lunes, 15 de junio de 2009

Fiesta del Santísimo Cuerpo de Cristo - Corpus Christi

Evolución y Ascensión. La Iglesia ante la evolución.
“Comiendo las víctimas, se participa del sacrificio” (“La celebración de la misa tiene el mismo valor que la muerte de JESUCRISTO”, dice SAN JUAN CRISÓSTOMO), y así, la Eucaristía fue instituida en forma de alimentación (Alel.), a fin de que pudiésemos comulgar de la Víctima del Calvario.


El ESPÍRITU SANTO después del dogma de la Trinidad nos recuerda el de la Encarnación, haciéndonos festejar con la Iglesia al Sacramento por excelencia, que, sintetizando la vida toda del Salvador, tributa a Dios gloria infinita, y aplica a las almas, en todos los tiempos, los frutos pingües de la Redención (Or.). Si JESUCRISTO en la cruz nos salvó, al instituir la Eucaristía la víspera de su muerte, quiso en ella dejarnos un vivo recuerdo de su Pasión. (Or.). El altar viene siendo como la prolongación del Calvario, y la Misa anuncia la muerte del Señor. (EP.). Porque en efecto, allí está JESÚS como una de sus víctima, pues las palabras de la doble consagración nos dicen que primero se convierte el pan en Cuerpo de Cristo, y luego el vino en su Sangre, de manera que, bajo las Sagradas Especies, JESÚS mismo ofrece a su Padre, en unión con sus sacerdotes, la sangre vertida y el cuerpo clavado en la Cruz.
“Comiendo las víctimas, se participa del sacrificio” (“La celebración de la misa tiene el mismo valor que la muerte de JESUCRISTO”, dice SAN JUAN CRISÓSTOMO), y así, la Eucaristía fue instituida en forma de alimentación (Alel.), a fin de que pudiésemos comulgar de la Víctima del Calvario. La Hostia santa se convierte en “trigo que nutre nuestras almas”. (Intr.). Como Cristo al ser hecho hombre Hijo de Dios recibió la vida eterna del Padre, así también los cristianos participan de su eterna vida (Ev.) uniéndose a JESÚS en el Sacramento, que es símbolo de la unidad (Secr.).
Esta posesión anticipada de la vida acá en la tierra por la EUCARISTÍA es prenda y comienzo de aquella otra de que plenamente disfrutaremos en el cielo (Posc.), porque “EL PAN MISMO DE LOS ÁNGELES, QUE AHORA COMEMOS BAJO LOS SAGRADOS VELOS, LO COMEREMOS DESPUÉS EN EL CIELO SIN VELOS (Conc. Trid.).
Veamos en la misa el centro de todo el culto de la Iglesia a la EUCARISTÍA, y en la Comunión el medio establecido por JESÚS, para que con mayor plenitud participemos de ese divino Sacrificio; y así, nuestra devoción al Cuerpo y Sangre del SALVADOR NOS ALCANZARÁ LOS FRUTOS PERENNES DE SU REDENCIÓN (Or.).

*1) El siguiente suceso tuvo lugar el 31 de enero de 1906, en el pueblo de Tumaco, perteneciente a la República sudamericana de Colombia, y situado en una pequeña isla a la parte occidental de aquella República, bañada por el océano Pacífico. Se hallaba allí de cura-misionero, en dicho tiempo, el Reverendo Padre FRAY GERARDO LARRONDO de SAN JOSÉ, teniendo como auxiliar en la cura de almas al Padre FRAY JULIÁN MORENO DE SAN NICOLÁS, ambos recoletos.
Eran próximamente las diez de la mañana, cuando comenzó a sentirse un espantoso temblor de tierra, siendo éste de tanta duración que, según cree el Padre LLARONDO, no debió bajar de diez minutos, y tan intenso, que dio con todas las imagines de la iglesia en tierra. De más está decir el pánico que se apoderó de aquel pueblo, el cual todo en tropel se agolpó en la iglesia y alrededores, llorando y suplicando a los padres organizasen inmediatamente una procesión y fueran conducidos en ellas las imagines, que en un momento fueron colocadas por la gente en sus respectivas andas.
Les pareció a los padres más prudente animar y consolar a sus feligreses, asegurándoles que no había motivo para tan horrible espanto como el que se había apoderado de todos, y en esto se ocupaban los dos fervorosos ministros del Señor cerca de la iglesia, cuando advirtieron que, como efecto de aquella continua conmoción de la tierra, iba el mar alejándose de la playa y dejando en seco quizá hasta kilómetro y medio de terreno de lo que antes cubrían las aguas, las cuales iban a la vez acumulándose mar adentro, formando como una montaña que, al descender de nivel, había de convertirse en formidable ola, quedando probablemente sepultado bajo ella o siendo tal vez barrido por completo de Tumaco, cuyo suelo se halla precisamente a más bajo nivel que el mar.

Aterrado entonces el Padre LARRONDO, se lanzó precipitadamente hacia la iglesia, y, llegándose al altar, sumió a toda prisa las Formas del Sagrado copón, reservándose solamente la HOSTIA grande, y, acto seguido, vuelto hacia el pueblo, llevando el copón en una mano y en otra a JESUCRISTO SACRAMENTADO, exclamó: Vamos, hijos míos, vamos todos hacia y que Dios se apiade nosotros. Como electrizados a la presencia de JESÚS, y ante la imponente actitud de su ministro, marcharon todos llorando y clamando a Su Divina Majestad tuviera misericordia.

El cuadro debió ser ciertamente de lo más tierno y conmovedor que puede pensarse, por ser Tumaco una población de muchos miles de habitantes, todos los cuales se hallaban allí, con todo el terror de una muerte trágica grabado ya de antemano en sus facciones. Acompañaban también al divino Salvador las imágines de la iglesia traídas a hombros, sin que los Padres lo hubieran dispuesto, sólo por irresistible impulso de la fe y la confianza de aquel pueblo fervorosamente cristiano.
Poco tiempo había pasado, cuando ya el Padre LARRONDO se hallaba en la playa, y aquella montaña formada a moverse hacia el continente, y las aguas avanzaban como impetuoso aluvión, sin poder alguno de la tierra fuera capaz de contrarrestar aquella arrolladora ola (tsunami), que en un instante amenazaba destruir el pueblo de Tumaco.

No se intimidó, sin embargo, el fervoroso recoleto; antes bien, descendió intrépido a la arena y, colocándose dentro de la jurisdicción ordinaria de las aguas, en el instante mismo en que la ola estaba ya llegando y crecía hasta el último límite el terror y la ansiedad de la muchedumbre, levantó con mano firme y con el corazón lleno de fe la Sagrada Hostia a la vista de todos, y trazó con ella en el espacio de la señal de la cruz. ¡Momento solemne! ¡Espectáculo horriblemente sublime! La ola avanza un paso más y, sin tocar el sagrado copón que permanece elevado, viene a estrellarse contra de JESUCRISTO, alcanzándole el agua solamente hasta la cintura. Apenas se ha dado cuenta el Padre LARRONDO de lo que acababa de sucederle, cuando oye primariamente al Padre JULIÁN, que se hallaba a su lado, y luego a todo el pueblo en masa, que exclamaban como enloquecidos por la emoción: ¡Milagro! ¡Milagro!
En efecto: como impelida por invisible poder superior a todo poder de la naturaleza, aquella ola se había contenido instantáneamente, y la enorme montaña de agua, que amenazaba borrar de la faz de la tierra el pueblo Temuco, iniciaba su movimiento de retroceso para desaparecer, mar adentro, volviendo a recobrar su ordinario nivel y natural equilibrio.

Ya comprende el lector cuánta debió ser la alegría y la santa algazara de aquel pueblo, a quien JESÚS Sacramentado acaba de librar de una inevitable y horrorosa hecatombe.

A las lágrimas de terror se sucedieron las lágrimas del más íntimo alborozo; a los gritos de angustia y desaliento siguieron los gritos de agradecimiento y de alabanza, y por todas partes y de todos los pechos brotaban estentóreos vivas a JESÚS SACRAMENTADO.
Mando entonces el Padre LARRONDO fuesen a traer de la iglesia la Custodia, y, colocando en ella la Sagrada Hostia, se organizó, acto seguido, una solemn´sima procesión, que fue recorriendo calles y alrededores del pueblo, hasta ingresar SU DIVINA MAJESTAD con toda pompa y esplendor en su santo templo, de donde tan pobre y precipitadamente había salido momentos antes.
Como el dicho estremecimiento no tuvo lugar no sólo en Temuco, sino en gran parte de la costa del Océano Pacífico, por los grandes daños y trastornos que aquella ola, rechazada en Temuco, causó en otros puntos de la costa harto menos expuestos que éste a ser destruidos por el mar, se puede calcular la importancia del beneficio que JESÚS dispensó a aquel cristiano pueblo, el cual, por estar, como hemos dicho, a nivel más bajo que el del mar, probablemente hubiera desaparecido con todos sus habitantes. He aquí lo que en carta que tenemos a la vista nos dice hablando de esto el misionero Reverendo Padre Fray BERNARDINO GARCÍA DE LA CONCEPCIÓN, que por entonces se hallaba en la ciudad de Panamá: “En Panamá estaba en la mayor bajamar, y de repente (lo ví yo) vino la pleamar y sobrepasó el puerto, entrando en el mercado y llevándose toda clase de cajas: las embarcaciones menores que estaban en seco fueron lanzadas a grande distancia, habiendo habido muchas desgracias.

El suceso de Temuco tuvo grandísima resonancia en el mundo, y de varias naciones de Europa escribieron al Padre LARRONDO, suplicándole una relación de lo acontecimiento.

(Extraído de PRODIGIOS EUCARÍSTICOS, Fray ANTONIO CORREDOR GARCÍA, O.F.M). franciscano.


*2) LA IGLESIA ANTE LA EVOLUCIÓN. EVOLUCIÓN y ASCENSIÓN.

La profunda pena que hoy conmueve a toda la Humanidad creyente – y estaría or decir incluso a la no creyente – por la irreparable desaparición de este gran Pontífice, sabio y santo, que fue PÍO XII, nos invita a sentarnos por un momento en el borde del camino que le llevado al sepulcro para considerar, al amparo de la gran luz que supo irradiar por todo el orbe, la trascendencia de este momento crucial de la Humanidad, acongojada bajo el peso de tantas angustias.

El tema que aquí se explicita nos acucia por ser realmente trascendental. La evolución orgánica no es sólo una especulación científica que interese a unos pocos hombres y que quede circunstancia a la sola esfera particular de la Ciencia, como si el tema estuviera desgajado de nuestra propia esencia y existencia. Por el contrario, sólo nos será posible adquirir el concepto equilibrado de nuestra significación humana con una adecuación a la modernidad de los avances científicos.
La Ciencia, desde luego, no puede llegar por sí sola a la misma entraña de nuestra última razón de ser; como producto que es de la propia mentalidad humana, estará siempre teñida de un antropocentrismo que nos pueda hacer caer insensiblemente en el error; pero este error; pero este error va corrigiéndose poco a poco. Existe la cara transnacional en la fenomenología de los hechos, algo que escapa a la pura razón objetiva y fría, y éste es el motivo por el cual la Iglesia se mueve con tanta cautela y con tanta prudencia, ambas perfectamente comprensibles para el científico desapasionado y justo.
Sin embargo, la controversia actual acerca del origen animal o sobrenatural del cuerpo humano parece remedar, para el científico evolucionista, una situación existente hace más de un siglo, cuando se discutía en exégesis la significación real o simbólica del número y duración de los días genesíacos. Recordemos a este respecto las normas dictadas ya en 1893 por el Papa entonces, LEÓN XIII, en su Encíclica Providentissimus Deus, acerca de la interpretación de los Libros Santos; y téngase en cuenta que, a pesar de la polvareda polémica levantada por ciertos indeformables contra las cifras que nos proporcionaron los métodos geocronológicos de medición de la edad de la Tierra, hoy perfectamente comprobados y aceptados, nuestro llorado PÍO XII, en su discurso de 1951 a la Academia Pontificia de Ciencias, decía textualmente: “…así también ha señalado su principio (del Cosmos) en un tiempo cinco mil millones de años, confirmando, con la exactitud de las pruebas físicas, la contingencia del universo y la fundada deducción de que el Cosmos haya salido de las manos del Creador alrededor de aquella época”.
La lenta y progresiva inducción científica acerca de la emergencia física del hombre a partir de la esfera inferior de la animalidad hace revisar la idea – que el científico le parece hoy absolutamente absurda – de haber utlizado Dios de manera propia el “barro de la tierra” para crear al cuerpo humano. Esa misma manera de ser explicada, en las Sagradas Escrituras, la creación del hombre, debería ser para todo el mundo suficientemente reveladora. En los Libros Santos no se nos dice que Dios creó al hombre de la nada, sino a partir de “algo material”.
La apasionada lucha que en el pasado siglo se enconó entre evolucionistas y fijistas, ha perdido hoy ya todo su virulencia e incluso su significación para los defensores de ambas posiciones. Es cierto que fueron principalmente los materialistas quienes levantaron la bandera del evolucionismo con fines ferozmente las voces de los fieles católicos. DARWIN, por ejemplo – y esto es sumamente importante saberlo en estos precisos momentos – sostenía en EL ORIGEN DE LAS ESPECIES que la vida se desarrolló a partir de una o algunas pocas formas inferiores creadas por Dios. Además, como testimonio de la seguridad de la creencia de DARWIN, cito textualmente de El Origen del hombre: …saber si existe un Creador, cuestión esta que las más privilegiadas inteligencias han resuelto (subrayo) afirmativamente”. DARWIN, que fue uno de los mayores genios científicos de la Humanidad, que alguien ha comparado a ISAAC NEWTON, dejó de lado la pasión y expuso de manera diáfana su Teoría de la Evolución, estableciendo categóricamente que el Transformismo es un hecho. Su punto de vista acerca del mecanismo de la Evolución podrá ser y es discutido, por más que admitido como teoría de trabajo, por lo menos en parte.
A PARTIR de los inicios del presente siglo (s. XX: AÑO 1900), la serenidad y la ecuanimidad han presidido la discusión científica y se ha establecido, con toda lógica, que no se trata de hacer ni decir a la Ciencia lo que interese, sino de oír, con el pensamiento libre de prejuicios y lealmente, sus grandes dictados a la luz de la razón, a pesar de que, insistimos, no todo sea demostrable ni, como el propio PÍO XII decía en su radiomensaje de Navidad de 1944, “no todo puede explicarse por el solo juego de un determinismo rígido y de las leyes naturales de la materia”.
Desde el punto de vista puramente material de los hechos biológicos, sin embargo, casi todos los naturalistas aceptan hoy el evolucionismo absoluto, es decir, aquel que admite, incluso para el cuerpo humano, la sumisión a esta ley vital radicada en el tiempo y fundada en las causas segundas.
Ya en 1890, el gran naturalista católico GEORGES MIVART decía: “Mi GENESIS de las especies” se publicó en 1870. En aquel libro yo no vacilaba en afirmar la idea de que el cuerpo de ADÁN habría podido derivarse de un de un animal distinto del hombre, al cual se hubiera subsiguientemente infundido un alma inmortal. Se levantaron voces airadas contra esa idea, pero envié entonces mi libro al Soberano Pontífice, y PÍO IX me concedió benévolamente el birrete de Doctor, que el llorado Cardenal-Arzobispado de Westminster me entregó en una ceremonia pública”.
Con el “imprimatur” correspondiente, el gran canónigo belga HENRI DE DORDOLOT, doctor en teología y profesor en la Universidad católica de Lovaina, defendió su tesis de la Evolución totalitaria en su famoso Le darwinisme ay point de vue de la l´orthodoxie catholique, de 1921, en la que valientemente sostenía ya que SAN AGUSTÍN afirmaba el concepto de la Evolución en aquellas épocas que algunos han osado llamar peyorativamente “oscurantistas”. El Conde MAX BEGOUËN, un gran teólogo, profesor de la Universidad de Toulouse, publicó en 1945 un libro titulado Quelques souvenir sur le mouvement des idées transformistas Dans les milieux catholiques, con el expreso “Nihil Obstad” del Rvdo. JOSÉ HUYBY, S. J., y en él se muestra partidario de los mismos puntos de vista.
Por lo demás, en una reciente reunión, a la que asistió el autor de las presentes líneas, -(MIGUEL CRUSAFONT PAIRÓ, en su libro “Evolución y Ascensión”, cuadernos Taurus, Ediciones Taurus, Madrid, 1960, 122 páginas, nº 29)-, el Rvdo. P. D´ARMAGNAC, S. J., hacía notas las ideas evolucionistas de SANTO TOMÁS DE AQUINO en su Summa contra gentiles, Lib. III, cap. 22, a pesar de que entonces no se tenía la perspectiva temporal suministrada hoy con tantos datos por la Paleontología.
A mayor abundamiento, PÍO XII insiste en su Encíclica Divino afflante spiritu, de 1943, en la necesidad del uso racional e inspirado de la exégesis bíblica, en la que no sólo debe atenderse a los dictados literarios o lingüísticos, sino que debe utilizar las “disciplinas auxiliares” y las “excavaciones y exploraciones”, de las cuales “el método severo y el arte perfeccionado por la experiencia nos proporcionan resultados más numerosos y más ciertos”. En la misma Encíclica se dice textualmente que “quedan muchos puntos, y algunos muy importantes (subrayamos nosotros), en la discusión y explicación de los cuales la penetración la penetración y el talento de los exégetas católicos pueden y deben tener libre curso”…
Sin embargo, si los científicos tienen una convicción absoluta, o casi, acerca del hecho evolutivo (véase, por ejemplo, el libro del Rvdo. P. F. M. BERGOUNIOUX La Préhistoire et ses problèmes, publicado ese mismo año con el necesario “N ihil
Obstat” de sus superiores, donde se dice: “Hoy es razonable pensar que la preparación somática de los Homínidos se efectuó durante un largo período que, ciertamente anterior al Oligoceno, se ha extendido quizá por todo el Terciario…”), es lógico que la Iglesia se mantenga todavía prudente y reservada al respecto. Hemos de tener en cuenta que sobre el hecho de que la Evolución tenemos una evidencia sólo pragmática y no apodíctica. No podemos demostrarla, hoy por hoy, en toda su extensión por medio de la experimentación, y difícilmente será posible ello en el futuro. Sin embargo, los hallazgos paleontológicos irán gradualmente hablando su lenguaje persuasivo.
Como colofón a estas sumarias ideas sobre este apasionante problema, digamos para el mundo científico, para aquellos que dedican su actividad al estudio de los problemas de la Naturaleza, que nuestro gran desaparecido el PAPA PÍO XII fue verdaderamente un adelantado y un extraordinario apaciguador de las condiciones pusilánimes a través de sus palabras, tan necesarias e inspiradas, de la Encíclica HUMANI GENERIS, de 1950 (se cumplirán 60 años): “Por eso, el Magisterio de la Iglesia no prohibe que en las investigaciones y discusiones entre los hombres doctos de entreambos campos se trate de la “doctrina” (la palabra doctrina es aquí muy significativa, a nuestro modo de ver) del evolucionismo, la cual busca el origen del cuerpo (corpus) humano en una materia viva preexistente (pues la fe católica nos obliga a sostener que el alma es creada inmediatamente por Dios), según el estado actual de las ciencias humanas y de la sagrada Teología, de modo que las razones de una y de otra opinión, es decir, de los que defienden o impugnan tal doctrina, sean sopesadas y juzgadas con la debida gravedad, moderación y templanza, con tal que todos estén dispuestos a obedecer el dictamen de la Iglesia, a quien Cristo confirió el encargo de interpretar auténticamente las Sagradas Escrituras y defender los dogmas de la Fe”.
Finalmente, quedan aún por considerar algunas de las palabras de su luminosa exposición con motivo de un discurso a los geneticistas en 1953: “Si reflexionasteis en lo que Nos hemos dicho sobre la investigación y conocimiento científico, se debería haber comprendido que ni por parte de la razón, ni por parte del pensamiento orientado en el sentido cristiano, se ponen barreras a la investigación científica, al conocimiento y a la afirmación de la verdad”.
Desde luego, el SANTO PADRE, de quien hoy tanto lloramos la pérdida los científicos católicos, ha querido proclamar, con sus palabras inspiradas, que la CIENCIA y DOGMA no pueden oponerse simplemente, porque la VERDAD es UNA, y tanto la UNA como el otro no hacen sino buscar, propagar y establecer esta VERDAD.
Ahora, a cerca de quince años de distancia, terminaríamos haciéndonos nuestras palabras con que el Conde BEGOUËN terminaba el libro que anteriormente hemos citado: “ES CON VERDADERA SATISFACCIÓN, pero sin sorpresa, que constato que esta obra (se refiere a la obra del reverendo padre DE LAPPARENT, profesor de Geología en el Instituto Católico de París, Nuestros orígenes) admite como ortodoxas las teorías que he sostenido durante toda mi vida y todos esos acontecimientos, confirmando mi fe en la VERDAD, me hacen esperar que estamos tocando el fin de esta dolorosa controversia larga de más de sesenta años”. Octubre de 1958. (Hace cincuenta años).


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 231.
Instituto Eremita Urbanus

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viernes, 12 de junio de 2009

Sobre la reforma universitaria de Córdoba (1918-15 al 23 de Junio-2009)


“Ieri parlai con Don ORIONE dalle 20, 30 alle 21. Mi ha parlato a Lungo del comunismo e mi ha detto che 18 anni scorso al Dr. BOURDIEU che ha fatto un sogno nel quale vide l´Argentina, specie certi punti, in fiamme; ha dettoche non se mettera reparo; prima que siamo passati 20 anni al Comunismo tiranizzara l´Argentina e verra un giorno in ciu faranno apenna tempo de salvare la staetuetta miracolosa Della Virgine di Luján; che dalla Basilica di Luján all´ultimo Della Repubblica tutta l´Argentina sará in fiamme; ed ha aggiunto: Mi disipase per vostre figlie…”

(EXTRACTO DE UN MANUSCRITO RECOGIDO TRAS UNA ENTREVISTA CON DON ORIONE el 25 de julio de 1936).

1. Existe una leyenda, aceptada en forma casi unánime por la historiografía argentina, según la cual el movimiento reformista del “18” marcó, contra una Universidad ajena a la nación, el surgir de una conciencia de “liberación nacional y latinoamericana”, liberación a realizarse en todos los planos, de lo cultural y educativo a lo económico.
2. Hasta un historiador nacional y alertado, como ERNESTO PALACIO, nos dice al respecto a la Reforma: “empezaba como un movimiento de protesta contra un régimen de enseñanza anquilosada y defectuoso, trascendería su primitivo significado para convertirse en un movimiento juvenil tendiente a emanciparnos de viejas tutelas y elaborar una cultura auténtica, con manifestaciones propias en lo político, social y económico”.
3. Los reformistas triunfantes en 1918 prometían, alegremente, el despertar inminente de un mañana revolucionario. Los herederos de los autores de aquellas jornadas cordobesas siguieron triunfando, siempre al compás de de idéntica promesa, dentro y fuera del ámbito universitario, en circunstancias tan diferentes como 1930 – con ALFREDO LINO PALACIOS – 1955 – con JOSÉ LUIS ROMERO – 1958 – con RISIERI FRONDIZI y 1973 – con RODOLFO PUIGGRÓS.
4. “Y es hoy ese mañana de ayer”. Si efectivamente aquella lejana y juvenil revuelta tuvo por objeto soldar la Universidad a la Nación, y volver a ésta transparente frente a sí misma y a los demás países de raíz hispanoamericana, su victoria continua sólo ha contribuido a edificar una realidad contraria a esas finalidades. Lo cierto es que la Universidad es un centro de enseñanza donde se diploman profesionales y se adiestran guerrillas; la cultura, el saber, la ciencia, la investigación, una hinchazón enfermiza alimentada por liberales, marxistas y charlatanes; la Nación, lejos de encontrarse a sí misma, resulta una olla de distintas orientaciones, donde todas las ideológicas, disolventes o simplemente contrarias al ser nacional, han gozado y gozan de pasaporte académico; la Hispanoamérica solariega resulta un esqueleto fracturada en republiquetas sin soberanía, sin espíritu imperial. Tal vez, una visión a la filiación histórica y las reales finalidades del movimiento reformista nos explique esta contradicción del remedio que agrava las enfermedades que pretende curar.
5. El panorama histórico comienza en 1822, el presbítero JUAN MANUEL FERNÁNDEZ DE AGÜERO fue elegido catedrático de Filosofía de la flamante Universidad de Buenos Aires. Dice el historiador GUTIÉRREZ que “bajo a Jesucristo del altar y lo colocó entre PLATÓN y SÓCRATES, llamándolo el filósofo de Nazareth”;” puso en duda la autenticidad de los Evangelios y declaró inútiles e insultantes a la divinidad los actos del culto exterior”. Esta obsesión de bajar a Jesucristo del altar – con la eventual complicidad de algún sacerdote renegado -, complementada más tarde con la de extirparlo definitivamente de las aulas, trabajará durante largo tiempo a nuestras cabezas liberales. Es que la religión católica y la sangre y costumbres hispánicas eran nuestro pecado original, del cual aquellas cabezas iban a redimirnos de raíz.
6. En 1864, bajo el Presidente MITRE, se suprimió, en un nuevo plan de estudios, la Facultad de Teología que existía desde casi dos siglos y medio atrás en la Universidad de Córdoba. En los 80, el presidente ROCA, con ese “escepticismo medular” que le hablaba RODOLFO IRAZUSTA, sube al gobierno. Con él, la oligarquía liberal porteña se vuelve, aliada con sus similares provincianas, una oligarquía extranjerizante, hermanada en las logias masónicas y “formada por los hombres descreídos, sensuales y desconectadas de su patria, que había de continuar las entregas del patrimonio nacional y, sobre todo, del espíritu nacional”, como dice el maestro DON RODOLFO IRAZUSTA, patriarca de los historiadores revisionistas.
7. En 1884 se sanciona la ley 1.420 de Educación Común. El laicismo integral totalitario se entroniza en la escuela. La superstición del Progreso Indefinido reemplaza al catecismo católico. “La actual organización escolar fue cimentada sobre una apostasía nacional, precisa LEONARDO CASTELLANI. En 1885 la ley AVELLANEDA organiza las dos universidades existentes –la de Córdoba y la de Buenos Aires – bajo la forma de instituciones administrativas destinadas a la formación profesional. La vida intelectual queda así reducida al conocimiento de un repertorio de saberes instrumentales. No se busca la VERDAD en cuanto tal, sino, a lo sumo, interesa su utilidad, su aplicabilidad, su rendimiento. Una ausencia de ideas, un aturdimiento ante la cultura de reflejo y una manía a la imitación, fueron las consecuencias de esta renuncia en la búsqueda de la VERDAD. No es de extrañar, entonces, que cuanto ese vacío de ideas se pretenda llenar, se eche mano a confusas invocaciones a lo autoctonía indígena se anuncie un futuro distinto sobre las previsiones apocalípticas del materialismo histórico, esto es, el marxismocomunista. Ante este panorama histórico, se producirá la rebelión estudiantil de 1918.
8. En cuanto a los objetivos de la rebelión estudiantil, una novela de MANUEL GÁLVEZ, “La sombra del Convento”, describe la vida de la sociedad cordobesa a principios de aquel siglo XX, cuyos arquetipos pinta el doctor BELDERRAIN, católico fervoroso que llamaba al matrimonio civil recientemente legislado “el repugnante concubinato”, y en el doctor ZURBARÁN, que era liberal, positivista, anticlerical, y todos los Viernes Santo invitaba a sus amigos con un asado con cuero. Todo documentado por el Fraile JOSÉ MARÍA LIQUENO (1870-1926). Las juventudes reformistas consideraban negativo la perduración de un espíritu de religiosidad tradicional en la universidad, y deseaban expulsar de ella a todos los BELDERRAINES que allí dictaban cátedra, para sustituirlos por sus ZURBARANES camaradas. JULIO V.GONZÁLEZ, riojano, de destacada actuación en los días del “18”, dice de la universidad que “era un venerable monumento colonial, que desde su erección en 1613, se había mantenido casi inmutable a través de los siglos…en su contenido, que consistía en la herencia abrumadora de trescientos años de orientación confesional”. La elocuencia vacua de ALFREDO LINO PALACIOS, primer socialista de la Nación, así expresa lo mismo: “seguía flotando sobre la vetusta casa de estudios el alma de la teología. Era una bastilla; allí las fuerzas regresivas torturaban la inteligencia y detenían el pensamiento; la mente giraba alrededor de una ciencia silogística y sólo se alimentaba de palabras”. Ya en diciembre de 1917 habían comenzado las huelgas e incidentes en la universidad de FERNANDO TREJO y SANABRIA. En abril de 1918, el presidente YRIGOYEN nombra interventor a la casa de TREJO a JOSÉ NICOLÁS MATIENZO, quien reforma sus estatutos para amoldarlos a los de la Universidad de La Plata. EL 15 DE JUNIO DE 1918, COMO EL CANDIDATO ESTUDIANTIL A RECTOR, ENRIQUE MARTÍNEZ PAZ, FUE DERROTADO, COMIENZA LA INSURRECCIÓN REFORMISTA ESTUDIANTIL.
9. En el patio de la universidad, los alumnos enlazan la estatua del obispo TREJO, fundador de la Universidad de Córdoba, primera en estas tierras y la cuarta en Hispanoamérica, y tratan de derribarla. “La revolución universitaria cordobesa, punto de arranque de la Reforma Universitaria – dice JULIO V. GONZÁLEZ – hubo de ser un movimiento no sólo anticlerical, sino también – lo que es más importante – irreligioso”. “Frailes, no!”, “¡dogmas, no!”, “¡abajo la Corda¡” – se refiere a la Corda Frates, de origen católico-, eran los lemas que aún pueden verse estampados en las Iglesias de Córdoba”. El mismo GONZÁLEZ atribuye los hechos al enfrentamiento “entre las viejas y las nuevas generaciones, entre la mentalidad tradicional y la mentalidad moderna, y, específicamente, entre catolicismo y liberalismo”. Y ello porque, según el mismo autor, “la idea religiosa como principio del Bien en el Hombre y de paz en las sociedades había fracasado fue impotencia manifiesta cuando llegó la hora de la reconstrucción”. GONZÁLEZ cita como “las tres llaves” para la comprensión de la Reforma a la “guerra europea, la revolución rusa y el advenimiento del radicalismo”. “La Revolución Rusa aparece en el escenario trayendo una luz nueva, ofreciendo ideales de humana redención, levantando una voz acusadora y profética al mismo tiempo… fue para media humanidad el símbolo de un idealismo rebelde y reconstructor”. Ya se ha visto cómo juzga el papel jugado por la guerra europea, que muestra la impotencia de los principios religiosos. En cuanto al radicalismo, nuestro autor dice: “¿qué traía?... Concretamente, nada. Llegado a destruir. Sus dirigentes no tenían la menor noción de gobierno ni conceptos de Estado…era una fuerza demagógica, es decir, esencialmente creadora, y fecunda (sic)… cumplió la misión de cavar un abismo en el cual quedaba definitivamente sepultaba la generación que había manejado al país desde el “80” hasta 1916”. Otro documento institucional de la mentalidad reformista es el célebre Manifiesto Liminar, del 21 de junio de 1918, escrito por DEODORO ROCA. Esta dirigido a “los hombres libres de Sudamérica”. “Hombres de una república acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica… estamos pisando sobre una Revolución, estamos viviendo una hora americana”. Más adelante expresa que ”el demos (pueblo) universitario, la soberanía, el derecho a darse gobierno propio radica principalmente en los estudiantes…queremos arrancar de raíz en el organismo universitario el arcaico y bárbaro concepto de autoridad”.
10. ¿Cuál fue la esencia y el estilo de la Reforma Universitaria del “18”? Está claro, a través de las citas y pruebas efectuadas, cuál fue el motor ideológico y cuál la intención concreta de la rebelión estudiantil del “18”. La Reforma resulta, en efecto, una consecuencia del liberalismo irreligioso, del materialismo mecanicista y del positivismo que fueron los postulados de la generación del “80”, triunfantes ya en los círculos intelectuales porteños y cordobeses, y que chocaban en Córdoba con la resistencia que le oponían los grupos católicos tradicionales. A estas fuentes básicas debe agregarse la influencia marxista (maximalismo), un marxismo apenas incipiente y manifiesto por el socialismo francés, del que son banderas JOSÉ INGENIEROS y ALFREDO LINO PALACIOS; por último, la influencia de los “profesores de idealismo”, de los “devotos del porvenir”, de los “custodios del ideal renovador”, de los cultores de un vago y difuso “neoidealismo” que tuvo en el “Ariel” del uruguayo JOSÉ ENRIQUE RODO (1872-1917) su breviario, y que se podría ejemplificar con el pensador ALEJANDRO KORN (1860-1940) en la Argentina. Como se puede observar, nada de planteo de una “conciencia nacional”, pues se aceptaba en bloque y como indiscutible la Argentina “MODERNA, PRÓSPERA y ANTIHEROICA”, nacida en Caseros (1852) y terminada de edificar por el roquismo; ni menos aún, principio de comprensión de su estado semicolonial y sometido al poder del dinero, comprensión que, en cambio, comenzaba a apuntar en aquellos que conservaban aún el recuerdo y la vigencia de las raíces federales y católicas de la Argentina integral. La “CONCIENCIA NACIONAL”, la “LIBERACIÓN” y otros temas serían agregados luego, en las historias romanceadas del acontecimiento, al estilo de la del ingeniero GABRIEL DEL MAZO, radical de siempre, quien intenta comprender una semana (15-21 de junio de 1918) en tres gruesos volúmenes de agitación y rebelión estudiantil que son puras trivialidades.
11. Que la Reforma Universitaria de 1918 fue la negación de una Universidad ajena a la nación, pues no hizo otra cosa que continuarla en el aspecto intelectual. Le agregó las novedades y la moda del marxismo y el anuncio catastrófico de la Revolución Rusa Bolchevique, pero sin la aplicación fría y sistemática de sus principios, como se desarrollará, a través de un humanitarismo juaresiano, muy de socialista II Internacional y al gusto de nuestro entonces Partido Socialista aunque aggiornado por el nuevo siglo, el XXI. Le agregó también un vago acento americano y latino, eco de voces que pueden encontrarse en las páginas de RODÓ, pero que no se basaba en la historia española común sino en razones de la estética novecentista. También le agregó, por último, cierto neoidealismo confuso que les dio la ilusión de enfrentarse con el positivismo de la generación del “80”, posibilitado por el radicalismo en el poder 1916-1928. En conclusión final, la Reforma fue una afirmación del país liberal y socialista, de filiación anticatólica, cabeza de puente del marxismo en potencia. Con sus párrafos huecos, con su negación del “arcaico y bárbaro concepto de autoridad”, como dice el Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria, con sus conceptos idealistas y sus rojas- franjas banderas, ha pasado hace mucho tiempo a ejercicio vencido en nuestra memoria histórica y nuestro balance cultural y educativo. Frente al marxismo comunista y de la guerra revolucionaria que hemos padecido y por otra guerra gramsciana que soportamos “aquí y ahora” (hic et nunc) que ha reemplazado el tibio reformismo franjamorado, otras juventudes – que se saben que la Universidad de TREJO ES HIJA DE LA CULTURA CATÓLICA DE LA EDAD MEDIA y QUE CONOCEN LA HISTORIA DE SU PATRIA – EMPIEZAN A HABLAR YA DE LA VERDAD, GANADA POR LA DISCIPLINA, LA JERARQUÍA y EL SERVICIO,


LA JUVENTUD Y LA POLÍTICA por FRANCISCO JAVIER VOCOS.

1. Uno de los más graves errores que difundió el movimiento llamado REFORMA UNIVERSITARIA y los demagogos que surgieron de ella, fue el de lanzar a la juventud a la acción política. Digo que es un grave error porque es el resultado de una suma de errores garrafales acerca de la juventud, de la política y de la vida misma, como lo ha documentado la propia vida universitaria a lo largo de los setenta (hoy, noventa) años de experimentos reformistas.
2. No he de tratar sobre el enfoque revolucionario de la REFORMA en orden a la Universidad ni sus lamentables resultados. De ello me he ocupado muchas veces en conferencias, en la prensa diaria, en revistas especializadas, en un libro y para los lectores de la revista “Cabildo” en dos artículos titulados LA ANTIUNIVERSIDAD (nº 117, de noviembre de 1987) y EL ANIVERSARIO REFORMISTA (en el nº 124 de julio ppdo.).

ERROR SOBRE LA JUVENTUD

Los políticos y sus epígonos universitarios parten de un falso supuesto, dirigen los jóvenes a un fin disfrazado y erróneo y los precipitan en campañas estridentes, inútiles, cuando no perversas, como fue la guerrilla.
Dan por cierto (o lo fingen) que todos y cada uno de los jóvenes son dechado de perfecciones, capaces de solucionar los problemas del país con sólo empezar a actuar. Con semejante punto de partida todo lo que sigue: adulación de la gente joven hasta desatar su envanecimiento y su codicia; promesas de prebendas y posiciones; adiestramiento electoral estudiantil; gimnasia revolucionaria, hasta lanzarse totalmente a cualquier tipo de acción, etc., todo ello ha sido invariablemente experimentado. Y acción política, de mala entraña, concluye con el estudio, se abandona la carrera, o se la termina malamente entre lances y sofocones, para concluir fracasando como profesionales y como políticos y si se da la carambola como gobernantes. Y así ¡cuántas generaciones malogradas!
Los que hemos pasado por todas las etapas de la vida sabemos bien que la juventud – salvo rarísimas excepciones – no vale por su presente, sino por lo que puede llegar a ser si cumple lo que debe ser. En ella hay siempre una esperanza y un potencial de energía para las mejores realizaciones futuras. Pero no más. Y es profundamente errado el querer quemar etapas, dando por cumplida la tarea de formación que no se realizó.
Estas limitaciones naturales de los jóvenes se vieron agravadas en las últimas décadas por un fenómeno prácticamente universal que me limito a señalarlo: la transformación de aquel simple disconformismo que siempre existió en mayor o menor grado, en su espíritu de obstinado y rabioso resentimiento.
En la actualidad las expresiones del resentimiento juvenil (e incluso de los adolescentes) han adquirido tal intensidad de violencia, de encono, de ensañamiento que parece movida por un odio profundo e irremediable. Son demasiado recientes y notorios los sucesos de París, de Roma, de Tokio. Nuestros episodios guerrilleros y los de otros países americanos t los actuales de Corea, que basta mencionarlos sin otra prueba. Todo ha pasado como si una ráfaga demoníaca recorriera la Tierra arrancando de las almas juveniles los últimos vestigios de racionalidad y de respeto por el orden divinamente instituido en el mundo y contra todo lo que lo representa y manifiesta. Por cierto, esta juventud, que ha sido sacada de sus posibilidades naturales no ha logrado la capacitación necesaria para una acción política seria y responsable.

ERROR SOBRE LA POLÍTICA

Toda la vida política en el mundo contemporáneo y también entre nosotros esta presidida por un afán materialista de placeres, honores y riquezas, que se lanza a la conquista del poder político para obtener las mayores riquezas, en el menor tiempo y con el mínimo esfuerzo. Un individualismo feroz y sin escrúpulos se aplica a la conquista del poder y a su disfrute ulterior. Los innumerables errores respecto del hombre y de la vida que sostienen las grandes agrupaciones políticas que van desde el demoliberanismo hasta el marxismo comunista, son los que precipitan a los jóvenes a la lucha política, que, en definitiva, se reduce a la agitación electoral, a ganar las elecciones y apoderarse del gobierno. Tal error en política está determinado por el error anterior y más grave de la concepción materialista, que se contrapone totalmente al catolicismo. Conviene recordar que la Política es la ciencia y el arte del gobierno; que gobernar es conducir un pueblo a su fin; que dicho fin es el bien común temporal y que gobernar es la más alta tarea humana y la más difícil. La Política discierne los principios mediatos e inmediatos del buen gobierno. Establece la relación entre el fin y los medios, lo cual supone la capacidad de la inteligencia práctica para hacerlo. Y supone el conocimiento verdadero del hombre, de su situación en el universo y respecto del Creador. El político verdadero necesita, pues, inteligencia, doctrina y experiencia; conocimiento de la realidad, de los principios doctrinales y de la historia; y todavía un largo ejercicio de la virtud de la prudencia. Ninguna de estas cosas puede lograrse en el breve y difícil tiempo que media entre la adolescencia y la juventud y sobretodo siempre faltará, para guiar la acción inmediata y concreta, ese saber realmente incomunicable que da el vivir y que se llama experiencia. Igualmente es casi imposible la capacitación especial que exige cada aspecto del bien común y del ordenamiento jurídico del Estado.
La juventud estudiantil más adelantada, que es la universitaria, está prendiendo en sus centros de estudio y es todavía muy inexperta. Por añadidura obra generalmente por impulsos, usan buenos o malos, vale decir, todo lo contrario de lo que debe ser la forma normal y racional de la conducta humana y con mayor razón la da aquellos que pretenden dirigir a los demás. Porque fuera de lo racional, se da lo irracional, que en la acción se percibe inmediatamente.
Mi opinión sobre las limitaciones de la juventud en orden al saber y a la acción la tengo desde mis años de estudiante en la Universidad de Córdoba (1926-1930) y la formé siguiendo atentamente el comportamiento de los reformistas, a los que tuve especialmente en cuenta al escribir en 1945 y parte de 1946, en el diario Posprincipios la serie de artículos sobre la Universidad y la Reforma, que luego reuní en un libro. La he confirmado en todo el tiempo que ha transcurrido y he visto como la situación se fue agravando desde entonces. Quiero decir que no me refiero exclusivamente a lo presente.
ARISTÓTELES en su ÉTICA A NICOMACO (L. VI, c.6) explica porqué, “al parecer no hay un joven que sea prudente”. “La razón es muy sencilla. Dice, “y es que la prudencia sólo se aplica a los hechos particulares y sólo la experiencia nos los da a conocer; y el joven carece de esta experiencia, porque está solo la da el tiempo”. Y SANTO TOMÁS DE AQUINO (2-2, p. 49, a.1) al tratar de la memoria como parte de la prudencia, recuerda este texto y añade: “A su vez la experiencia se forma de muchos recuerdos”, que, por cierto, el joven no ha podido acumular.
En la primera edición argentina del famoso libro de EDUARDO SPRANGER titulado “Psicología de la Edad Juvenil, al hablar de la juventud y la política dice: “En si lo mejor sería que, sin cerrar la entrada a las impresiones y a las discusiones políticas, sólo se tomará posición…alrededor de los veinticuatro años…No hay peligro de que se pierdan con ella las fuerzas políticas de la juventud…Una actividad prematura no haría más que aumentar el diletantismo reinante y recaer sobre los políticos responsables”. (p. 210)


LA REFORMA UNIVERSITARIA según CARLOS M. SILVEYRA.

“Al ocuparme ya de la Federación Juvenil Comunista he señalado la obra criminal que realiza este organismo, porque actúa en el ambiente de la juventud obrera y estudiantil. Toma al niño desde su corta edad en los grupos infantiles o de pioners, que forma con ellos en las escuelas obreras judías, para arrastrarlo a sus Centros y Bibliotecas populares y volcarlos bien comunizados en las Universidades.
Pero a esta catástrofe, hay que agregar la obra de los “intelectuales, periodistas, artistas y escritores” que están al servicio del comunismo y que por sus actividades izquierdistas, en las redacciones de los diarios, o en los comités políticos, han conseguido ubicarse en el Magisterio, en la Enseñanza Secundaria y Universitaria. “De esta manera, ya se ha formado en el país, un conglomerado de individuos, que colaboran intensamente en la obra de la desviación del elemento estudiantil preparando una juventud desorbitada, sin amor ni respeto a nuestra tradición, a nuestra religión y a nuestra nacionalidad; es decir, de esta manera, se preparan los futuros ciudadanos de la Internacional, que mañana tratarán de abolir los conceptos de Dios, Patria y Familia, para realizar los designios de la Unión Soviética, es decir, echar las bases de la sociedad comunista, dirigida por una autoridad: la Dictadura del proletariado.
“Pero, como la culpa no la tiene el perro si no quien le da de comer, resulta que, los responsables del desbarajuste, del caos estudiantil, que ya se ha perfilado en el país, con caracteres bien definidos y alarmantes, son, en primer término, el conjunto de Ministros de Instrucción y Consejeros de Educación, que ha tenido que soportar el país, desde el año 1916 hasta el presente (1935) , y en segundo lugar, sus cómplices, es decir, los maestros y profesores por ellos nombrados, en su gran mayoría, productos de los Comités políticos, izquierdistas, ateos, judíos, comunistas socialistas, etc., en cuyos nombramientos interviene como factor decisivo “la cuña política” o la influencia irresistible, de los atractivos femeninos, de alguna duda allegada a los favorecidos, esposa, hermana, hija, etc.
“Para atajar la infiltración comunista en la enseñanza, para contener el desbarranco en la instrucción pública, no es necesario reformar los planes de estudios, como lo han intentado los Ministros; y para despertar el sentimiento nacionalista en el alumno, no es suficiente cantar el Himno Patrio el 25 de mayo, ni mandar fabricar escarapelas argentinas a las niñas de las Escuelas primarias. Lo urgente, lo razonable, para evitar esta catástrofe anti-argentina, es la selección del personal docente y del profesorado.
“El país debe soportar desde el año 1916, toda una serie de Ministros y Presidente del Consejo de Educación, que exhibidos en un torneo de incapacidad, difícil sería discernir el primer premio. Entre éstos se destacan JOSÉ SANDALIO SALINAS, bajo cuyo ministerio se inició la catástrofe, con la implantación de la Reforma Universitaria; puerta abierta de par en par, en las Facultades, para la entrada triunfal del comunismo y MANUEL MARÍA DE IRIONDO, bajo cuyo ministerio se afianzó el comunismo en los Colegios Nacionales, Comerciales, Normales, Industriales, etc.; constituyendo la Federación Juvenil Comunista, el famoso grupo estudiantil “Insurrexit”, bajo cuya dirección y patrocinio, ocurrieron episodios nunca vistos en la historia de la instrucción pública del país.
“El comunismo encontró ambiente propicio entre los estudiantes a raíz de la Reforma Universitaria, la cual volcó en las Facultades de todo el país, el elemento electoral del Comité, introduciendo la urna, el comicio, el voto secreto, etc., es decir, transportando a la Universidad, todo lo malo, todo lo corrupto, que tiene la famosa ley electoral, padre y madre de toda la desventurada institucional, política y social.
“Nuestro Código Civil, consagra la incapacidad del menor de 22 años, para disponer libremente de sus bienes, para contraer deudas mayores de quinientos y para elegir esposa, sin permiso de sus padres, tutores o Juez de menores, porque no lo considera con suficiente discernimiento, como para apreciar las condiciones morales e intelectuales, de quien ha de compartir con él, la grave responsabilidad de la formación de su hogar. En cambio, la Reforma Universitaria, imitando a la Ley Electoral, faculta a los menores de 22 años, para tomar participación en el Gobierno de la Facultad, elegir consejeros estudiantiles, apreciar la capacidad intelectual y docente de sus profesores, elegir los decanos de las facultades, etc., “Basta esta contradicción, para demostrar lo monstruoso que es la titulada Reforma Universitaria y cuyas funestas consecuencias relato en forma detallada.
(CARLOS M. SILVEYRA, “El comunismo en la Argentina”, Buenos Aires, julio de 1936, 543 pp. 543, véase La Reforma Universitaria. Cap. XII. p. 339.

“La política del gobierno nacional, y tuvo eco en el de la provincia, era favorecer a las clases populares. Bien pronto, sin embargo, esa vía era aprovechada por quienes sentíanse insuflados por el ideario marxista. La violencia en las calles se hizo presente con el estallido de las bombas, en tanto que se presionaba agresivamente por una demanda de aumentos de salarios, y bajaba la producción. El ambiente era de gran convulsión y se reiteraron las huelgas en Córdoba, como en otras provincias argentinas, llegando algunos exaltados a copiar actitudes propias de los revolucionarios bolcheviques, que acaban de triunfar en Rusia (1917).
(EFRAÍN BISCHOFF, Historia de Córdoba, p. 384, Ediciones Plus Ultra, Buenos Aires, 1977).

“Mientras tanto, en el mes de julio se reunió el llamado Primer Congreso Nacional de Estudiantes cuyas exigencias pueden resumirse en pocas líneas: participación de los estudiantes en las asambleas en igual proporción que los profesores (gobierno tripartito), docencia libre, y la periodicidad de la cátedra; a lo cual es menester agregar “el ideal extra-universitario”, como dice uno de los líderes, que no era otro que un socialismo revolucionario que consideraba a la Universidad como una “república universitaria” cuyo “demos” es el estudiantado, depositario de la “soberanía”. El 23 de junio se dio a publicidad el ditirámbico manifiesto “a los hombres libres de Sud América” y el 9 de septiembre los reformistas tomaron el edificio, asumieron la “dirección” de la misma, hicieron “designaciones” y cada uno de los tres alumnos que dirigían e grupo fueron designados “decanos”. La farsa era completa. El interventor, que era el propio ministro JOSÉ SALINAS, dio su adhesión incondicional al grupo reformista. Uno de los usurpadores del gobierno universitario pronunció un discurso haciéndole entrega de la Universidad y luego del acto, el señor SALINAS concurrió al local de los reformistas, firmando allí el libro de adherentes. Con el gobierno “de los tres estados de la República Universitaria”, se designó rector al doctor ELISEO SOAJE. Cuando el interventor hizo entrega de la Universidad a “esa dorada juventud” (son sus palabras textuales) les dijo: “Quedáis en posesión de la Universidad de Córdoba, reconstruida”. p. 137.

“La “ideología” de la revuelta de 1918. Un lenguaje increíblemente retórico, apenas oculta la orfandad doctrinaria reducida a dos o tres ideas trasnochadas; ninguna de ellas tiene que ver con lo que es o debe ser la Universidad. Aquella retórica de los jóvenes hijos de los representantes del liberalismo del 80 que eran un grande de profesores, no se cansaron de vociferar (con un dejo de krausismo en la frase) sobre “la fuerza incontrastable del ideal”, el “espíritu bravío”, la “inspiración creadora” de la juventud pues “ella misma es la patria”. Ella representa “el tropel impetuoso y rugiente de la nueva generación, marchando a pleno sol hacia la meta de su gran destino”… La retórica huera alcanza una suerte de una suerte de climax en el Manifiesto Liminar (uno no sabe bien por qué se llamó Liminar) en la cual se proclama: “acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica (¡…!) Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos; las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una Revolución, estamos viviendo una hora americana”. Se proclama que la Juventud “es desinteresada, es pura. No se equivoca nunca en la elección de sus propios maestros”. Otro “lider”, para referirse a la Bastilla – en la cual acaba de librar combates en nombre del movimiento “que es un exceso de pensamiento puesto al servicio de un exceso de voluntad”, “¡vengo de la hoguera!”.
Este es el lenguaje. ¿Contra qué se combatía, cuál era el “enemigo oculto” agazapado en la sociedad de Córdoba y sus viejas “estructuras” medievales? Dejémosles que nos lo digan: el “alma Mater”, la “trisecular”, la “casa de TREJO” que “enquistó en su primitivo plasma vital, dejó pasar los siglos a través de sus estrados (…) en el santuario secreto (sic) que sólo abría sus puertas a los adeptos de TREJO (sic) su fundador. Su espíritu era, pues, conservador, unilateral y reaccionario2. El gran pecado de la Universidad era haber enseñado “la filosofía espiritualista, la ciencia dogmática y el derecho de las XII Tablas” (sic). La Universidad (la casa de MURIEL y de PERAMÁS, de FUNES y de DEL CORRO, de PIZARRO y de CORTÉS) nunca había sido “brújula que orienta” función “que no pudo desempeñar la “Casa de Trejo” hasta 1918” (sic). Había, pues, que destruir el “sistema jesuítico”, en fin, “la Corda Frates en la Universidad de Córdoba” (¡ay con la “cultura” de “aquellos admirables muchachos”!). p. 139-139.
*(Extracto de ALBERTO CATURELLI, Historia de la Filosofía en Córdoba 1610-1983, tomo III, Siglo XX, Biffignandi, Córdoba, 1993).
ERNESTO PALACIO, “La ideología de la reforma universitaria”, en Criterio, 1, Bº 19, P. 39-40, Buenos Aires, 1928; I, nº 20, p. 71-72; I, nº 22, p. 1467, 1928.


I. LA REFORMA UNIVERSITARIA (1918)

Pocos meses después de la revolución rusa (1917) comienza en la Argentina el proceso llamado Reforma Universitario (1918) e iniciado en la Universidsd de Córdoba.
La reforma, que fue un movimiento básicamente estudiantil, estuvo planeaba y dirigida por activistas que hasta entonces militaban en las filas del socialismo y del anarquismo, aunque no puede decirse que estuvieran originalmente orientados por el Comunismo Internacional, fueron sin duda influenciados por los contenidos doctrinarios de la dialéctica marxista.
En el terreno concreto, la Reforma tomó como pretexto inicial la reacción contra algunos defectos y abusos reales en la estructura que en ese momento mantenían las Universidades, quizá demasiado conservadoras y organizados en base a núcleo cerrados (especialmente en Córdoba, donde los cargos directivos y cátedras estaban prácticamente limitados a los miembros de dos o tres familias que durante muchos años dominaron la Universidad). En función de tales argumentos
s, el estudiando universitario se vio lanzado a una lucha (no exenta de violencia física) que en algunos rasgos se mostró como una verdadera lucha de clases según el modelo dialéctico marxista, en donde los estudiantes(en el papel de proletariado o clase oprimida) se enfrentaron a los profesores y autoridades (en el papel de burguesía o clase opresora), pretendiendo acceder al gobierno de las Universidades en virtud de que representaban “la mayoría”.
Desde sus comienzos la reforma estuvo caracterizada por su laicismo antirreligioso católico al amparo de argumentos a favor de la “libertad de pensamiento” y de “resistencia al dogmatismo” católico.
Paralelamente al surgimiento de la Reforma se crea en nuestro país el Partido Socialista Independiente (luego transformado en Partido Comunista). De este partido político internacional o transnacional surge la Federación Juvenil Comunista (colateral del soviético “Konsomol” - juventud comunista de Rusia bolchevique), creada en 1921 pero que se hizo sentir su penetración, infiltración e influencia a partir de 1931, a raíz de las expresas directivas que dedicó a la Reforma el IIIº Plenario del Secretariado Sudamericano de la Internacional Comunista. Es de función de tales directivas que surge el GRUPO INSURREXIT dirigidos por activos militantes comunistas y que se lanza a profundizar la desviación del movimiento universitario reformista y a conquistar todos les centros estudiantiles pero con particular interés en la FUA (Federación Universitaria Argentina).
Su primer acto como Federación fue convocar el Iº Congreso Nacional de Estudiantes que tuvo lugar en la ciudad d Córdoba con doce estudiantes por cada Universidad; desde el 20 al 31 de julio de 1918.
La FUA fue fundada el 11 de abril de 1818, integrada por dos delegados de cada una de las cinco Universidades de entonces: U. Nacionales de Buenos Airees, La Plata y Córdoba, y U. provinciales de Tucumán y Santa Fe.
Esto puede ser como un real punto de partida del proceso denominado Reforma Universitaria, en razón de que ese Congreso sancionó las bases de organización de las universidades y señaló la necesidad de incluir estudios humanísticos en todos los planes de carreras profesionales.
Las bases fueron, sintéticamente:
1) Coparticipación estudiantil en el gobierno.
2) Vinculación de los graduados de diferentes universidades.
3) Asistencia libre.
4) Docencia libre
5) Periodicidad de la cátedra
6) Publicidad de los actos y decisiones del gobierno universitario
7) Materias humanísticas de extensión universitaria
8) Ayuda social estudiantil
9) Sistema diferencial organizativo
10) Universidad social.


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 52
Instituto Eremita Urbanus

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Una novela denuncia la imposición de una nueva ingeniería social

Habla Michael O’Brien, autor de "La última escapada"
(ZENIT.org).- El autor de El padre Elías vuelve con otra novela electrizante, un "thriller" sobre la lucha de un hombre contra los planes de ingeniería social de su gobierno.


Por Enrique R. Saavedra

Michael O'Brien, autor también de El librero de Varsovia, llega ahora a las librerías con La última escapada, publicada por LibrosLibres ( http://www.libroslibres.info ), para hacer reflexionar sobre el modelo que en estos momentos está en juego en las sociedades occidentales.
Así lo cuenta en esta entrevista concedida a ZENIT.
--Un gobierno democrático que se llena la boca hablando de "paz" y de "tolerancia" impone en las escuelas una asignatura para educar a los niños en el relativismo y la ideología de género. Y sus padres son perseguidos si se oponen. ¿Estoy hablando de su última novela, La última escapada?
--Michael O'Brien: ¡Supongo que sí!
--¡Respuesta equivocada!
--Michael O'Brien: Ja, ja.
--Estaba hablando de España, del año 2009, del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y de su asignatura Educación para la Ciudadanía, que ha provocado una masiva reacción de los padres españoles.
--Michael O'Brien: Sí, he estado siguiendo con interés la situación en España, similar a la de mi país, Canadá.
--No es un caso único, entonces.
--Michael O'Brien: En ambas naciones crece el acoso a las familias tradicionales y a la libertad religiosa de la Iglesia, como parte de un intento deliberado de redefinir la naturaleza de la sociedad mediante programas de ingeniería social impuestos por nuevas leyes invasivas e injustas.
--¿Nos encaminamos a un futuro de tiranía disfrazada de libertad?
--Michael O'Brien: Vamos en esa dirección, pero el resultado aún no es seguro. En buena parte depende del coraje de las Iglesias locales en cada nación, y de la capacidad de la familia y de las asociaciones religiosas para crear un frente unido contra las fuerzas que reducen la libertad en nombre de la Libertad y destruyen vidas humanas en nombre del Humanismo.
--Usted ya denunció a esas fuerzas en El padre Elías. ¿No está en cierto modo anunciando el Apocalipsis?
--Michael O'Brien: Bueno, no es mi misión como escritor católico anunciar una crisis de la humanidad de tal magnitud. Pero sí es mi misión plantear cuestiones esenciales que toda generación debe plantearse. ¿Estamos despiertos, alerta y vigilantes, como Cristo nos pide en los Evangelios? ¿Leemos correctamente los signos de los tiempos? ¿Advertimos con claridad la naturaleza del nuevo orden mundial? ¿O nos estamos convirtiendo en criaturas clónicas fabricadas por los medios de comunicación y por la desinformación masiva, que buscan transformar nuestra percepción de las cosas y nuestro pensamiento? ¿Vivimos como un pueblo que pertenece tanto al cielo como a la tierra, o más bien como hombres unidimensionales, ciudadanos de una tierra baldía donde somos adoctrinados sin cesar por instancias ideológicas, y donde nuestra adicción al placer y al entretenimiento nos distrae de la realidad, haciéndonos ignorar el combate real en el que estamos envueltos?
--¿No le asusta ese papel de "profeta"?
--Michael O'Brien: Sí. Sí me asusta. No me asustan los hombres ni las fuerzas del mal. Ni la persecución. Ni la muerte. Lo único que temo es equivocarme y decir una sola palabra que no sea querida por Dios. Quien proclama proféticamente las verdades eternas de la Divina Revelación (la verdad completa sobre la humanidad y sobre la historia de la salvación) se enfrenta al problema de su propia subjetividad, al riesgo de interpretar su tiempo a partir de opiniones personales.
--Es un riesgo de graves consecuencias.
--Michael O'Brien: Hablando desde un punto de vista espiritual, la vocación profética es muy peligrosa, y por tanto debe hundir sus raíces en una absoluta humildad y docilidad al Espíritu Santo. Debe contrastar constantemente sus intuiciones y percepciones con los Evangelios y con la orientación objetiva de la Iglesia universal gobernada por el Santo Padre. E, idealmente, con un buen director espiritual. Pero yo no creo ser un profeta de forma distinta a como lo son todos los verdaderos cristianos, llamados a un cierto tipo de testimonio profético en nuestras vidas, según el deber de estado y la vocación de cada uno.
--¿Cuáles son esos posibles signos premonitorios de un tiempo "apocalíptico"?
--Michael O'Brien: Responder a eso exigiría un libro. Quizá fuesen más útiles mis ocho novelas y mis ensayos que una respuesta breve. A modo de resumen, destacaría entre muchos otros signos el que estemos viviendo la mayor apostasía de la Fe desde el nacimiento de la Iglesia. Y para mayor vergüenza, está ocurriendo en las naciones de la antigua Cristiandad.
-- Apostasía, ¿en qué sentido?
--Michael O'Brien: Las naciones más poderosas de la tierra llaman mal al bien y bien al mal. Fomentan la matanza de los inocentes como si se tratase de una política razonable y sensata. El inmenso poder de la tecnología y la psicología modernas se emplean a todos los niveles para redefinir el significado y el valor de la vida humana. El asesinato institucionalizado (aborto y eutanasia) se ha convertido en un fenómeno masivo y global. Es el reino del crimen y de la mentira.
--¿Del Anticristo?
--Michael O'Brien: El espíritu del Anticristo ha estado entre nosotros desde el principio, pero parece haber dado un salto cualitativo en su guerra contra la raza humana. Utiliza a las personas y a los gobiernos en una reconfiguración de la vida sin precedentes, mediante leyes que violan principios morales absolutos basados en la Ley Natural y en la Revelación sobrenatural.
--¿Cómo podemos explicar la ceguera de tanta gente?
--Michael O'Brien: Los enemigos de Dios no saben a quién están sirviendo, y se justifican ante sí mismos con una suerte de "humanismo". Un humanismo terriblemente mutante, que niega la humanidad a una buena parte de la humanidad. No debemos odiarles, pero ciertamente debemos plantarles cara.
--Aunque usted no es en absoluto optimista, obras como La última escapada muestran que la resistencia al mal todavía es posible, y de hecho los lectores pasan la última página con un cierto sentimiento de victoria.
--Michael O'Brien: Me alegra esto que me dice. Ésa es mi esperanza. La verdad es que Dios ya derrotó al antiguo enemigo de la humanidad con la muerte de Cristo en la Cruz y su posterior Resurrección. Los frutos de su victoria sobre el mal aún no se han completado, y Él nos dijo que ello no sucedería hasta la consumación de los tiempos. Así que a nosotros nos queda la batalla final, una "Pascua" final que la Iglesia debe pasar antes de la restauración de todas las cosas en Cristo. Sugiero a los lectores que estudien devotamente los epígrafes 675 y 677 del Catecismo de la Iglesia Católica.
--Uno de los puntos fuertes de La última escapada es la descripción de caracteres: mujeres y hombres normales sometidos a una enorme presión, que deben tomar decisiones que les sobrepasan y que marcarán el resto de sus vidas. ¿Esa tensión es inherente a la naturaleza humana, o constituye un lastre específico del hombre moderno?
--Michael O'Brien: Es propia de todos los hombres en todos los momentos de la historia. Siempre es un desafío para el hombre integrar amor y responsabilidad. Y en un tiempo de máxima tensión, eso se hace extremadamente difícil.
--Porque interfiere ese poder ideológico e invasivo que citaba antes...
--Michael O'Brien: Claro. El Estado no puede atribuirse los derechos de las familias sin dañar gravemente los verdaderos fundamentos de la sociedad. La familia no puede abandonar sus responsabilidades sin causar un grave daño a los hijos. Una democracia auténticamente humana no puede sobrevivir mucho tiempo si no respeta la conciencia y los derechos de la familia, y el derecho de todo ser humano a la vida desde la concepción a su muerte natural. Si viola estos derechos, el Estado se convierte en un instrumento de destrucción para su propio pueblo.
--Pero ¿por qué esos nuevos tiranos tienen tan buena fama?
--Michael O'Brien: Ha habido muchos tiranos a lo largo de la historia, que han puesto en marcha muy diversos planes ideológicos. Pero a esos tiranos casi siempre se les reconocía como tales. La forma más peligrosa de totalitarismo es, sin embargo, aquella que se presenta a sí misma como benéfica y salvadora. Es la más difícil de derrocar, porque nunca se revela completamente como es. En ese entorno psicológico-espiritual, la persona "normal" tiene grandes dificultades para comprender la realidad del mundo que le rodea. En tiempos complejos y de máxima tensión, es más cómodo vivir negando los hechos. Es más cómodo no luchar. Es entonces cuando se nos programa para ceder cada vez más ante el espíritu del mal.
--Nathaniel Delaney, el protagonista de La última escapada, eligió luchar.
--Michael O'Brien: En mi novela cuento la historia de un hombre "normal", herido y debilitado por la vida pero que gradualmente comienza a despertar. Y al despertar, aprende a sacrificarse y a sufrir por los demás. Es así como descubre su propia humanidad. Encuentra la alegría en un lugar donde no hay alegría. Lo pierde todo, pero gana mucho más.
--¿A qué modelo responde Nathaniel? ¿Es un héroe? ¿Un mártir? ¿Un fanático? ¿Un hombre normal que afronta sus responsabilidades?
--Michael O'Brien: Nathaniel es un hombre como cualquier otro. Héroe a su pesar, pecador, desencantado, busca el amor en medio de una ecología social donde reina el miedo. Sólo el amor y la fe le sostienen, porque a su alrededor la sociedad ha fracasado, y él también ha fracasado personalmente en muchos sentidos. Es un hombre que en el pasado hizo muchas concesiones, un católico tibio, que tomó decisiones equivocadas en su vida. Es orgulloso, y también débil. Pero en lo más íntimo de su corazón busca el bien y la verdad. Cuando se ve ante una terrible elección, ante la que será la mayor prueba de su vida, comprende que él es más de lo que pensaba ser. Encuentra la verdad sobre sí mismo.
--Y ¿cuál es la verdad sobre Michael O'Brien? Porque es usted un hombre polifacético: novelista, autor de ensayos y obras de pensamiento, periodista, pintor... ¿Cuál es su vocación genuina y original?
--Michael O'Brien: Mi vocación genuina y original es la de ser un hombre casado, marido y padre de seis hijos, y ahora abuelo. En cuanto a mi trabajo, soy, en primer lugar y sobre todo, pintor de arte religioso. Con ese oficio alimenté a mi familia durante treinta años. Escribir vino después, a partir de mis primeros ensayos sobre la fe y la cultura. Luego edité durante siete años una revista familiar católica, y en ese tiempo escribí mi primera novela (El padre Elías), a la que siguieron otras.
--¿Qué ha descubierto trabajando en áreas tan distintas?
--Michael O'Brien: Viviendo todas esas vocaciones aprendí que lo fundamental es combinar la oración con un intenso trabajo para mejorar mi técnica como artista y escritor. Alterno mi tiempo entre pintar y escribir novelas. En los últimos años he ido abandonando el ensayo y el periodismo. Cuando estoy escribiendo un libro, no pinto. Cuando pinto, no escribo. Mi obra escrita me ha ayudado en mi trabajo visual como pintor. Y mi pintura me ayuda a ver con nuevos ojos mi escritura.
--Es curioso que incluya la oración como parte de su trabajo.
--Michael O'Brien: La vocación al arte cristiano es algo sagrado. Es una vocación, no una profesión. Es una misteriosa relación de co-creación, y por eso la pintura y la escritura católicas, todas las artes, deberían empezar así: con nosotros, los artistas, de rodillas, implorando la gracia. Ése es el fundamento que permite dar buenos frutos en este mundo. Ése es el único principio para un auténtico renacimiento.


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis
Instituto Eremita Urbanus

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Oración de Pío XII a María Reina


Desde lo profundo de esta tierra de lágrimas, en que la humanidad dolorida se arrastra trabajosamente; en Medio de las olas de este nuestro mar perennemente agitado por los vientos de las pasiones, elevamos los ojos a ti, MARÍA, MADRE amadísima, para reanimarnos contemplando tu Gloria y para saludarte como REINA y SEÑORA de los cielos y de tierra, como REINA y SEÑORA.

Con legítimo orgullo de hijos, queremos exaltar esta tu realeza y reconocerla como debida por la excelencia suma de todo su ser, dulcísima y verdadera Madre de Aquel que es Rey por derecho propio, por herencia y por conquista.

Reina e Impera, MADRE y SEÑORA, señalándonos el camino de santidad, dirigiéndonos y asistiéndonos, a fin de que nunca nos apartemos de él.

Lo mismo que ejercitas en lo alto del cielo tu primacía sobre las milicias angélicas, que te aclaman por su SOBERANA, y sobre las legiones de los Santos, que se deleitan con la contemplación de tu refulgente belleza, así también reina sobre el género humano, particularmente abriendo las sendas de la fe a cuanto todavía no conocen a tu divino Hijo.

REINA SOBRE LA IGLESIA, QUE PROFESA Y CELEBRA TU SUAVE DOMINIO Y ACUDE A TI COMO REFUGIO SEGURO EN MEDIO DE LAS ADVERSIDADES DE NUESTROS TIEMPOS. MAS REINA ESPECIALMENTE SOBRE AQUELLA PARTE DE LA IGLESIA QUE ESTÁ PERSEGUIDA Y OPRIMIDA, DÁNDOLE FORTALEZA PARA SOPORTAR LAS CONTRARIEDADES, CONSTANCIA PARA NO CEDER A INJUSTAS PRESIONES, LUZ PARA NO CAER EN LAS ASECHANZAS DEL ENEMIGO, FIRMEZA PARA RESISTIR A LOS ATAQUES MANIFIESTOS, Y EN TODO MOMENTO, FIDELIDAD INQUEBRANTABLE A TU REINO.

Reina sobre las inteligencias, a fin de que busquen solamente la verdad; sobre las voluntades, a fin de que persigan solamente el bien; sobre los corazones, a fin de que amen únicamente lo que TÚ misma amas.

Reina sobre los individuos y sobre las familias, al igual que sobre las sociedades y naciones; sobre las asambleas de los poderosos, sobre los consejos de los sabios, lo mismo que sobre las sencillas aspiraciones de los humildes.

REINA EN LAS CALLES Y EN LAS PLAZAS, EN LAS CIUDADES Y EN LAS ALDEAS, EN LOS VALLES Y EN LAS MONTAÑAS, EN EL AIRE, EN LA TIERRA Y EL MAR, Y ACOGE LA PIADOSA ORACION DE CUANTOS SABEN QUE TU REINO ES REINO DE MISECORDIA, DONDE TODA SÚPLICA ENCUENTRA ACOGIDA, TODO DOLOR CONSUELO, ALIVIO TODA DESGRACIA, TODA ENFERMEDAD SALUD, Y DONDE, COMO A UNA SIMPLE SEÑAL DE TUS SUAVÍSIMAS MANOS DE LA MUERTE MISMA BROTA ALEGRE VIDA.

Concede que quienes ahora te aclaman en todas las partes del mundo y reconocen como REINA y SEÑORA, puedan un día en el cielo gozar de la plenitud de tu reino, en la visión de tu Hijo divino, el cual, con el PADRE y ESPÍRITU SANTO, vive y reina por los siglos de los siglos. Así sea.


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 15
Instituto Eremita Urbanus

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