniendo las formas de la libertad, sin ninguna imposición y sin ninguna apariencia de persecución, en el Occidente.
¿Por qué hablo de la extinción no coaccionada de la religión que ocurriría en las sociedades occidentales? Naturalmente ustedes habrán oído hablar de secularización, de descristianización, etc.; se trata de palabras que están en boca de todos.
¿Qué significan para Occidente? La separación entre un mundo de acá, que se gobierna según sus propias reglas, rigurosamente autosuficiente, y un mundo de allá, cuyo pensamiento encuentra refugio en una interioridad tan profunda que algún psicólogo ha hablado de religión invisible; realidad en la cual es lícito creer, pero sin que esto incida en la autonomía de la ciudad secular.
Ahora bien, el Este y el Oeste tienen esto en común: ambos han aceptado la posibilidad de la “CIUDAD DE LOS ATEOS”. En este sentido la Encíclica ha criticado el capitalismo liberal no menos que el socialismo soviético; esto sorprendió, e hizo hablar de una errónea equidistancia en la que el Papa se habría colocado respecto a los dos modelos.

UN MUNDO DE DESIGUALDADES

Estamos ya a más de veinte años de la Encíclica “POPULORUM PROGRESSIO” del papa PABLO VI, a la que se enlaza la presente; más de cuarenta años después de la conclusión de la Segunda Guerra Mundial. El progreso técnico ha sido enorme, como no lo ha conocido ningún otro período de la historia; pero a éste no ha correspondido de ninguna manera a un progreso social equivalente; es más, se está ampliando cada vez más el foso que separa la parte rica de la parte pobre de la humanidad (parágrafo 16). Es fácil aducir ejemplos. En el Tercer Mundo se sigue muriendo de hambre. Y el “se sigue”, creo que sea un eufemismo: dejo de lado el empeoramiento de las situaciones y sus responsabilidades.
Veamos en el mundo “desarrollado”, y considerando la situación de los viejos, asimilada, en grandísima parte, a la de los pobres.
En un tiempo la vejez era considerada sinónimo de sabiduría; el viejo, el abuelo, era aquel que había transmitido los valores permanentes al padre, y éste, aquel que los transmitía al hijo. Nada de esto permanece hoy. El viejo es aquel que es superado por este río del progreso que corre con una velocidad cada vez mayor. Es aquel que está destinado a desaparecer, y cuanto más rápido cumpla esta tarea, mejor.
En estos días he leído en los diarios una noticia que me erizado. Se refería a Suecia. Estábamos acostumbrados a considerarlo el país en el que la pobreza había desaparecido gracias a la asistencia, vista como una TÉCNICA y llevada a nivel de PERFECCIÓN. Y ahora nos enteramos de que en los hospitales los viejo son abandonados a su suerte, privados de aquellas curas para ellos el Estado asistencial no tiene dinero. Vale el principio según el cual “se les ruega desaparecer” aunque no son obligados a ello por la fuerza. “Hagan las cosas rápido, para ustedes no queremos usar curas que prolonguen la vida”. Es decir, el principio de la eutanasia para lo cual ya hay propaganda y la batalla puede ser llevada hasta sus más estrictas consecuencias. Es decir, límite de edad fijado por la ley, y estaría resuelto el problema de las pensiones (beneficios).
Pero, aún sin llegar a este extremo, e todo Occidente y sobre todo en el país más democrático, los Estados Unidos, las desigualdades son más que evidentes.
Se dirá que siempre existieron o, más aún, que hoy existiría un gran progreso porque existe la posibilidad, que antes no existía, para el que parte de cero, de llegar a los niveles más elevados. Y sin embargo las desigualdades de hoy hacen sufrir más; es verdad que un tiempo estaba el que nacía señor y el que nacía pobre siervo; sin embargo entre ellos, en línea de principio, pero a menudo también de hecho, subsistía una SOLIDARIDAD.

Efectivamente todos estaban unidos en el respeto por los Mandamientos; es verdad que se podía violarlos y esto era más posible para el señor que para el siervo; sin embargo, el que los desobedecía incurría en la pública deploración.
En cambio hoy se puede decir que vale el principio general “están los que lo no logran” sin ninguna contemplación por principios superiores que no sean aquellos que no sean aquellos que no se refieran a las puras técnicas de la coexistencia; es decir, en ausencia de leyes morales universalmente válidas viene a menos el principio de la solidaridad.
Y JUSTAMENTE es sobre este tema de la solidaridad donde la Encíclica insiste particularmente, como una palabra de la que sólo hoy, en razón de su falta, se puede entender plenamente el sentido.
La solidaridad es la especificación de la ética en relación al desarrollo. Los términos de paz, solidaridad y desarrollo están inseparablemente ligados (parágrafo 53).

DOS BLOQUES, DOS IMPERIOS

Agrego, además, que el mundo presente se muestra dividido en dos bloques, uno guiado por la idea del colectivismo y otro por la idea del individualismo; y como ambas ideas son inconciliables sucedió que los dos bloques sucedió que los dos bloques se transformaron en dos imperios.
Y como la ley de los imperios es la expansión, la paz no puede fundarse más que sobre aquello que justamente ha sido llamado el “equilibrio de las impotencias”.
Este estado de cosas significa el fracaso de la idea de que es suficiente la TÉCNICA para salvar al hombre; es decir, el fracaso de la idea sobre la que fundado del orden social mundial de la posguerra.
Siguiendo el camino de la simple técnica el desarrollo se deforma en un superdesarrollo. Es decir, que la técnica fuera de algo que sea superior a ella, no garantiza por sí mismo el desarrollo. La Encíclica afirma que, cuando aquella es separada de la ética, sus consecuencias no son moralmente neutras sino inmorales, porque en el horizonte del economismo puro el sujeto individual no puede ver n el otro más que un competidor y solamente un competidor.

*Y ahora tratemos de resumir todo lo que se ha dicho en tres fórmulas sintéticas.*

1. El Desarrollo pensado como fundado solamente sobre la ética lleva a los dos opuestos equívocos del superdesarrollo y del subdesarrollo.
2. 2. Los dos materialismos, llevando a dos imperialismo inconciliables introdujeron, a través del comercio de armas, su propio conflicto en el Tercer Mundo, la mayor y más desconocida de las víctimas. Desde de la terminación de la guerra hasta hoy en los distintos conflictos locales, dependientes en último análisis de la antitesis entre ellos, hubo, por lo menos, diez millones de muertos.
3. Sí, por consiguiente, la realidad social está dominada por “estructura de pecado”, entonces el compromiso social político de los hombres se hace parte de la esencia misma del cristianismo; forma parte del contenido de la conversión y el Papa agrega que la conversión no es realmente tal sino es también “conversión hacia la superación de los obstáculos morales y políticos para el desarrollo”.
4. Este principio es la verdadera, absoluta novedad de la Encíclica.
5. Todo cristiano debe, por lo tanto, sentirse responsable del mundo. De la moralidad que todavía sigue siendo entendida en un sentido individual se debe pasar a una moral entendida en sentido solidario.
6. De esta manera se denuncia en esta Encíclica un deber moral, consiguiente a la fe religiosa, que es nuevo; ciertamente ya virtualmente presente en la doctrina tradicional, sin embargo hasta hoy jamás afirmado con tanta claridad. (1º mayo de 1988. Revista “ESQUIU”, p. 33-35).

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domingo, 1 de noviembre de 2009

La concepcion ebionita de Ernesto Cardenal: Del ebionismo a la Teología de la Liberación


Expuesto y editado en las Terceras Jornadas Nacionales de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Vaquerías, Valle Hermoso, noviembre de 1979. Se cumplen 30 años y se hicieron las actualizaciones.

Por Gabriel S. P. Pautasso

* “Yo soy un comunista cristiano” (Ernesto Cardenal Martínez.)*

* Ricardo de la Cierva,”Jesuitas, Iglesia y marxismo 1965-1885. La teología de la liberación desenmascarada”, Plaza & Janes, 537 págs., p. 111)

Todas las proposiciones de ERNESTO CARDENAL MARTÍNEZ presentan un espíritu sectario ebionita de origen escatológico milenarista, ya que el concepto de salvación que propone y propagandizada se funda:
a) una salvación colectiva, en el sentido de que debe ser disfrutada por fieles católicos como lo colectivo o como colectividad;
b) terrestre o terrena, en el sentido de que debe realizarse en la tierra, hic et nunc, aquí y ahora, y no en un cielo fuera del mundo;
c) inminente, en el sentido de que ha llegar pronto y de un modo repentino;
d) total, en el sentido de que transformara toda la vida en la tierra, de tal modo que la nueva disposición no será una mera mejoría del presente sino la perfección. (San Jerónimo, Patrología Latina de Migne, t. XXII, col. 942).

A propósito de este escueto artículo de CARDENAL, podemos encontrar semejanzas con el comunicado, en su versión periodística, de la Conferencia Episcopal Nicaragüense, que nos remite a “La Voz del Interior”- diario, de Córdoba, fechado el 18/11/1979, de una agencia extranjera que afirma, entre otras cosas: “La Iglesia Católica nicaragüense se declaró ayer comprometida con la revolución sandinista y pidió que todos participen, dentro de un clima de libertad y crítica”. Agrega el despacho que “los siete obispos de Nicaragua encabezados por el jefe de la Iglesia, Monseñor MIGUEL OBANDO y BRAVO, emitieron una pastoral con base en las conversaciones que sostuvieron recientemente con la Junta de gobierno nicaragüense. Los obispos dijeron que “la Iglesia sostiene una posición de avanzada radical en su apoyo a las leyes revolucionarias que rescatan al POBRE (EBIONIN) de toda marginación”. Y se agrega: La pastoral exalta los valores de la revolución sandinista y afirma “adopta una teología liberadora, de apoyo al verdadero SOCIALISMO y en defensa de la dignidad humana y la libertad”. Hasta aquí lo expuesto por la “La Voz del Interior”- diario de Córdoba en su pág. 2. Las conclusiones se pueden deducir obviamente.

De lo sostenido por el “antiguo fascista” (CARDENAL), junto a HELDER CÁMARA y JOSÉ MARÍA DE LLANOS, entendemos que debe considerarse como una concepción ebionita, por cuanto:

1) renuncia a la riqueza y retorno a la “POBREZA EVANGÉLICA”.
2) Renuncia al poder.
3) Se acerca una edad que será la edad de los POBRES (EBIONIN), de los oprimidos, de los marginados o excluidos, de los desarraigados, de la libertad y de la paz. Reinará la propiedad colectiva per saecula saecolorum, no habrá clases sociales ni propiedad privada.
4) Negación de la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, por lo tanto, el Ebionismo es una prefiguración del Arrianismo, es un protoarrianismo.
5) Buscan una iglesia de los pobres (EBIONIN) y comprometida en la lucha con los pobres (IGLESIA POPULAR sandinista).
6) Es un movimiento profético, en el sentido judaico heterodoxo del término, profetismo y justicia social, que sostiene que la obligación primera y fundamental de un cristiano es “hacer la revolución” temporal, del aquende y no del allende.
7) No quieren una política o cultura católica, sino que se adhieren a la revolución secular-materialista que hay que hacer entre creyentes y no creyentes o ateos.
8) Su vida “cristiana” es una pretendida vuelta al primitivo cristianismo ebionita, con formación de “comunas”, que rara vez llegan a serlo totalmente, pero al menos con bolsas comunes y ayuda colectivista. Los sacramentos son olvidados y a veces secularizados. Quieren una Eucaristía que no sea ceremonia, sino en común. En este punto se inscribe la experiencia de CARDENAL con si “comuna” de Nuestra Señora de Solentiname (Lago de Nicaragua), fundada en 1966, un año después de ordenarse sacerdote en el Semanario de Managua, y de la que dice: “Vine a esta última isla buscando la soledad, el silencio, la meditación y en último término, buscando a Dios. Dios me llevó a los demás hombres. (Trapense TOMAS MERTON). La contemplación me llevó a la revolución”.
9) El sacerdote es uno más entre ellos. Los bienes de la Iglesia hay que restituirlos al pueblo, al que pertenecen. Lo único que exigen con respecto al compromiso en el mundo es que sea a favor de POBRES (EBIONIN) y que tienda a romper las estructuras, es decir, que sea revolucionario.
10) Normalmente los más avanzados de este movimiento profético ebionita admiten la teoría marxista e incluso trabajan con los marxistas. Se trata de una revolución en el que sandinismo, marxismo, cristianismo en la nueva Nicaragua, donde las relaciones entre sandinistas, marxismo y cristianismo se encuentran desde ayer hasta hoy en el centro de la lucha ideológica de la Nueva Nicaragua. Desde cierta óptica, la “acusación” más grave dirigida contra el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) es la de ser marxista – leninista. Ello significa materialismo, dogmatismo, totalitarismo, alineamiento con la Unión Soviética (URSS). También significa traición al proyecto de SANDINO, si es cierto que este caudillo hispanoamericano no era comunista ni marxista, y sí nacionalista. Sobre todo, significa que la Revolución Popular Sandinista es – en su inspiración profunda, anticristiana de la vertiente ebionita heterodoxa y, por lo tanto, contradice las aspiraciones del pueblo nicaragüense. El monje poeta, CARDENAL dice:
“Yo considero que mi misión es predicar desde aquí el marxismo, pero un Marxismo con SAN JUAN DE LA CRUZ”.

A ello, respondemos, con SAN JERÓNIMO:

“Sed dum volunt Judaei esse et christiani,
Nec judaiei sunt nec christiani”.

(“Pero, mientras quieren ser judíos y cristianos,
No son, ni judíos ni cristianos”).

En efecto, presentemos algunos testimonios al respecto:

ERNESTO CARDENAL MARTÍNEZ, el monje poeta ebionita: “En el Evangelio en Solentiname Laureano dice: yo tengo veintiún años, y quiero que este reino sea pronto, que no sólo me toque verlo a mí sino que sea dentro de dos años. En el Evangelio en Solentiname dice Laureano que ojala que el reino de los cielos fuera dentro de dos años” “Cristo viene a decirnos que ya ese reino empieza con él, y eso es lo que MARX ha llamado el comunismo perfecto” (MARGARET RANDALL, Cristianos en la revolución, pp. 92-93).

“Yo he llegado a la revolución por el Evangelio. No por la lectura de MARX sino por Cristo. Se puede decir que el EVANGELIO me hizo marxista” (ERNESTO CARDENAL, “Conversación en Solentiname”, 1976, en Sobre de la santidad de la Revolución, p. 20).
“El marxismo es fruto del Evangelio. Sin el cristianismo el marxismo hubiera sido posible, y los profetas del antiguo testamento son los predeciros de MARX. Y me parece que con el cambio del sistema de producción
se podrá lograr vivir el Evangelio, se podrá crear el “hombre nuevo”, o sea, a escala social, no sólo individualmente y en contra de la sociedad. Ahora se trata de cambiar la sociedad, de cosechar el último fruto del Evangelio”. (Ibid., p. 31).
“Además el comunismo es profundamente cristiano. Es más, es la esencia del cristianismo. La palabra comunión es lo mismo que el comunismo. San Pablo usa una misma palabra griega, koimonía, para la comunión y para la comunidad de bienes. Y usa la misma palabra para la unión de los hombres con Dios: lo que él llama la comunión (o comunidad de bienes) del Espíritu Santo. O lo que podríamos llamar: el comunismo que hay entre los hombres y Dios. Por cierto que PABLO la puesta de los bienes en común y en la eucarística y la comunión con el Espíritu Santo son una misma cosa, y cuando en la epístola a los hebreos habla de la puesta en común de los bienes dice que ése es el sacrificio que agrada a Dios. Como quien dice: la verdadera misa” (ERNESTO CARDENAL, “Sobre poesía, revolución e Iglesia”, 1976, en Sobre la santidad de la Revolución, p. 57).
“El “hombre nuevo” es el hombre desprovisto de egoísmo, el hombre que vive en función de los demás, para servir a lo demás. Es el hombre de una sociedad socialista, de una sociedad en la que el hombre ya no explota al hombre, en la que uno vale no por lo que quita a los demás, sino por lo que da a los demás. En Cuba están a los niños, enseñándoles a vivir en función de lo s demás, y me parece a mí que en la juventud cubana se ve ya en gran medida este tipo de hombre nuevo está surgiendo. Ellos dicen que el mejor ejemplo del “hombre nuevo” es el “Che Guevara” y lo presentan como modelo para los niños cubanos. En realidad, el “Che Guevara” era un hombre completamente desprovisto de egoísmo. En mi libro sobre Cuba cuento bastantes anécdotas sobre el Che, sobre esta santidad del Che. El hombre nuevo de Cuba es el mismo hombre nuevo cristiano” (ERNESTO CARDENAL, Conversación en Solentiname, en Ibid., p. 31).
“Yo no veo ninguna diferencia, ninguna contradicción entre marxismo y el cristianismo, porque nosotros precisamente discutimos al comienzo ese tipo de problemática. Y me acuerdo que siempre agarrábamos los Hechos de los Apósteles en el capítulo 3 creo – si no me equivoco es el capítulo 2 o 3 – donde habla de la primera comunidad primitiva. Y que cada quien tenía lo suyo de acuerdo a sus capacidades y que nadie tenía necesidad.
Entonces veíamos dentro de la vida cristiana un modelo de sociedad así en que cada quien tuviera lo justo, lo necesario, vivir sin ser humillado y de acuerdo a sus capacidades. Si el socialismo es hacer una distribución equitativa de los bienes y recursos de un país en beneficio de la mayoría o de la totalidad del pueblo, yo no creo que haya ninguna contradicción entre el cristianismo y el socialismo. Si veo una contradicción entre el cristianismo y el capitalismo que es opresor, que usa la política de la explotación, de la marginación, de la represión. Si veo una gran diferencia entre el cristianismo y el capitalismo”. (DAVID CHAVARRÍA en MARGARET RANDALL, Cristianos en la revolución, pp. 289-290).

Por consiguiente, la existencia, después del año 70, de dos movimientos heterodoxos judeo-cristianos que no son propiamente gnósticos. JUSTINO, en su Diálogo, poco después del 150, distingue dos categorías de judeo-cristianos: los que comparten la fe común, pero permanecen fieles a las prácticas judías y que son los descendientes de la comunidad de Santiago; y otros “que reconocen a Jesús como Cristo, pero diciendo que fue un hombre entre los hombres”. JUSTINO no pronuncia a propósito de este grupo la palabra ebionitas. Pero las noticias de IRENEO, de ORÍGENES y de EUSEBIO ven unánimemente en tal afirmación que Cristo es un hombre como los demás, nacido de JOSÉ y de MARÍA, rasgos característicos del ebionismo.
Esta concepción de Jesús como profeta anunciado Moisés, pero no como Hijo de Dios, fue común a varios grupos judeo-cristianos heterodoxos. Y es muy probable que existiera bastante antes del 70. Esto hay que concedérselo a H. J. SHOEPS. Pero es posible determinar con mayor precisión las coordenadas de la secta de los ebionitas en sentido estricto. EPIFANIO sitúa su origen después de la toma de Jerusalén, entre los judeo-cristianos refugiados en Pella. Precisamente en esta región tuvo él en sus manos el evangelio de aquéllos. Un evangelio del que nos ha conservado algunos extractos y que viene a ser una transformación del Evangelio de los NAZARENOS en sentido heterodoxo. Su redacción se remonta a principios del siglo II, es decir, durante el reinado de TRAJANO. Las prácticas baptistas nos orientan asimismo hacia Transjordania.
EPIFANIO enumera entre los libros santos de la secta los Viajes de Pedro. Esta obra que constituye de las Homilías y de los Reconocimientos Clementinos se basa a su vez en los Kerigmas de Pedro, que son de la primera mitad del siglo II. Éstos últimos, por su parte, presentan notables contactos con la doctrina de los esenios, en particular por lo que se refiere al verdadero Profeta, a los dos espíritu y a la proscripción de sacrificios sangrientos. Con razón, pues, ha propuesto OSCAR CULLMANN se considere a los ebionitas como un grupo de esenios convertidos a Cristo después del 70, en Transjordania (ahora Jordania), bien porque abandonaron Qumrán, bien porque formaran parte de la emigración de KOKBA, junto a Damasco. Se trataría de unos cristianos de lengua aramea, muy apegados a las prácticas judías, como la transmigración. Nos hallamos ante una derivación normal del grupo de Qumrán. Los ebionitas comparten la concepción esenia de oposición de los dos principios. Pero IRENEO subraya expresamente que no enseñan que el mundo haya sido creado por otro ser fuera de Dios. No son, por tanto, gnósticos en el sentido propio de la palabra, según el profesor R. P. JEAN DANIELOU.
Es así que, llamamos judeocristiana a la rama de la Iglesia antigua que pretendía unir la fe en Jesús Mesías con una observancia rigurosa de la ley judía, y que en lo esencial se desarrollo en Israel, pero no sólo allí. Sus fieles eran históricamente, los descendientes de la primera comunidad jerosolimita que emigró a la ciudad Transjordania de Pella con motivo de los incidentes del año 66-70, después del martirio de su jefe. Las catástrofes de Palestina les afectaron directamente, y, con la evolución de la Iglesia, que tendía cada vez a convertirse exclusivamente en Iglesia de los gentiles, pasaron a formar una secta herética; con el nombre de EBIONITAS o NAZARENOS llevaron una existencia oscura hasta el comienzo del siglo V; cuando desaparecieron, absorbidos probablemente, unos, por la Iglesia y otros, por la Sinagoga. Se distinguían de los demás cristianos por su ritualismo y por ciertos caracteres doctrinales, particularmente por una cristología muy arcaica que no reconocía la divinidad de Cristo. Esta afirmación la seguimos a MARCEL SIMON-ANDRE BENIOT.

Judeocristianismo y herejía: … Eso mismo es lo que expresaba EUSEBIO en su Historia Eclesiástica, cuando interpretando el término EBIONITAS (los pobres) como designando “a los que piensan pobremente en Cristo” (Hist. Ecl., 3, 27, 1).

“Una exhortación a la pobreza no viene mal, - afirma P. Fray ALBERTO GARCÍA VIEYRA O. P - . Pero no se trata de la práctica de la pobreza, de evitar lo superfluo, de conformidad con la voluntad de Dios. Se trata de un problema social y político. Las llamadas “villas miseria”, requieren la atención sacerdotal y religiosa. Pero una atención de ministerio sacerdotal, como lo requiere cualquier grupo humano.
LA SOLUCIÓN CONTRA LOS EXCESOS DEL CAPITALISMO LIBERAL ES LA VIDA CRISTIANA QUE PUEDE SUSCITAR EL MINISTERIO SACERDOTAL; LA VIDA DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD ES LA ÚNICA FUENTE DE LA JUSTICIA SOCIAL. LAS SOLUCIONES DE RUSIA, CHINA O CUBA SON RADICALMENTE FALSAS Y MENTIROSAS; NO DISMINUYEN SINO ACRECIENTAN LA MISERIA.
Si la Iglesia es llevada a enrolarse en la Revolución social, no tendremos a corto plazo ni la Iglesia ni paraíso latinoamericano, sino el infierno comunista.
“Creo que el contemplativo, el monje y aún el ermitaño es en realidad un revolucionario. También él está promoviendo el cambio social. Y también da testimonio de que además de los cambios políticos y sociales hay una realidad trascendente, más allá de la muerte. Yo creo que es importante que también haya personas que recuerden a la humanidad que la revolución se prolonga también después de la muerte” (ERNESTO CARDENAL, “Conversaciones en Solentiname”, 1976, Sobre la santidad de la revolución, p. 21).

Esta experiencia se refleja de un modo muy claro en la profesión de fe de GASPAR GARCIA LAVIANA: “Mi fe y mi pertenencia a la Iglesia Católica me obligan a tomar participación activa en el proceso revolucionario con el FSLN, porque la liberación del pueblo oprimido es parte integrante de la liberación total de Cristo”.

En el mismo sentido describe su experiencia ERNESTO CARDENAL: “Fue Dios quien me llevo a un monasterio trapense, donde estaba seguro que me iba a ser el destino de una vida de completo silencio. Pero me sacó para llevarme a una comunidad muy diferente: Solentiname. Y después, hacia una integración en un movimiento armado, en una lucha de liberación. Y después para algo que yo nunca me había imaginado que sería para mí, el cargo de un ministerio en el Gobierno. Y yo veo de que es un solo camino. Desde el silencio de la Trapa hasta el cargo en el Ministerio de Cultura, obedeciendo yo a una voluntad. Pero como me estaba preguntando acerca de Dios, al hacerme yo marxista, considerado que él es la fuerza del amor. Y eso es el concepto bíblico de Dios” (MARGARET RANDALL, Cristianos en la revolución, pp. 152).
“Para mí, la revolución y la religión - afirma CARDENAL - van a la par. Para mí son dos cosas iguales, jamás desigual, la religión de la revolución.
Yo por eso convengo en decir que los revolucionarios pueden estar con los cristianos. No hay absurdo. Yo he oído decir que hay quienes dicen que un revolucionario no puede estar con un cristiano. ¿Qué es eso? Pues de hecho ¿un revolucionario no es un verdadero cristiano? Y un revolucionario, ¿no mienta a Dios? Tal vez porque no quiere, pero de hecho es más cristiano del que se diga cristiano. Por eso, para mí son dos cosas iguales. Para mí el cristiano tiene que ser revolucionario. Y entre los revolucionarios pueden haber cristianos.
De hecho el verdadero revolucionario es el verdadero cristiano. Para mí no hay cristiano que no sea revolucionario. Allí sí estoy en contra. Si a mí me dicen que ese sacerdote es buen cristiano, y no ama a la Revolución y no la entiende, para mí no es cristiano . Es lo contrario. Y cualquier persona que me diga que es bien religiosa pero que no le gusta la Revolución, para mí no es religiosa. O sea, para mí no entienda nada. A Jesús no lo entiende” (Testimonio de OLIVIA SIERRA, en Ibid., pp. 94-95).

Una segunda cita es de ALEXANDER SOLJENITSIN : quien su Carta Pascual se asombra de que “haya teólogos que proclaman las ilimitadas bondades del marxismo”. Critica inmediatamente al sacerdote poeta de Nicaragua, ERNESTO CARDENAL, para quien, “la experiencia tenida en Cuba ha sido la más importante después de su conversión religiosa”, allí comunicó a FIDEL CASTRO que”en América Latina la Iglesia Católica va evidentemente hacia el marxismo”.

A fines de 1979 los observadores detectaban ya claramente que la fuerza esencial del nuevo régimen era el Frente Sandinista de Liberación Nacional, con la colaboración del sector liberacionista (Teología de la Liberación) de la Iglesia Católica, que tomó el nombre de Iglesia Popular. Dos sacerdotes, entre ellos el espectacular y famoso ERNESTO CARDENAL, ministro de cultura, es decir, pura y simplemente de propaganda y acción psicología marxista. Es revelador el Encuentro de Teología celebrado en Managua del 8 al 14 de septiembre de 1980, y que recogido en Apuntes para una teología nicaragüense según ponencias de los teólogos de la liberación JON SOBRINO, JUAN H. PICO, MIGUEL CONCHA, JOSÉ I. GONZÁLEZ FAUS, PABLO RICHARD y el reconocido TL FREI BETTO. (LIBANIO CRESTO).

En 1981 el gobierno suspendió la misa televisada que desde muchos años, celebrada el arzobispado de Managua monseñor OBANDO y BRAVO, con el pretexto de que había de dar cámara a los sacerdotes progresistas. De cuales tres estaban el gobierno: el miembro de la congregación de Maryknoll MIGUEL D´ESCOTO, ministro de relaciones exteriores; el padre ERNESTO CARDENAL, ministro de cultura y encargado de propaganda y acción psicológica marxista; y el jesuita FERNANDO CARDENAL, líder de la juventud sandinista, al que nombró ministro de educación.

La profanación de Managua: el 4 de marzo de 1983, con plena conciencia de lo que le esperaba, JUAN PABLO II llegó al aeropuerto Sandino de Managua, donde la Junta de Gobierno había permitido a muy pocas personas que vinieran a recibirle; ya empezaba desde el primer momento la vil manipulación sandinista del viaje papal. DANIEL ORTEGA, coordinador de la Junta, reprochó al Papa, que lo aguantó con los brazos cruzados, una arenga revolucionaria insufrible, llamándole eminentísimo señor e incluso eminentísimo hermano. Al saludar a los miembros de la Junta el Papa hizo un gesto de admonición al sacerdote ERNESTO CARDENAL, que se había arrodillado ante JUAN PABLO II; la TV sandinista lo interpretó luego, con singular desfachatez, como “una bendición especial”.

Un encendido elogio del padre CRISTOBAL SARRIAS al excéntrico y rebelde poeta nicaragüense ERNESTO CARDENAL, ministro de cultura, antiguo admirador del fascismo español, director luego de la comunidad idílica de Solentiname, y amigo de promover la estrategia de la teología de la liberación en la toda América revestido de un camisón con una enorme mariposa bordada. “Decir ERNESTO CARDENAL – comenta el padre SARRIAS, profundo -, es decir poesía contemplativa, y también compromiso con los destinos (ilusiones, nostalgias, frustraciones) de su pueblo de Nicaragua”. El Papa reprendió públicamente en Managua a ERNESTO CARDENAL, pero el padre SARRIAS cree que “lo que ha existido siempre detrás de sus actitudes y de sus palabras…es el Evangelio”. Luego traza una biografía incensada de CARDENAL, en la que omite toda referencia fascista, y comenta después el último alarde del poeta-ministro, Tocar el cielo, del que resalta esta genial estrofa:

La infinita noche negra
De las estrellas, con nuestra Tierra es el cielo,
Es el Reino de los Cielos


Como si se tratase de un San Juan de la Cruz siglo XX. U otro verso de calidad homérica:

¡Que bella está mañana la montaña!

Luego compara a CARDENAL con SAN FRANCISCO, con esta prueba evidente:

Toda la ecología gemía.

Opina el padre SARRIAS que el padre CARDENAL, y no los presos políticos del Gobierno sandinistas del que forma del padre CARDENAL, es “prisionero de sí mismo y de su libertad”, y mezcla a monseñor ROMERO, el arzobispo mártir y manipulado por los jesuitas de Centroamérica, con los mártires de la otra Compañía de Jesús en Inglaterra.

La teología de la liberación o el liberacionismo es un neoclericalismo de izquierdas. Nace psicológicamente del terror de algunos clérigos a un futuro milenio comunista - el siglo XXI – al que quieren sumarse para que no se les elimine. No son raros los casos de liberacionistas que antes fueron fascistas: el padre LLANOS en España, el padre ERNESTO CARDENAL o el mismo obispo Dom HELDER CÁMARA en América, y los casos son numerosos. Puede que algunos de estos personajes, al ver que se les secaba la fuente de poder en la derecho, hayan peregrinado para reencontrarla en la izquierda.

Llegamos con estos comentarios al final de nuestro análisis histórico desde 1978 hasta el año 2008, recordando que fue el ex obispo FERNANDO LUGO, votado en abril 2008 para presidente de la República de Paraguay, - formado en la teología de la liberación, en la tierra de GUSTAVO GUTIÉRREZ MERINO -, quien asumió en agosto de este año. ERNESTO CARDENAL y LEONARDO BOFF practicaron el turismo revolucionario. Desde una perspectiva independiente, hemos pretendido con ello brindar una colaboración al lector, sobre todo el lector católico, cuyo grado de información sobre la teología de la liberación resulta insuficiente.

Ésta es la clave de la doctrina marxista-leninista sobre la religión, que se ha aplicado a fondo ya en Oriente, y que se trata de repetir en Occidente, sobre todo en América, bajo la estrategia de la teología de liberación. La síntesis de cristianismo y marxismo, como lo preconiza ERNESTO CARDENAL MARTÍNEZ, y que proponen los liberacionistas es imposible; porque marxismo y cristianismo bajo el judeocristianismo ebionita no son solamente contrarios sino contradictorios, aunque los marxistas o comunistas cristianos pretenden asumir dialécticamente esta antítesis. No es posible – como profetizó GEORGE ORWELL – síntesis del amor y del odio; de la fe en Dios y la negación de Dios; de la esclavitud y la libertad.
A la lucha propuesta por los marxistas quiere responder, es decir, una respuesta a ERNESTO CARDENAL MARTÍNEZ, modestamente, esta hoja digital en medio de otros muchísimos esfuerzos esclarecedores del campo católico, con la lucha y no con el diálogo; con la denuncia y no con la entrega; con la esperanza y no con el derrotismo.

El autor y las páginas digitales DIARIO PAMPERO Cordubensis e Instituto Eremita Urbanus con sus consiguientes sitios de archivos y documentos, seguirán en la brecha con “sopla el Pampero”.
Con la Historia detrás; con el futuro delante.
Toda la Historia, todo el futuro.

Sopla el Pampero.
Laus Deo Trinitario. ¡VIVA LA PATRIA!

Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 86
Instituto Eremita Urbanus

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