martes, 30 de marzo de 2010

LEYENDA NEGRA: EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS

En cuanto a la expulsión de los judíos, siempre se olvidan ciertos hechos, como por ejemplo, el que mucho antes de Isabel, los soberanos de Inglaterra, Francia y Portugal habían tomado la misma medida…
Por Vittorio Messori
Editó: Lic. Gabriel Pautasso

«Las presiones de los judíos a través de los medios de comunicación y las protestas de los católicos empeñados en el diálogo con el judaísmo han tenido éxito. La causa de la beatificación de Isabel la Católica, reina de Castilla, recibió en estos días un imprevisto frenazo [...]. La preocupación por no provocar las reacciones de los israelíes, irritados por la beatificación de la judía conversa Edit Stein y por la presencia de un monasterio en Auschwitz, favoreció el que se hiciera una "pausa para reflexionar" sobre la conveniencia de continuar con la causa de la Sierva de Dios, título al que ya tiene derecho Isabel I de Castilla.»

Así dice un artículo publicado en Il Nostro Tempo, Orazio Petrosillo, informador religioso de Il Messaggero. Petrosillo recuerda que el frenazo del Vaticano llegó a pesar del dictamen positivo de los historiadores, basado en un trabajo de veinte años contenido en veintisiete volúmenes. «En estas cantidades ingentes de material –dice el postulador de la causa, Anastasio Gutiérrez– no se encontró un solo acto o manifestación de la reina, ya fuera público o privado, que pueda considerarse contrario a la santidad cristiana.» El padre Gutiérrez no duda en tachar de «cobardes a los eclesiásticos que, atemorizados por las polémicas, renuncian a reconocer la santidad de la reina». Sin embargo, Petrosillo concluye diciendo, «se tiene la impresión de que la causa difícilmente llegue a puerto».

Se trata de una noticia poco reconfortante. Sin embargo, no es la primera vez que ocurre; ciñéndonos a España, recordemos que Pablo VI bloqueó la beatificación de los mártires de la guerra civil, por lo que podemos comprobar que, una vez más, se consideró que las razones de la convivencia pacífica contrastaban con las de la verdad, que en este caso es atacada con una virulencia rayana en la difamación, no sólo por parte de los judíos (a los que en la época de Isabel les fue revocado el derecho a residir en el país), sino también por parte de los musulmanes (expulsados de Granada, su última posesión en tierras españolas), y por todos los protestantes y los anticatólicos en general, que desde siempre montan en cólera cuando se habla de aquella vieja España cuyos soberanos tenían derecho al título oficial de Reyes Católicos. Título que se tomaron tan en serio que una polémica secular identificó hispanismo y catolicismo, Toledo y Madrid con Roma.

En cuanto a la expulsión de los judíos, siempre se olvidan ciertos hechos, como por ejemplo, el que mucho antes de Isabel, los soberanos de Inglaterra, Francia y Portugal habían tomado la misma medida, y muchos otros países iban a tomarla sin las justificaciones políticas que explican el decreto español que, no obstante, constituyó un drama para ambas partes.

Es preciso recordar que la España musulmana no era en absoluto el paraíso de tolerancia que han querido describirnos y que, en aquellas tierras, tanto cristianos como judíos eran víctimas de periódicas matanzas. Sin embargo, está más que probado que si había que elegir entre dos males –Cristo o Mahoma– los judíos tomaron partido por este último, haciendo de quinta columna en perjuicio del elemento católico. De ahí surgió el odio popular que, unido a la sospecha que despertaban quienes formalmente habían abrazado el cristianismo para continuar practicando en secreto el judaísmo (los marranos), condujo a tensiones que con frecuencia degeneraron en sanguinarias matanzas espontáneas y continuas a las que las autoridades intentaban en vano oponerse. El Reino de Castilla y Aragón surgido del matrimonio de los reyes todavía no se había afianzado y no estaba en condiciones de soportar ni de controlar una situación tan explosiva, amenazado como estaba por una contraofensiva de los árabes que contaban con los musulmanes, a su vez convertidos por compromiso.

Desde el punto de vista jurídico, en España, y en todos los reinos de aquella época, los judíos eran considerados extranjeros y se les daba cobijo temporalmente sin derecho a ciudadanía. Los judíos eran perfectamente conscientes de su situación: su permanencia era posible mientras no pusieran en peligro al Estado. Cosa que, según el parecer no sólo de los soberanos sino también del pueblo y de sus representantes, se produjo con el tiempo a raíz de las violaciones de la legalidad por parte de los judíos no conversos como de los formalmente convertidos, por los cuales Isabel sentía una «ternura especial» tal que puso en sus manos casi toda la administración financiera, militar e incluso eclesiástica. Sin embargo, parece que los casos de «traición» llegaron a ser tantos como para no poder seguir permitiendo semejante situación.

En cualquier caso, como mantiene la postulación de la causa de santidad de Isabel, «el decreto de revocación del permiso de residencia a los judíos fue estrictamente político, de orden público y de seguridad del Estado, no se consultó en absoluto al Papa, ni interesa a la Iglesia el juicio que se quiera emitir en este sentido. Un eventual error político puede ser perfectamente compatible con la santidad. Por lo tanto, si la comunidad judía de hoy quisiera presentar alguna queja, deberá dirigirla a las autoridades políticas, suponiendo que las actuales sean responsables de lo actuado por sus antecesoras de hace cinco siglos».

Añade la postulación (no hay que olvidar que ha trabajado con métodos científicos, con la ayuda de más de una decena de investigadores que dedicaron veinte años a examinar más de cien mil documentos en los archivos de medio mundo): «La alternativa, el aut-aut "o convertirse o abandonar el Reino", que habría sido impuesta por los Reyes Católicos es una fórmula simplista, un eslogan vulgar: ya no se creía en las conversiones. La alternativa propuesta durante los muchos años de violaciones políticas de la estabilidad del Reino fue: "O cesáis en vuestros crímenes o deberéis abandonar el Reino."» Como confirmación ulterior tenemos la actividad anterior de Isabel en defensa de la libertad de culto de los judíos en contra de las autoridades locales, con la promulgación de un seguro real así como con la ayuda para la construcción de muchas sinagogas.

No obstante, resulta significativo que la expulsión fuera particularmente aconsejada por el confesor real, el muy difamado Tomás de Torquemada, primer organizador de la Inquisición, que era de origen judío. También resulta significativo y demostrativo de la complejidad de la historia el hecho de que, alejadas de los Reyes Católicos, aunque fuera por el clamor popular y por motivos políticos de legítima defensa, las familias judías más ricas e influyentes solicitaron y obtuvieron hospitalidad de la única autoridad que se la concedió con gusto y la acogió en sus territorios: el Papa. De esto sólo puede sorprenderse todo aquel que ignore que la Roma pontificia es la única ciudad del Viejo Continente en la que la comunidad judía vivió altibajos según los papas que les tocaron en suerte, pero que nunca fue expulsada ni siquiera por breve tiempo. Habrá que esperar al año 1944 y a que se produzca la ocupación alemana para ver, más de mil seiscientos años después de Constantino, a los judíos de Roma perseguidos y obligados a la clandestinidad; quienes consiguieron escapar lo hicieron en su mayoría gracias a la hospitalidad concedida por instituciones católicas, con el Vaticano a la cabeza.

El camino a los altares le está vedado a Isabel también por quienes terminaron por aceptar sin críticas la leyenda negra de la que hemos hablado y de la que seguiremos ocupándonos, y que abundan incluso entre las filas católicas. No se le perdona a la soberana y a su consorte, Fernando de Aragón, el haber iniciado el patronato, negociado con el Papa, con el que se comprometían a la evangelización de las tierras descubiertas por Cristóbal Colón, cuya expedición habían financiado.

En una palabra, serían los dos Reyes Católicos los iniciadores del genocidio de los indios, llevado a cabo con la cruz en una mano y la espada en la otra. Y los que se salvaron de la matanza habrían sido sometidos a la esclavitud. Sin embargo, sobre este aspecto, la historia verdadera ofrece otra versión que difiere de la leyenda.

Veamos, por ejemplo, lo que dice Jean Dumont: «La esclavitud de los indios existió, pero por iniciativa personal de Colón, cuando tuvo los poderes efectivos de virrey de las tierras descubiertas; por lo tanto, esto fue así sólo en los primeros asentamientos que tuvieron lugar en las Antillas antes de 1500. Isabel la Católica reaccionó contra esta esclavitud de los indígenas (en 1496 Colón había enviado muchos a España) mandando liberar, desde 1478, a los esclavos de los colonos en las Canarias. Mandó que se devolviera a las Antillas a los indios y ordenó a su enviado especial, Francisco de Bobadilla, que los liberara, y éste a su vez, destituyó a Colón y lo devolvió a España en calidad de prisionero por sus abusos. A partir de entonces la política adoptada fue bien clara: los indios son hombres libres, sometidos como los demás a la Corona y deben ser respetados como tales, en sus bienes y en sus personas.»

Quienes consideren este cuadro como demasiado idílico, les convendría leer el codicilo que Isabel añadió a su testamento tres días antes de morir, en noviembre de 1504, y que dice así: «Concedidas que nos fueron por la Santa Sede Apostólica las islas y la tierra firme del mar Océano, descubiertas y por descubrir, nuestra principal intención fue la de tratar de inducir a sus pueblos que abrazaran nuestra santa fe católica y enviar a aquellas tierras religiosos y otras personas doctas y temerosas de Dios para instruir a los habitantes en la fe y dotarlos de buenas costumbres poniendo en ello el celo debido; por ello suplico al Rey, mi señor, muy afectuosamente, y recomiendo y ordeno a mi hija la princesa y a su marido, el príncipe, que así lo hagan y cumplan y que éste sea su fin principal y que en él empleen mucha diligencia y que no consientan que los nativos y los habitantes de dichas tierras conquistadas y por conquistar sufran daño alguno en sus personas o bienes, sino que hagan lo necesario para que sean tratados con justicia y humanidad y que si sufrieren algún daño, lo repararen.»

Se trata de un documento extraordinario que no tiene igual en la historia colonial de ningún país. Sin embargo, no existe ninguna historia tan difamada como la que se inicia con Isabel la Católica.

Envío del Dr. Roberto Castellano Pro Vida

DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS, Córdoba
De la Nueva Andalucía, 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción.
¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! Gspp.

San Benito, pedagogo de occidente (I)

“MIS ARREOS SON LAS ARMAS,
MI DESCANSO ES PELEAR;
MI CAMA, LAS DURAS PEÑAS
MI DORMIR, SIEMPRE VELAR”.
De un proverbio castellano.
Editó: Lic. Gabriel Pautasso

A LA MEMORIA DE JUAN CARLOS SÁNCHEZ, editor de Política y Desarrollo y Diario 7 de Santa Fe de la Vera Cruz. (+ 8/3/2010)

En cuanto a la proyección pedagógica de la figura de SAN BENITO, debemos afirmar que ha ejercido una influencia decisiva, constante y universal sobre el origen y desarrollo de la cultura monástica del medioevo occidental, conteniendo potenciados en sus textos capitales de tradición benedictina, los dos componentes esenciales de esa cultura: 1) Gramática y 2) Escatología.

La tradición monástica de la Edad Media (siglos V a XV: 10 siglos del 500 a 1500, aproximadamente) en Occidente se instaura fundacionalmente sobre textos que hacen de ella una tradición benedictina en sentido estricto. (Leclerq, Jean: Cultura y Vida Cristina. Ed. Sígueme. Salamanca, 1965, p. 21: importante libro y autor).

Tales son la vida de SAN BENITO en el libro II de los Diálogos de SAN GREGORIO, y la Regla de los Monjes que tradicionalmente se atribuye al santo varón.

Con respeto a la influencia perdurable de SAN BENITO en las orientaciones pedagógicas y culturales, desde el principio de la Vida, SAN GREGORIO nos ha dejado un testimonio interesante, que será frecuentemente invocado por la tradición y le sirve como de símbolo.

Ese texto es aquél en que, en el Prólogo al Libro II de los Diálogos, narra SAN GREGORIO, cómo abandonó el joven BENITO Roma y la escuela, para llevar una vida consagrada a DIOS.

Dice SAN GREGORIO:
“Nacido en la región de Nursia, de buena familia, fue enviado a Roma a cursar los estudios de las ciencias liberales. Pero viendo que muchos se dejaban arrastrar en el sentido por la pendiente de los vicios, retiró el pie, que casi había puesto en el umbral del mundo, por temor a que si llegaba a conseguir un poco de su ciencia, fuese después a caer también él en el fatal precipicio. Despreciando, pues, los estudios literarios, abandonó la casa y los bienes de su padre, y deseando agradar solo a DIOS, BUSCÓ EL HÁBITO DE LA VIDA MONÁSTICA. Retiróse, pues, ignorante a sabiendas y sabiamente indocto”. (Colombas, San Segundo, Cunil: San Benito, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1954, p. 159. Clásico en Castellano).

De este relato, se sacan las siguientes conclusiones:

Para comenzar, una conversión de SAN BENITO, que no es menos importante que la de SAN AGUSTÍN DE HIPONA. Análogamente como San Agustín, comenzó SAN BENITO por realizar estudios y después renunció a ello.

En cuanto al contenido curricular de esos estudios, llamados por San Gregorio “los estudios de las ciencias liberales” o también “estudios literarios”, consisten en lo que entonces se enseñaba a los “hombres literarios”, o, como dice San Gregorio, los “liberalia studia”; ESA EXPRESIÓN DESIGNABA PARA LOS JÓVENES ROMANOS DE LA ÉPOCA, la gramática, la retórica, el derecho.

“Comprobamos así, que la vida escolar se perpetuó en Roma hasta mediados del siglo VI: siempre existieron en ella, remunerados por Estado, profesores de gramática, retórica, derecho y medicina; conocemos inclusive el nombre de uno de los últimos titulares de la cátedra de elocuencia inaugurada antaño por QUINTALIANO: un tal FÉLIX, quien se menciona en el año 543 como autor de la recensión del texto de MARCIANO CAPELLA. Siempre enseñan en salas dispuestas alrededor del foro de Emperador TRAJANO, que también sirven de escenario para las recitaciones públicas, ya que las costumbres literarias de la Roma imperial subsisten durante todo el tiempo que se mantienen sus escuelas” (HENRI-IRENÉE MARROU: Historia de la Educación en la Antigüedad. Eudeba, Buenos Aires, 1965, p. 423: excelente libro y un esclarecido católico francés).

Probablemente estudió la Gramática. De cualquier modo, lo cierto es que pronto, sintiendo rechazo por lo que ve y oye en el ambiente escolar, BENITO lo abandono todo, ya que no se ha podido determinar que haya llegado al estudio del Derecho, pues era un púber, apenas “ha puesto un pie en el umbral del mundo”. Se produce su huída de la escuela, no porque sean deficientes los estudios liberales, propios de los hombres libres – lo que no se dice en el texto citado de SAN GREGORIO – sino porque la vida de estudiante está llena de peligros morales, de ahí conversio morum: la conversión de las costumbres.

En efecto, LA ACTIVIDAD INTELECTUAL no fue labor exclusiva ni tan sólo finalidad principal de la vida monástica. La misión esencial del monje era, como dice la regla de SAN BENITO, el SERVICIO DE DIOS (OPUS DEI), la Misa y el rezo en comunidad del OFICIO DIVINO. “Nada – dice el capítulo 33 – debe ser antepuesto al Servicio de Dios”. Maitenes, laudes, prima, tercia, sexta, nona, vísperas y completas…, el ritmo de la vida del monasterio marcó, durante siglos y siglos, la jornada cotidiana de los fieles. Con los monjes compartieron aquéllos el trabajo manual, y de los monjes aprendieron buen número de labores agrícolas y métodos de trabajo las clases rurales.

Todo el resto de la vida de SAN BENITO ESTARÁ ORIENTADA A LA BÚSQUEDA DE DIOS, perseguida en las mejores condiciones para ir a Él, es decir, en el alejamiento de ese mundo peligroso. (Leclerq, J. o. cit. p. 22).

Así pues, encontramos en potencia, en la vida de SAN BENITO, los estudios experimentados, no rechazados ni despreciados o negados, pero sí renunciados, superados en vista del último fin, la instauración del reino de la Iglesia.

Por consiguiente toda la tradición benedictina será, imagen de la vida de la vida de SAN BENITO, “scienter nescia, et sapienter indocta” (ignorante a sabiendas y sabiamente indocto”, recogerá la enseñanza de la docta ignorancia, vivirá en ella y la trasmitirá, la conservará, la mantendrá presente y viva en la actividad educadora de la Iglesia. (Leclercq, J. op. Cit. p. 23).

En cuanto a la Regla de SAN BENITO, debemos afirmar que ésta presupone monjes letrados. Es difícil apreciar lo que debió conocer el autor de la Regla para escribirla.

Se deben distinguir en la Regla los dos elementos constitutivos que aparecen en el itinerario espiritual de SAN BENITO: el conocimiento de las LETRAS y la búsqueda de DIOS.

De allí se concluye que una de las principales ocupaciones del monje es la LECTIO DIVINA, la cual incluye la MEDITACIÓN o meditatio -meditare aut legere-. (Leclerq, J. op. Cit. 24).

Es necesario, por consiguiente, en el monasterio, poseer libros, saber leerlos, saber escribirlos, aprender a hacerlo si se ignora.

SAN BENITO supone la existencia de una biblioteca bastante bien provista, ya que cada uno de sus monjes debe recibir, en Cuaresma, un Codex; todos son invitados, al final de la Regla a leer la Escritura, CASSIANO y SAN BASILEO – fuentes doctrinales de SAN BENITO para la elaboración de su Regla – se ha de poder leer en el refectorio, en el coro, ante los huéspedes. (Leclerc, j. OP. CIT. P. 24).

En virtud de que para poseer libros, es necesario saber escribirlos, normalmente se considera que todos los monjes, salvo excepción, saber escribir.

El abad y el monje cillero deben anotar lo que dan y lo que reciben; se conservan en los archivos documentos escritos.

Se supone que al menos algunos saben confeccionar libros, es decir, copiarlos, encuadernarlos, decorarlos incluso.

Es necesario hacer libros, en primer lugar, para el monasterio. Se recibían libros en donación, pero, por lo general. Se copiaban en el monasterio mismo. También se confirma el hecho de que se copiaban igualmente para el exterior libros que se vendían. De la misma manera, supone SAN BENITO que los monjes no son iletrados ya que sólo algunos se consideraban incapaces de leer y estudiar, pero la totalidad de los monjes, para poder hacer esas lecturas públicas y privadas que la Regla prescribe, debe saber leer y eso presupone una escuela. (Leclerq, J. Op. Cit., p. 25).

Ahora bien, no puede suponerse que el siglo VI entrarán en el monasterio sabiendo las primeras letras; SAN BENITO prescribe “qué se leerá” (legatur ei) la Regla al discípulo, en el caso de que no haya podido leerlas por sí mismo en el momento de su entrada en el Monasterio.

Leer puede, por consiguiente, tener el sentido de “comentar”, es decir, se leerá la Regla, explicándosela, y comentándosela. No se afirma que se le enseñara a leer el período del noviciado.

Pero como hay niños que son ofrecidos el monasterio para quedarse en calidad de monjes, que deberán, por lo tanto, saber leer y escribir un día, debe haber para ellos una escuela, y por lo tanto, también libros y la biblioteca deberá estar compuesta por la Sagrada Escritura y los Santos Padres, a más de obras elementales de Gramática, los libros de DONATO, PRIACINNO, y QUINTIALIANO y algunos escritores clásicos. (Leclerq, J. op. Cit., p. 25.

Además, las tablillas y estiletos de que se trata el Capítulo LV de la Regla, son igualmente material destinado a la escuela como el escriptorum.

Por consiguiente, si es preciso saber leer, es, ante todo, con el objeto de poder dedicarse a la Lectio Divina.

Para comprender el contenido de la Lectio Divina y su principio didáctico se debe considerar, primariamente, el sentido que en SAN BENITO tienen y conservan, a lo largo de toda la Edad Media, las palabras LEGERE y MEDITARI.

El hecho que expresan explicará uno de los temas más características de la literatura monástica medieval, esto es, el aspecto de la reminiscencia.

A propósito de la lectura, se impone una afirmación fundamental: en la Edad Media, como en la Antigüedad greco-latina, se leen normalmente, no como hoy sobre todo con los ojos, en forma visual, sino con los labios, pronunciando lo que se ve, hablándole, y con los oídos, escuchando las palabras que se pronuncian, oyendo tal como se dice, las voces de las páginas.

Se dedica uno a una verdadera lectura acústica -legere significa al propia tiempo audite -.

No se comprende sino lo que se oye, tal como se dice todavía, “entender el latín” (de intendere, “oir” que se conserva sobre todo en francés, “entendre”) por “comprenderlo”.

Sin a dudas a dudas, la lectura silenciosa o en voz baja, no es desconocida, se la designa con expresiones tales como: “tacite legere” o “legere sibi” en SAN BENITO y el “legere in silentio” de SAN AGUSTÍN, en contra posición con la “clara lectio”.

Pero es lo más corriente que, cuando legere y lectio se emplean sin especificación, hacen referencia a una actividad que como la escritura y el canto, ocupan totalmente tanto el cuerpo como el espíritu.

A ciertos enfermos que tenían necesidad de moverse, recetaban los médicos de la Antigüedad la lectura, consideraba como un ejercicio físico en el mismo sentido que el paseo, la carrera o el juego de pelota.

El hecho de que se escribiera a veces en voz alta, dictándose a sí mismo o a un amanuense el texto que se redactaba, explica un buen número de “variantes acústicas” de los manuscritos del Medioevo. (Leclerq, J.: op. Cit. 26).

Son bien conocidas los testimonios de la Antigüedad Clásica, Bíblica y Patrística relativos a la lectura en alta voz.

Tal como lo afirma JACQUES LECLERQ:

“Así, cuando recomienda SAN BENITO, que, en el tiempo que los monjes ‘reposan en el silencio sobre su lecho’, el que quiera leer que lo haga de manera que no moleste a los demás, considera la lectura un peligro para el silencio. Cuando PEDRO EL VENERABLE estaba acatarraba, no sólo no podía tomar la palabra en público sino que no podía hacer ya su lectio; y NICOLÁS DE CLERVAUX constataba que, tras una sangría; no tenía ya fuerzas bastante para leer. Es, pues, seguro que la gesticulación laringeo-bucal no está disociada del trabajo de los ojos; éste se acompañaba espontáneamente de un movimiento de los labios y la lectio divina se hacía así necesariamente una lectura activa”. (Leclerq, J.: op. Cit., 27).

En cuanto a la significación y trascendencia de la meditatio, este término es importante, ya que la práctica que encierra determinará en gran parte la interpretación y hermenéutica del monasticismo aplicada a la Sagrada Escritura o a los Santos Padres.

Las palabras “meditari” y “meditatio” tienen una significación consistente en una gran riqueza conceptual. En la tradición monástica conservan a la vez los sentidos profanos que tenían en la lengua clásica y los sentidos sacros que tomaron de la Sagrada Escritura. En el lenguaje profano y secular, “meditari” quiere decir, genéricamente, pensar, reflexionar tal como “cogitare” o “considerare”, pero, más que este último, implica con frecuencia una orientación de orden práctico, e incluso de orden moral; se trata de pensar en una cosa con vistas a su posible realización, o de otra manera prepararse a ella; configurarla y prefigurarla en espíritu; desearla, realizarla en cierto modo por adelantado; ejercitarse, en fin, en ella.

Por consiguiente, se aplica el vocablo a los ejercicios corporales y deportivos, a los de la vida militar, al campo escolar, al de Retórica, de la poesía, de la Música, a la práctica, por último, de la moral.

Ejercitarse así en una cosa, pensándola, es fijarla en la memoria, es aprenderla. Todos estos matices se encuentran en el lenguaje de los cristianos, pero entre ellos se emplea, por lo ordinario, la palabra a propósito de un texto –la realidad que designa se ejerce sobre un texto– y ese texto es el texto por excelencia, el que se denomina, por antonomasia, la Sagrada Escritura, es decir, la Biblia y su comentario.

Es a través de las antiguas versiones de la Vulgata, por donde se introduce la palabra meditari en el vocabulario cristiano y especialmente, en la tradición monástica.

Traduce, por lo general, la palabra hebrea haga, que quiere decir, fundamentalmente, aprenderse de memoria la Thora y las palabras de los Sabios, pronunciándolas generalmente en voz baja, recitándoselas a sí mismo, como murmurándolas. Es lo que nosotros llamamos “aprenderse de memoria”, que debiera decirse más propiamente, según los antiguos más sabios que nosotros, aprenderse de boca, ya que ésta es la que “medita la sabiduría”: Es JUSTI MEDITABITUR SAPIENTIAM.

Es pronunciar las palabras sagradas, para grabárselas en la memoria, por medio de un murmullo interior básicamente espiritual. Por lo tanto, lectura acústica, ejercicio de la memoria y reflexión a que aquella antecede. (Leclerq J.: op. Cit. p. 23).

Decíamos ayer… este trabajo de investigación, se programó en 1979, terminándose el 21 de marzo de 1980, como un homenaje filial, en la festividad del Santo Abad, que celebra la Iglesia Universal, al cumplirse el MD aniversario del glorioso natalicio del Patriarca de los Monjes de Occidente, a quien veneramos como el PEDAGOGO DE OCCIDENTE.

Decimos hoy… ¡SANCTE BENEDICTUS LAUS TIBI!



HISTORIA BENEDICTINA Y TRADICIÓN MONÁSTICA
REGLA

Prólogo

Escucha, Hijo mío, los preceptos del Maestro, Y ABRE LOS OÍDOS DE TU CORAZÓN. Recibe complacido la enseñanza de tan buen padre y ponla en práctica, a fin de volver a aquel de quien te había alejado la maldad de la desobediencia. A TI SE DIRIGE MI PALABRA; a ti, seas quien fueres, que renuncias a tu voluntad propia y empuñas las fuertes y nobles armas de la obediencia para combatir bajo el estandarte de CRISTO, nuestro verdadero Rey.

Ante todo pídele, con muy insistente plegaria, que lleve a buen fe todo bien que emprendas, de modo que, después de haberse dignado en el número de sus hijos, no tenga motivos, un día, para afligirse por nuestra mala conducta.

SAN BENITO no llama a sus discípulos para realizar una tarea señalada previamente. Se dirige, en el prólogo de su Regla, a todos cuantos quieren, como él, agradar solo a DIOS y buscan servirle verdaderamente (Cf., capítulo 1º). Se nos dirá: ¿en qué se diferencia ese programa de la vida más simple y universalmente cristiana? En nada, es cierto. Importa comprender este punto antes de hacer las distinciones necesarias. Un monje es, en primer término, un hombre que ha hacerlo todo. Algunas tareas parecen poco indicadas, y la tradición monástica se ha preguntado con frecuencia sobre lo que convendría hacer y lo que no; pero, realmente, en el curso de la historia, se ha visto a los monjes podían servir para todas las cosas en la Iglesia: sucesivamente, y según sus necesidades, han sido roturadores, agentes de comercio, hombres de industria…Han construido millares de iglesias, abierto caminos, tendiendo puentes, fundados ferias y mercados. Han sido apósteles – convirtiendo a buena parte de Europa -, luego pastores de almas y también maestros de escuela, humanistas a los que debemos la transmisión de la cultura antigua, teólogos, exégetas, canonistas, historiadores, matemáticas y médicos; en algunas ocasiones, inclusive, han desempañado el papel de superdiplomáticos, conciliadores en los Estados o entre el Papa y el emperador, artesanos incansables de la unidad en una cristiandad que no estaba menos dividida que el mundo de hoy.

BENITO ENSEÑA A DOS MONJES CÓMO DEBEN CONSTRUIR SU MONASTERIO

Tanto se ha repetido todo esto, que algunas expresiones hacen ya el efecto de clisés: “los monjes roturadores” o “los sabios benedictinos”. Pero no se ha señalado suficientemente que esos hombres han sido capaces de realizar, mejor o peor, dichas tareas solo en la medida en que su vocación no los sujetaba a una obra determinada que hubiera sido exclusiva de los otros. Pudieron hacer de todo eso porque no se consideraban llamados especialmente para ninguna de tales cosas.

Repitámoslo: solo se entra en un monasterio para encontrar allí más plenamente a DIOS.

Pero como DIOS puede hallarse por doquiera y en todo, ninguna actividad está excluida en la vida de los monjes, desde el momento que puede conciliarse, de una parte, con las exigencias más generales de la vocación religiosa; y, de otra parte, corresponder a la voluntad más particular de DIOS sobre cada alma (es decir, a lo llamaríamos el destino de cada uno, en el sentido cristiano de esa palabra). Sea la que fuere, su tarea le parece siempre ocasional; es un medio entre una infinidad de otros; pero también es el medio entre una infinidad de otros; pero también es el buen medio, puesto que le ha sido dado para unirse a DIOS y cooperar a la obra a la obra de la Creación o de la Redención. Llegado el momento, cambiará, pues, de ocupación sin mirar atrás – al menos siempre que se conduzca realmente como un monje -, demostrando así que permanece libre con respecto a lo que no es nunca más que una “ocupación”, ya que el fin de su vida reside siempre más allá, en DIOS.

SAN BENITO vivió, por el contrario, en un tiempo en que la civilización romana perdía sus últimas posibilidades; el monasterio por él fundado se adaptaba espontáneamente a ese estado de cosas, muy diferente, que constituye el interregno de un mundo en ruinas a un mundo que va a construirse. No nos imaginamos, a SAN BENITO dedicado a sabias investigaciones sobre la filosofía de la historia y redactando su Regla en previsión del porvenir. Es clarísimo que el Hombre de DIOS solo piensa en organizar la vida en organizar monástica en el interior del pequeño mundo que es una abadía, sin preocuparse expresamente de Roma, ni de los bárbaros-germánicos, ni, menos aún, de la Edad Media…Buscaría más eludir hasta el pretexto de relaciones demasiado frecuentes entre ese pequeño mundo y el mundo grande donde de tan fácilmente se aprende olvidar a DIOS. Por eso, al llegar al final de su primera redacción de la Regla, inmediatamente antes de los capítulos adicionales, más tardíos, escribe: El monasterio debe, en lo posible, estar dispuesto de manera que se halle en él todo lo necesario, es decir, agua, un molino, un jardín y talleres para que se puedan practicar los diversos oficios en el interior de la clausura. De ese modo, los monjes no tendrán necesidad de diseminarse por el exterior, lo que no es, en modo alguno, conveniente para sus almas (Regla 66).

SAN BENITO, PEDAGOGO DE OCCIDENTE
De todas maneras, el acontecimiento se produjo a fines del terrible a fines del siglo V, es decir, en un ambiente de “fin de mundo”. Desde la primera toma de ROMA, al alborear ese siglo, por los visigodos de ALARICO, los bárbaros se hallan en todas las fronteras. El hecho de que CLODOVEO, el actual conquistador de las Galias (actual Francia), se dispusiera a hacerse bautizar, al frente de sus tropas, en aquel año de 496 – es decir, aproximadamente cuando BENITO salía -, es una coincidencia solo notable para nosotros.

BENITO no encontrará, pues, inmediatamente la tranquilidad (para imaginarlo es preciso no tener la menor experiencia de lo que de lo que la terrible soledad)… El miedo que tiene a pecar, ante todo, la consecuencia de su inmenso deseo de agradar solamente a Dios.

En el año 480, hace mil quinientos treinta y siete años, nació para gloria de la cristiandad, San Benito de Nursia, hijo de nobles romanos, Patriarca de los monjes de Occidente, fundador de la Orden Benedictina, verdadero motor de energía cultural.

Con el hijo de Nursia, Italia empieza realmente la vida monástica El creador de este nuevo género de vida fue SAN PACOMIO, después del año 430, quien le introdujo con grandes resultados en la ascética cristiana. Pero el advenimiento de SAN BENITO y la institución de su Regla dan un vigoroso impulso a esta parte de la actividad cristiana.

El Patriarca funda monasterios que se multiplican. Instituye su Regla.

Puede decirse que a partir del año 650 todas las órdenes existentes se regían por esta Regla.

La Orden Benedictina, celosa mantenedora del espíritu apostólico, tuvo decisiva importancia en la difusión de la cultura de Occidente.

Esta Orden fundadora ejerció en aquellos tiempos, desde su misma fundación, en medio de las turbulencias germánicas y paganas la más profunda y fecunda acción, tanto en orden religioso, social y político, como en el artístico, musical, y el económico.

SAN BENITO, llenó del espíritu de todos los justos, condensó la inspiración divina, en su Santa Regla, bajo cuya prodigiosa sabiduría militaron santos y santas, emperadores y reyes, príncipes y duques, en fin, grandes personalidades que tuvieron alguna participación en los flujos culturales y religiosos de la Edad Media. (Fray JUSTO PÉREZ DE URBEL: “Semblanzas Benedictinas”, Madrid, 1925).

Nadie más que LEOPOLDO GENICOT, eximio mediavalista belga, ha definido con precisión y elocuencia el sentido último de la Edad Media:

EDAD MEDIA que sobrevive todavía – nos enseña LEOPOLDO GENICOT, y principalmente en esas obras que los modernos desdeñan con frecuencia y que para tantos de nosotros occidentales y cristianos, han recobrado sentido e irradian de nuevo el mismo calor y luz de antaño. Porque la EDAD MEDIA es una inmensa masa que se levanta y se conmueve: la blanca cohorte de los misioneros, de los fundadores de Órdenes, de los ascetas y de los místicos encabezados y guiados por BENITO DE NURSIA, y seguidos por GREGORIO EL GRANDE y BONIFACIO, BENITO DE ANIANO, ODÓN DE CLUNY, ROBERTO DE POLESME, NORBETO DE XANTEN, FRANCISCO DE ASÍS, y DOMINGO DE OSMA, ROMUALDO, PEDRO DAMIANO, BERNARDO DE CLARAVAL, RICARDO DE SAN VÍCTOR, el maestro ECKHART y RUYBROCK el ADMIRABLE; el escuadrón sonoro de los partidarios de la unidad política y defensores de la paz, de los señores feudales, símbolo de la fidelidad y a quienes la Iglesia Católica HIZO CABALLEROS DE LA GENEROSIDAD; la brillante falange de los sabios, doctores, maestros, teólogos y filósofos, juristas e historiadores, matemáticos y físicos, conducida por JUAN SCOTO ERIÚGENA, RATIERE DE LOBBES, ANSELMO DEL DOC, RUPERTO DE DOUTZ, ABELARDO, PEDRO LOMBARDO, TOMÁS DE AQUINO, DUNS SCOT y GUILLERMO DE OCCAM, BURCHARD DE MORNS, IRNERIUS, GRACIANO, BRATON, JACQUES de RÉVIGNY, BARTOLDO y ACCURSO, BEDA el VENERABLE, SIGBERTO DE GEMBLOUX, GERBERTO de AURILLAC, LEONARDO FOBONACCI, JUAN BURIDAN y NICOLE DRESME; la tropa abigarrada de escritores con SERVATE LOUP, a la cabeza y HILBERTO de LAVARDIN, ADAM DE SAN VÍCTOR, el Archipoeta GAUTIER de CHATILLON, CHRÉTIEN DES TROYES, JUAN de SALISBURY, GUILLERMO de AQUITANIA, GUILLERMO de LLORRIS, DANTE, PETRARCA, VILLON, y ARNOULD GROBAN; la legión innumerable de los orfebres de Renania y de la Lotaringia, arquitectos e imaginarios de Aquisgran, Germigny-sur-Loire, Cluny, París, Amiens, Vézelay, Toulousse, Moissac, Caen, Chartres y Champmel, miniaturistas y pintores de Auxerre, Oberzoll, Berzó-la-Ville, San Savin, de Italia y de los Países Bajos, vidrieros de Saint Denis, y Chartres, de los primeros músicos, de un HERMAN de REICHENAU, a un GUILLERMO de MACAULT; el ejército, el inmenso ejército de aquellos que bajo la mirada de Dios, durante más de un milenio sirvieron en Occidente al Bien, la Verdad y la Belleza. Así, que en el momento de dejar estos tiempos en muchas ocasiones rudos pero siempre fecundos, pasan ante nosotros ojos tantas obras imperecederas, plasmadas a partir de la REGLA BENEDICTINA, como el “Salterio de Utrecht”, el “Cantar de ROLANDO”, LAS FUENTES DE SAN BARTOLOMÉ de Lieja, el Ambón de KLOSNEUBURGO, las Abadías románicas y las Catedrales góticas, el Pórtico Real de la Capital de la Beac y el Tímpano de la Virgen de la Capital capeta, la Leyenda de TRISTÁN e ISOLDA, los himnos religiosos y las canciones de trovadores y goliardos, las “Sumas” teológica-filosóficas, las vidrieras de la Sainte Chapalle, los motetes sacros, la “Divina Comedia”, el Canzoniere, la Mosse du Sacre, el Pozo de MOISÉS, el Retablo del Cordero Místico, el Testamento, lo Misterios y “La Piedad” de Avignon”. (Hasta aquí el Profesor LEOPOLDO GENICOT).

Creaciones comunes a todo el Occidente que les dio a luz y a la Iglesia que fue su inspiradora y dentro de ella, para todos, decimos nosotros, SAN BENITO, PEDAGOGO DE OCCIDENTE.
ADEMÁS, la Orden Benedictina es doblemente importante por haber asistido y apadrinado el nacimiento de las sucesivas que tuvieron siempre, grandísima influencia en la cultura occidental.

Es así como de distintos modos la Orden Benedictino está enlazada a los fundadores y propulsores de las nuevas congregaciones religiosas.

Ella después de haber prestado su apoyo a la magna obra litúrgica de Roma y de haber introducido hasta los últimos confines de Europa la Cultura junto con la Fe católica romana, es solicitada por una empresa más grande todavía: es la que identificándose por un momento con los destinos de la Ciudad Eterna suministrará, inspirara y apoyará por todos los medios, esos grandes Pontífices de los siglos XI y XII, defensores heroicos de la Santidad e independencia de la Iglesia Católica.

Al mismo tiempo que los benedictinos colaboraran activamente en la instalación de los esplendores del culto y transformaban a los incultos germanos; en mansedumbre, orden, y moralidad; o se dedicaban a las múltiples ramas del saber, se encargaron también de aquellos trabajos corporales o manuales o mecánicos necesarios a la subsistencia de la abadía o el monasterio, y especialmente a la agri-cultura, primera forma de cultura romana, en regiones aptas.

En efecto, apenas llegaban los monjes y edificaban sus rústicos conventos a orillas de algún río comenzaba la transformación de la agreste comarca en productivos campos terminando por construir una villa o burgo que albergaban un pueblo obrero educado en la sabiduría divina y en el cual florecía el espíritu de comunidad.

No pocas ciudades de Europa, tienen un origen monástico. Por eso SAN BENITO es verdaderamente el patrono de Europa.

Finalmente, fueron los monasterios benedictinos los más grandes centros de cultura; ellos conservaron cuidadosamente los elementos de la Antigüedad Greco-Romana, salvados de la destrucción por la diligencia de los monjes y por amor de los estudiantes.

Por todo esto, se ve cuán importante y necesario mencionar la orden benedictina al hablar de la Edad Media.

Debe destacarse en el primer signo de originalidad cultural en esta época es el monasterio, vida en común de hombres y mujeres que desean perfeccionarse por y en las virtudes cristianas y quieren ejercer un apostolado íntegro, viviendo según las normas de los primeros cristianos de la época apostólico.

El monasterio benedictino fue el núcleo cultural de la Edad Media y en los que se condesaron todas las actividades y realizaciones irradiando constantemente, aún en épocas de decadencia, como la actual civilización postmoderna, Caridad y Saber, luz y protección a todo el pueblo cristiano sin distinción alguna.

En él e conservaron intactas las primicias del Espíritu, abrigando al calor del Culto los más esenciales principios de vida apostólica, justa aplicación de las normas evangélicas; y puede decirse que por la acción de esos núcleos, la semilla de la divina palabra justificó el ciento por uno, produciendo esos magníficos tesoros de amor y Saber, que son glorias imperecederas del Medioevo.

La vida del Monje está condensada en la “fórmula” ORA et LABORA, es decir, la actividad mística y contemplativa y la acción por excelencia, la actividad temporal.

Estos dos aspectos engranan armoniosamente en el individuo y en la sociedad y dan como fruto toda la potencia espiritual del Medioevo.

El monje es en esencia el hombre de fe, el hombre entregado a la obediencia. El monje se despaja voluntariamente de su propio yo; he ahí el fondo de la obediencia monástica, precisamente uno de los ideales de la Edad Media fue el estado monacal.

De aquí con seguridad la característica comunitaria de toda obra de esa época. En la vida seglar se procuraba imitar el espíritu monástico, en lo posible y su consecuencia fue el nacimiento de una conciencia comunitaria (mejor dicho corporativa) que informó toda la Edad Media, que se infiltró en las cuestiones industriales y comerciales donde, donde como sabemos, también existían los gremios con sus maestros y aprendices.

Ese comunitarismo medioeval estaba poderosamente alimentado por la absoluto adhesión al Pontífice romano, a la tradición romana-cristiana, adhesión que comienza a decaer ya a principios del siglo XIV, con motivo del Gran Cisma de Occidente.

“He aquí la obra de SAN BENITO DE NURSIA – ha dicho otro gran orador, Monseñor FREPPOL – obra admirable, hermanos, en la que resplandece, bajo la luz de lo alto, el genio del hombre con sus vastas y profundas intuiciones. En esta legislación de las almas llamadas a la vida perfecta, en esta obra capital de la prudencia y de discreción, se expresa SAN GREGORIO MAGNO, discretione pracecipuam hay sin duda la poderosa lucidez de una morada iluminada por la fe; pero se encuentra también en esta legislación, si no nos equivocamos, algún rasgo de aquellos patricios de la antigua Roma que conquistaron el mundo más por la sabiduría que por la fuerza, que supieron gobernarlo después de conquistarlo y que prepararon así, sin ellos saberlo, el reinado universal de CRISTO. Por esta sabiduría tan romana, el patriarca de Montecassino ha adquirido una posterioridad numerosa como las estrellas y como las arenas del mar. Esta Regla que se adapta a las situaciones más diversas, esta Regla que no excluye nada y se presta a todo, los hijos de SAN BENITO podrán practicarla en todas las latitudes, en cualquier medio social que sea: en todas partes formara cristianos perfectos, en todas partes donde se existan almas que se consagren a DIOS y un monasterio donde cantar las divinas alabanzas”. (GARCÍA M. COLUMBAS-LEÓN M.SENSEGUNDO-ODILÓN CUNILL: “San Benito, su vida y su Regla”. Biblioteca de Autores, Madrid, 1953, p. 132).

“Esta transformación del hombre en todos sus pensamientos y actos", - enseña VALDEMAR VEDEL, “Ideales de la Edad Media”, t. IV, “La vida monástica”, traducción del danés por Jaime Ruiz Manet, Editorial Labor, Barcelona, 1931, p. 23 y 24. – verdadera conversio morum, ES LO QUE LA REGLA BENEDICTINA IMPONE COMO CONDICIÓN PREVIA PARA EL INGRESO EN LA ORDEN". La regla benedictina impone como condición previa para el ingreso en la Orden. La regla benedictina no se abre sin más para aquel que quiera entrar; dásele, al novicio, tiempo abundante para reflexionar, después de haberla probada por sí mismo, acerca de la nueva por sí mismo por sí mismo, acerca de la nueva vida que ha elegido. Una y otra vez durante los años de prueba, le son leídas solemnemente las “reglas”, añadiendo luego “estas son las leyes bajo las cuales has de vivir; si eres capaz de acatarlas, entra; si temes no poderlas resistir, acepta el nuevo hermano los votos que le ligan para siempre. Todas las ceremonias de que estos votos van acompañados se dirigen a grabar en la mente del novicio la idea de que su personalidad anterior ha muerte en él, y que se ha despedido para siempre del mundo y de su vida primera.
“…Día tras días, un año y otro, acuden los monjes al templo a determinadas horas, y más de una vez cada día, para rezar en común. Rezan a prima y a tercia, a sexta y a nona; rezan también a vísperas y completas y aún nocturnos, cuando no coincidan con los laudes, y vuelven a rezar. Las “horas canónicas” regulan toda la vida del cennobio, dividiendo los trabajos del día, e interrumpiendo el descanso de la noche. Añádese a esto la misa solemne que diariamente se celebra en el templo, a las siete, después de prima, o a las nueve, entre tertia y sexta. La misa constituye el punto más solemne de la jornada, la manifestación cotidiana de la Divinidad misma en su santa casa, el diario milagro en virtud del cual el pan y el vino en transubstancian en carne y sangre de JESUCRISTO. A la misa asisten todos los que en el convento tienen pies para andar, desde el abad o prior al más humilde de los legos”.

No es posible reunir en cinco páginas catorce siglos y medio de Historia. Y menos aún cuando se trata de la historia benedictina. QUEDA MUCHO POR CONSIDERAR.
Frente a los bárbaros (germanos invasores del Imperio) la Iglesia es la única fuerza organizada que puede aún encarnar la ciudad terrestre, ella es la que conduce “EL NAVÍO ABANDONADO, SIN PILOTO, EN GRAN TEMPESTAD”.

NAVE SENZA NOCCHIERE EN GRAN TEMPESTA…

Editó Gabriel Pautasso
Instituto Eremita Urbanus

Editó: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, en la Semana Santa del Año del Señor de 2010. Sople el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! GRATIAS AGAMUS DOMINO DEO NOSTRO!

sábado, 27 de marzo de 2010

*EL EXTRAÑO CASO DE H. P. LOVECRAFT*

¿Cuál fue el mérito de LOVECRAFT como escritor? La obra de LOVECRAFT pretende sublevarse contra una realidad que le es hostil: evoca sueños atávicos y poderes maléficos para huir de una sociedad burguesa y aburrida. Pero sus personajes monstruosos resultan, con frecuencia, más grotescos que convincentes, y no consigue desprenderse de su herencia racionalista y materialista. p. FRANCISCO CASTAÑEDA.


Por el Lic. Gabriel Pautasso


A la memoria de Juan Carlos Sánchez, Editor de Política y Desarrollo.

La llamada literatura de terror, género narrativo cuya vertiente moderna tiene en EDGARD ALLAN POE a su indiscutible maestro, pareciera haber llegado a un callejón sin salida en esta segunda mitad del siglo XX pues, a pesar de sus numerosos cultivadores, apenas ofrece alguna obra digna de tomarse en cuenta.
En la mayoría de los casos, la reiteración de ciertos temas y su precario cuando no insulso tratamiento revelan, a todas luces, una decadencia compartida por otras modalidades paralelas: la policiaca y la ciencia-ficción (esta última convertida en apología tecnolátrica para consumo de primates computerizados).
En medio de tan desolador panorama, la figura de HOMARD PHILLIPS LOVECRAFT (1890-1937) se antoja un símbolo ambivalente que evoca sueños milenarios de la humanidad y, a la vez, anuncia el desencadenamiento de poderes subterráneos. Autor de fecunda imaginación pero muy pobre en recursos formales, eligió la literatura fantástica como la única posibilidad a su alcance de rebelarse contra las imposiciones de una realidad hostil, la cual describe minuciosamente aunque ya transformada con los perfiles ominosos de una pesadilla. Quizás, sin percatarse de ello, el escritor se liberaba de los horrores cotidianos al proyectarlos hacia una dimensión onírica.

LO FANTÁSTICO COMO INICIACIÓN TOTÉMICA
Si las primeras lecturas de sus relatos provocan un deslumbramiento sólo equiparable al que trataría consigo la desvelación de los misterios sagrados, tal experiencia puede analizarse bajo la misma óptica aplicada por el antropólogo soviético PROPP, quien ve en los cuentos fantásticos “el recuerdo de los ritos de iniciación totémicos”. En forma más explícita, MIRCEA ELIADE ha puntualizado las posibles relaciones la literatura de ficción y el ritual iniciático:
“El cuento recoge y prolonga la “iniciación” al nivel de lo imaginario. Si constituye una diversión o una evasión, es únicamente para la conciencia banalizada y, especialmente, para la conciencia del hombre moderno; en la psique profunda, los escenarios iniciáticos conservan su importancia y continúan trasmitiendo su mensaje, operando mutaciones”. (ELIADE, MIRCEA. Mito y Realidad. Ed. Guadarrama, Madrid, 1978, p. 210).
Precisamente, el enorme éxito que obtuvieron las narraciones de LOVECRAFT hacia finales de la década de sus sesenta se debió, en gran parte, a su cariz de mensaje clandestino, iniciático, portador de enseñanzas secretas. Su obra sugiere una especie de teología invertida, aproximación gradual al polo negro de lo sagrado; Dios está ausente de este universo corrompido y, por ende, el mal se apodera incluso del mismo narrador, cuya curiosidad responde a la llamada irresistible de lo maligno. Juego del autor en complicidad con dos o tres colegas (DONALD WANDREI y AUGUST DERLETH), principalmente), colaboradores como él de revistas especializadas en el género, aquello que empezó siendo una broma privada acabó por convertirse en afición de millones de lectores, poco exigentes por lo que a calidad literaria se refiere, pero ávidos de incorporarse al nuevo “culto”.

REPERCUSIÓN LOVECRAFTIANA
Dentro y fuera de los Estados Unidos, las fabulaciones lovecraftianas inspiraron no ya admiración sino verdadera devoción, alcanzando tiradas multimillonarias, equivalentes a las “best seller” con sus inevitables secuelas en el cine, los “comics”, e, inclusive, la música. Así, mientras en California a HPL casi tanto como al LSD (unos y otros arrastrados por la ola psicodélica), en París apareció nada menos que un Evangelio según Lovecraft y la Radio Nacional de España trasmitía, con anuncia del Generalísimo, una composición musical titulada NECRONOMICÓN, homenaje al creador de los Mitos de CTHULHU y las AVENTURAS ONÍRICAS DE RANDOLPH CARTER.
Como es bien sabido por los devotos HPL, éste inventó un libro cuya lectura resultaría fatal para los osados curiosos que pretendieran descifrar sus terribles secretos y que, asimismo, le sirvió para darle un tono de verosimilitud a muchas de sus historias. Bajo el título de Necronomicón, dicho volumen fue escrito supuestamente por un árabe de nombre ABDUL ALHAZRED, estudioso de las ciencias ocultas y fiel notario de alucinantes experiencias. Al respecto de autores ficticios, recuérdese que CERVANTES atribuye al historiador árabe CIDE HAMETE BENENGELI la relación de las andanzas del Quijote, no dejando para sí el mérito que el de traductor. Más recientemente, BORGES ha logrado confundir a no pocos eruditos mediante la rigurosa cita de obras y autores inexistentes, poniendo en graves apetitos a los bibliotecarios que, con frecuencia, descubren fichas bibliográficas de libros imaginarios, entre los cuales ninguno es tan solicitado, por supuesto, como el NECRONOMICÓN.
Alrededor de la leyenda que se originara en torno a en torno a H. P. LOVECRAFT, fallecido muy oportunamente a los 47 años de edad, los ya mencionados WANDREI y GERLETH auspiciaron la fundación de la editorial Arkham House, que publicó las obras completas del difunto escritor. Mas como el público demandaba una producción superior a la que legase su “profeta”, hubo necesidad de adjudicarle inéditos apócrifos y, más elegantemente, textos realizados “en colaboración” con el imprescindible AUGUST DERLETH, quien logró hacer suyo – sin apenas diferencias perceptibles – el estilo “inimitable” del maestro.
Si LOVECRAFT hubiese presenciado el entusiasmo que despertaría su obra en todo el mundo, seguramente se habría sorprendido porque, siempre insatisfecho, en repetidas ocasiones juzgó de escaso cuanto escribiera, deplorando sus múltiples limitaciones así como la influencia demasiado notoria de sus autores predilectos.

LOVECRAFT HOY
Una vez disipada la euforia que suscitó años atrás y, con ella, también extinguido todo un movimiento generacional, hoy parece apreciarse la literatura lovecraftiana en su justa medida: estimable, como una especie de compendio en el cual tienen cabida las tendencias fundamentales del género: original, dada su concepción de una micro-mitología perfectamente estructurada; interesante, en suma, merced a una minuciosa ambientación que recrea sombríos escenarios con fuerza visceral.
EN PALABRAS DEL PROPIO ESCRITOR:
“La atmósfera es siempre el elemento más importante, por cuanto el criterio final de la autenticidad no reside en urdir la trama, sino en la creación en la creación de una impresión determinada”. (LOVECRAFT, H. P. El horror sobrenatural en la literatura. Barral Editores, Barcelona, 1976, p. 163).
La contraparte de tales méritos inclina la balanza en menoscabo de un prestigio sustentado más por el influjo de la moda que en base a criterios estéticos. Apasionado y profundo conocedor del género, H. P. LOVECRAFT plasmó en sus cuentos esa antiquísima obsesión del hombre por cruzar el umbral del misterio, empero su formación materialista, herencia del mundo que detestaba pero del cual jamás consiguió desasirse, malogra la fascinación ante lo desconocido para dejar al descubierto un triste y bien conocido tinglado de feria provinciana. EN LAS OBRAS DE POE, HAWTHORNE, STEVENSON o STOCKER, al estremecimiento que produce el terror le sucede otro más intenso: el que nace de lo bello.
Excesivamente preocupado por la “escenografía”, cayó en el fácil recurso del superlativo y sus monstruos resultan más grotescos que convincentes; empeñado en buscar nombres exóticos, de musicales resonancias, descuidó la trama que llega a ser de una monotonía fastidiosa; en su afán por expresar el horror absoluto, pobló sus relatos de espectros y no hay en ellos un solo personaje vivo. Racionalista a su pesar, LOVECRAFT confirma aquella sentencia de GOYA que aparece en uno de sus célebres grabados: “EL SUEÑO DE LA RAZÓN ENGENDRA MONSTRUOS”.

LOVECRAFT y EL DEMONIO DE LA CIUDAD
La civilización DE LA CIUDAD, afincada en el culto a la RAZÓN y al PROGRESO, ha extirpado el misterio, el valor de lo numinoso, y el arte fantástico. Contra esta rebelión de los sedentarios, dedicados a trabajos mezquinos y a la construcción de sistemas abstractos y gobiernos degradados se levanta desde las simas profundas el reino de lo invisible, la provocación de la imaginación. En la lucha por la restauración del CIELO y del INFIERNO, de la existencia de lo maravilloso, del deseo de la AVENTURA surge entre los tejados puntiagudos de Nueva Inglaterra, UN ESCRITOR, que a la vez sumo sacerdote de su MITOLOGÍA: HOWARD PHILLIPS LOVECRAFT.

LOVECRAFT: LA RAZÓN Y LO SOBRENATURAL
LOVECRAFT (1890-1937) es uno de los últimos profetas que anuncia el final del ciclo racionalista de la civilización industrial y de sus dogmas ideológicos, su revelación – como todas las pertenecientes a la tradición mágica y religiosa – tiene el doble poder del caos y la creación. De alguna manera los espíritus ancestrales mantuvieron con él una continua comunicación secreta, más el escritor de los mitos de Cthulhu tuvo como visitas sagradas trasmisoras de una nueva sabiduría a los gatos, cuyas antenas captan lo sobrenatural; el Espíritu desdeñó manifestarse por enviados especiales como los ángeles o los dioses, los gatos noctívagos de LOVECRAFT le maullaron al oído la historia terrible de la Gran Raza, el fuego deslumbrante de las cúpulas de la ciudad de KADATH y la vida monstruosa de las bamboleantes criaturas anfibias de la sacrílega INNSMOUTH.
El Espíritu al que el positivismo y la ciencia materialista tuvieron como una creencia inútil, sobrevivencia folclórica de las supersticiones primitivas, eligió – cuando los santos y los magos se han ocultado – la soledad de un alma gótica y dieciochesca para mostrarse. LOVECRAFT tuvo apariciones, presencias milagrosas y sueños premonitorios (una parte significativa de sus relatos son transcripciones de sus sueños). Quizá por ello el destino de LOVECRAFT es en sí un inmejorable relato fantástico: su vida aislada y atormentada, su familia desquiciada, su “fracaso” ante las exigencias de la vida práctica son las señales que distinguen a los fieles al reino. En caso de vivir en otra época el “sumo sacerdote” ECH-PI-EL” es muy probable que hubiera oficiado los ritos que activan tanto a las fuerzas de lo alto como a los poderes subterráneos, de tal suerte que sus textos se integrarían al mensajes Zoroástrico, al Apocalipsis cristiano y al retorno del majdhí de la tradición islámica. Símbolos que se refieren a la muerte para afirmar la resurrección, que cierran los ciclos cósmicos con una catástrofe purificadora. El hierofante de PROVIDENCE veía su propia vida como un desafío al espíritu de los tiempos, AL DEMONIO DE LA CIUDAD: “Cuando el mundo se sintió cargado de años, y el asombró abandonó la mente de los hombres; cuando las ciudades grises alzaron a los cielos negros de humo elevadas, adustas y feas torres, a cuya sombra nadie podía soñar con el sol y los prados floridos de primavera; cuando la tierra quedó despojada de su manto de belleza, y los poetas no cantaron ya sino a retorcidos fantasmas que veían sus ojos legañosos e introspectivos; cuando ocurrieron todas estas cosas, surgió un hombre que emprendió un viaje más allá de la vida, en busca de los espacios adonde habían huido los sueños de este mundo”. (SPRAGUE de CAMP, LOVECRAFT (Biografía), Editorial Alfaguara, Madrid, 1978).
*Fuente: revista madrileña Punto de Vista, nº 8. noviembre. Dirección ISIDRO JUAN PALACIO. “Un autor: LOVECRAFT”. Por Francisco Castañeda, José Luis Ontiveros, Manuel Domingo, Giovanni Valori, Juan Ramón Sánchez y Adriana Valdés Krieg. Junto al cuerpo de redacción del DIARIO PAMPERO Cordubensis e INSTITUTO EREMITA URBANUS, hicimos este engendro.*

EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis e INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, 24 de marzo del Año del Señor de 2010. Festividad de SAN GABRIEL ARCÁNGEL. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! GRATIAS AGAMUS DOMINO DEO NOSTRO!

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jueves, 25 de marzo de 2010

*UN POCO DE CATECISMO… DE LA SEMANA SANTA*

¿Por qué la última semana de Cuaresma se llama SANTA?
A la memoria JUAN CARLOS SÁNCHEZ, Editor de Política y Desarrollo (+ el 8/3/2010)
Por el Lic. Gabriel Pautasso

La última semana de Cuaresma se llama Santa porque en aquella se celebra la memoria de los más grandes misterios que JESUCRISTO obró nuestra redención.

¿Qué misterio se conmemora el Domingo de Ramos?
El Domingo de Ramos se conmemora la entrada triunfante de Jesucristo en Jerusalén seis días antes de su Pasión.

¿Por qué causa quiso Jesucristo entrar triunfante en Jerusalén, antes de su Pasión?
Jesucristo, antes de su Pasión, quiso entrar triunfante en Jerusalén, como estaba profetizado:
1º) para alentar a sus discípulos, dándoles con ello una prueba manifiesta de que iba a padecer espontáneamente
2º) para enseñarnos que con su muerte triunfaría del demonio, del mundo y carne y nos abriría la entrada del cielo.

¿Qué misterios se celebran el Jueves Santo?
El Jueves Santo se celebra la institución del SANTÍSIMO SACRAMENTO de la Eucaristía y del Sacerdocio, se recuerda el lavatorio de los pies y el precepto del amor cristiano.

¿Qué misterios se recuerda el Viernes Santo?
El Viernes Santo se recuerda la Pasión y Muerte del Salvador.

¿Qué misterios se honran el Sábado Santo?
El Sábado Santo se honra la sepultura de Jesucristo y su descendimiento al limbo.

¿QUÉ HEMOS DE HACER PARA PASAR LA SEMANA SANTA SEGÚN EL ESPÍRITU DE LA IGLESIA?

Para pasar la Semana Santa según el espíritu de la Iglesia Católica hemos de hacer tres cosas:
1º) juntar al ayuno y abstinencia mayor recogimiento interior; y mayor fervor en la oración
2º) meditar asiduamente y con espíritu de compunción los padecimientos de Jesucristo
3º) asistir si podemos a los divinos oficios con este mismo espíritu.

¿Por qué el domingo de Semana Santa se llama DOMINGO DE RAMOS?
El domingo de Semana Santa se llama Domingo de Ramos por la procesión que en este día se celebra, en el cual los fieles llevan en la mano un ramo de oliva o de palma.

¿Por qué el Domingo de Ramos se hace la procesión llevando ramos de oliva o de palmas?
Para RECORDAR la entrada triunfante de Jesucristo en Jerusalén, cuando las turbas le salieron al encuentro con ramos de palma en las manos.

¿Quiénes fueron los que salieron al encuentro de Jesucristo cuando entró triunfante en Jerusalén?
Cuando Jesucristo entró triunfante en Jerusalén le salió el pueblo sencillo y los niños, no ya la gente granada de la ciudad; disponiéndolo así Dios para darnos a entender que la soberbia los hizo indignos de tomar parte en el triunfo de Nuestro Señor, que gusta de la sencillez de corazón, de humildad y la inocencia.

SAN PÍO X: único Papa Santo en el siglo XX

¿Por qué no se tocan las campanas desde el Jueves Santo hasta la vigilia pascual?
Desde el Jueves Santo hasta la vigilia pascual no se tocan las campanas en señal de grande tristeza por la pasión y muerte del Salvador.

¿Por qué se guarda el Jueves Santo un copón con hostias consagradas en el monumento?
El Jueves Santo se guarda en el monumento un copón con hostias consagradas
1º) para que se tributen especiales adoraciones al Sacramento de la EUCARISTÍA el día en que se instituyó
2º) para que se pueda comulgar el Viernes en que el sacerdote no consagra.

¿Por qué el Jueves Santo después de la Misa se desnudan los altares?
El Jueves Santo, después de la Misa, se desnudan los altares, a fin de representarnos a Jesucristo despojado de sus vestidos para ser azotado y puesto en Cruz y enseñarnos que para celebrar dignamente la Pasión hemos de despojarnos del hombre viejo, que son todos los afectos mundanos.

¿Por qué se hace el Lavatorio de los pies el Jueves Santo?
El Jueves Santo se hace el lavatorio de los pies:
1º) para renovar la memoria de aquella humillación con que Jesucristo se rebajó a lavar los pies a sus Apóstoles
2º) porque Él mismo exhortó a los Apósteles, y en ellos a los fieles, a imitar su ejemplo
3º) para enseñarnos que hemos de limpiar nuestro corazón de toda mancha y ejercitar unos con otros los oficios de la caridad y humildad cristiana.

¿Por qué el Jueves y Viernes Santos van los fieles a visitar el Santísimo Sacramento en muchas Iglesias, en pública procesión o en particular?
El Jueves y Viernes Santo van los fieles a visitar el Santísimo Sacramento en muchas Iglesias en memoria de posdolores que sufrió Jesucristo en muchos lugares, como el Huerto, en las casas de CAIFÁS, PILATOS y HERODES y en el Calvario.

¿Con qué espíritu han de hacerse las visitas a los monumentos?
Las visitas a los monumentos han de hacerse no por curiosidad, costumbre o pasatiempo, sino con sincera contrición de nuestros pecados, que son la verdadera causa de la pasión y muerte de nuestro Redentor; y con verdadero espíritu de compasión de sus penas, mediante los diversos padecimientos que sufrió; por ejemplo: en la primera visita, lo que padeció en el Huerto; en la segunda, lo que sufrió en el Pretorio de PILATOS, y así en las demás.

¿Por qué el Viernes Santo, de un modo particular, ruega la Iglesia al Señor por toda suerte de personas, aun por los paganos y judíos?
La Iglesia Católica, el Viernes Santo, ruega de un modo particular al Señor por toda suerte de personas para demostrar que Jesucristo murió por todos los hombres, y para demostrar que Jesucristo murió por todos los hombres, y para implorar en beneficio de todos el fruto de su Pasión.

¿Por qué el Viernes Santo se adora solemnemente la Cruz?
El Viernes Santo se adora solemnemente la Cruz porque, habiendo sido Jesucristo clavado y muerto en ella en este día, la santificó con su sangre.

Si la adoración se debe a solo Dios, ¿cómo se adora también la Cruz?
La adoración se debe a solo Dios, y por esto, cuando se adora la Cruz, nuestra adoración se refiere a Jesucristo, que murió en ella.

¿Qué hay que considerar de un modo especial en los ritos del Sábado Santo por la noche?
En los ritos del Sábado Santo por la noche llamados vigilia pascual, hay que considerar de un modo especial la bendición del cirio pascual y de la fuente bautismal.

¿Qué significa el cirio pascual?
El cirio pascual significa el resplandor y la gloria que Jesucristo trajo al mundo.

¿Por qué se bendice en la vigilia pascual la fuente bautismal?
En la vigilia pascual se bendice la fuente bautismal porque antiguamente en este día, como también la víspera de Pentecostés, se administraba solemnemente el Bautismo.

¿Qué hemos de hacer mientras se bendice la fuente bautismal?
Mientras se bendice la Fuente bautismal hemos de dar gracias al Señor por habernos admitido al Bautismo, y renovar las promesas que entonces hicimos.

*Fuente: reseña del Catecismo de San Pío X. varias ediciones.
Cardenal Rafael Merry del Val, “El Papa San Pío X: Memorias”. Ediciones Fundación San Pío X, Buenos Aires, 2006. 164 pp.*

*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis e INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, a 21 de marzo del Año del Señor de 2010. Festividad de SAN BENITO DE NURSIA 480-543, Patriarca de los Monjes de Occidente y Patrono de Europea. Sopla el Pampero. ¡ VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! GRATIAS AGAMUS DOMINO DEO NOSTRO!. gspp.*

martes, 23 de marzo de 2010

CON LA APERTURA DE 1989, ¿DESAPARECERÁ EL COMUNISMO?

“Tiempos de cruzada. Sin plazos, la meta es transformar de raíz de mentalidad”
+ A LA MEMORIA DE JUAN CARLOS SÁNCHEZ, Editor de la página Política y Desarrollo, el 8/3/2010.
Por el Lic. Gabriel Pautasso

Se podría objetar que con la Perestroika, la caída del Muro de BERLÍN (se cumplieron 20 años) y APERTURA DEL ESTE, el comunismo ya fue superado. De hecho, los países satélites del Pacto de Varsovia han sido liberados de la dominación soviética y cuentan hoy con estructuras democráticas y cuentan hoy con estructuras democráticas; la cortina de hierro y las dos Alemanias se han reunificado. El sistema económico del comunismo ha caído y ha sido sustituido por sistemas orientados a la economía social de mercado occidental.
Sin embargo, el comunismo es un principio que, en cuanto tal, puede ser realizado de distintos modos, conforme a las distintas características de los diversos períodos históricos.
Aún más, su acción se adapta de modo necesario a las condiciones históricas objetivas y subjetivas.

Por tanto, si bien el comunismo bolchevique se derrumbó, el comunismo mantiene una vigencia histórica, hoy calificada como “neocomunismo” o “neo-socialismo”.

De esta forma, el modelo de insurrección bolchevique fue descartado para definir y asumir un modelo distinto, más complejo y más profundo, pues compromete orgánica e integralmente las conciencias de las personas. De hecho, la estrategia de acción política directa dio origen a una estrategia de acción indirecta, fundada en un proceso de revolución cultural.
Fue KARL MARX quien estableció el principio materialista dialéctico según el cual la infraestructura (economía/materia) determina la superestructura (cultura/espíritu), razón por la cual la revolución debía ser realizada por el proletariado contra la burguesía, es decir, “de abajo hacia arriba”.
En su afán de realizar la revolución mundial y observando las dificultades que enfrentó el proceso revolucionario en Rusia, ANTONIO GRAMSCI, Secretario General del Partido Comunista del Partido Comunista italiano (PCI), profundizó el principio del materialismo dialéctico y adaptó el comunismo a la realidad de Occidente. GRAMSCI desarrollo entonces el concepto de “hegemonía ideológica” consignando que:
“el movimiento entre Infra y sobreestructura es de carácter dialéctico, es decir, que si la infraestructura material determina la subestructura material determina la sobreestructura ideológica, política, cultural y moral, esta sobreestructura a su vez puede tener vida propia y actuar sobre la infraestructura”. (JALEE, PIERRE, El programa social, p. 140).

GRAMSCI, partiendo de tal premisa, estableció un modelo revolucionario, según el cual la hegemonía cultural es la base de la revolución comunista, significando con ello que ésta depende de la capacidad que las fuerzas revolucionarias adquieran para controlar los medios que permiten dirigir la conciencia y conducta social. Es por tal causa que el proceso revolucionario se hace más sutil, gradual, y progresivo. Teniendo presente que VLADIMIR ILICH ULIANOV, alias, LENIN, concibió la revolución como un “proceso de traspasado de poder” que puede ser realizado tanto de manera sangrienta como incruenta, GRAMSCI procede a realizar la revolución de modo invertido, es decir, “de arriba hacia abajo”, desde la superestructura hacia la infraestructura. Una revolución entendida así se realizará a través de la intervención y transformación ideológica de la cultura, y consiste en modificar de manera imperceptible el modo de pensar y sentir de las personas para, por extensión, terminar modificando final y totalmente el sistema social y político.

La estrategia dispuesta por el pensador marxista ANTONIO GRAMSCI fue proyectada por la autodenominada ESCUELA DE FRANKFURT, originalmente fundada en 1923 como “Instituto para el Nuevo Marxismo” y luego autodenominado “Instituto para la Investigación Social” (Institut für Sozialforschung) para encubrir su objetivo sentido político. (Véase: URDANOZ, TEOFILO, O. P., “Historia de la Filosofía”, BAC, Madrid, 2ª edición, Madrid, 1998, tomo VIII, capítulo III, “La Escuela Crítica de Frankfurt”, p. 97-167).
Es por ello que, mediando GEORGES LUKÀCS, MAX HORKHEIMER, THEODOR ADORNO, WILHELM REICH, ERICH FROMM, JEAN PAUL SARTRE, HERBERT MARCUSSE, JÜRGEN HABERMAS, etc., se formula la doctrina del “neocomunismo” y a partir de él, la izquierda elabora un concreto programa de acción estructuralista que logra una decisiva influencia en distintos campos del pensamiento, en la psicología (LACAN), la educación (PIAGET) y la etnología (LEVI STRAUSS), entre otros. Fueron básicamente estas elaboraciones ideológicas las que activaron y sustentaron el proceso revolucionario de los años sesenta, siendo particularmente efectivas entre los estudiantes de la Universidades de Francia y Alemania. Asimismo, estas ideas también serían la base tanto del autodenominado “eurocomunismo” como del “neo-socialismo” desarrollado en distintas latitudes durante los años ochenta y noventa.
El principio constitutivo de esa creencia radica en un materialismo refinado (materia increada y viva) que niega la existencia de un principio anterior y superior al hombre, cualquiera éste sea. Este sistema de pensamiento se define a sí mismo como una creencia que explícitamente niega la existencia de un Dios creador, que rechaza la existencia del alma humana y, por tanto, de toda esencia y toda trascendencia del ser. Afirma pues la soberanía del hombre en tanto éste no es sino una concreción existencial fragmentaria de la materia en flujo.
Se impone un sistema cultural multi-culturalista basado en un relativismo absoluto, el cual implica la negación de la existencia de verdades absolutas de validez universal.
FRIEDRICH ENGELS ya lo anticipaba: “Para la filosofía dialéctica no existe nada definitivo, absoluto”. (LENIN, Vladimir Ilich, Marx, Engels y el Marxismo, Pekín, 1947, p. 18). Ahora, un dirigente político proclama: “No hay verdadades absolutas de ningún de ningún tipo”. (TV Chile, Canal 13, 30 de julio de 2003).
Asumiendo tales premisas, ¿cómo se manifiesta concretamente ese nuevo tipo de acción revolucionaria?
La aplicación de este sistema filosófico - político procura generar un ánimo hostil contra todo tipo de autoridad, expresándose esto en una conducta de deliberada resistencia y rebeldía ante la creencia de Dios; contra la institución de la SANTA IGLESIA, cuya reputación se degrada sistemáticamente; contra el Estado, cuya autoridad se denigra constantemente; contra el orden en la familia, donde se socava la autoridad de los padres; contra el orden en la escuela; donde se limita la autoridad de los maestros y profesores; y, en definitiva, contra toda forma de jerarquía y orden en la vida social.
Ante la ausencia de un ser superior, semejante quebrantamiento del orden natural conduce a una completa pérdida de principios y valores originales fundamentales, lo cual genera un radical decaimiento en lo MORAL. Bajo el pretexto de educar en un uso más responsable de las fuerzas procreativas, se desencadenan las pasiones en los niños y adolescentes a través de una educación sexual estatal en los colegios. A través de los medios de comunicación se derriban todos los tabúes, corrompiendo el ideal de la santa pureza, de la inocencia y la virginidad, gestando un ambiente de impureza omnipresente. Así se aplica en nuestra época, al pie de la letra, la estrategia lanzada por LENIN y comprimida en la siguiente frase a menudo citada:
“SI QUEREMOS ANIQUILAR UNA NACIÓN, DEBEMOS ANIQUILAR ANTES SU MORAL. LUEGO, ESTA NACIÓN CAERÁ EN NUESTRO REGAZO COMO FRUTO MADURO (…) INTERESAD LA JUVENTUD EN LA SEXUALIDAD Y OS APODERARÉIS DE ELLA SIN DIFICULTAD”.
Se disuelve la institución de la familia con la legalización del divorcio. Asimismo, se promueve tanto el trabajo de la mujer para apartarla del hogar como la asistencia en jornada completa de los niños al colegio. La razón de ello la evidenció claramente OLAF SCHOLZ, entonces Secretario General del Partido Socialista de Alemania (SPD) cuando, refiriéndose a la jornada escolar completa – a la cual estima insuficiente – y a los pre-escolares y maternales, sostiene:
“QUEREMOS ALCANZAR CON ELLO UNA REVOLUCIÓN CULTURAL. (…) QUEREMOS CONQUISTAR EL ESPACIO AÉREO SOBRE LAS CAMAS DE LOS NIÑOS”, (SCHOLZ, OLAF, Entrevista en la radio “Deutschlandfunk”, 3 de noviembre de 2002. A fin de de realizar este proyecto, el gobierno socialista ha planificado invertir, para el período gubernamental 2003-2007, 4.000 millones de euros en la fundación de 10.000 nuevas escuelas de JORNADA COMPLETA, programas para niños en edad preescolar y salas maternales para niños de ¡3 años! ).

Para impedir la existencia de familias numerosas se implantan programas de control de la natalidad. En ese mismo sentido, también se promueve el matrimonio entre personas del mismo sexo, concediéndole incluso el derecho de adopción de menores.
A fin de provocar una restructuración del sistema social, se introduce un igualitarismo radical proyectado en la teoría de género según la cual el ser humano es determinado exclusivamente por la colectividad y no por su naturaleza masculina o femenina. Esta idea se refleja también en un feminismo extremo.
En definitiva, el eurocomunismo proclama el “empoderamiento” del hombre en términos de que es ahora él, por sí y ante sí, quien domina su cuerpo y determina su destino. Así, dando cuenta de una contradicción fundamental, por una parte rechaza la pena de muerte al negar a cualquier autoridad el derecho a determinar sobre la vida del hombre pero, por otra, sin más reclama el irrestricto derecho a practicar el ABORTO y la EUTANASIA.
Siguiendo el principio marxista de “REVOLUCIÓN PERMANENTE” y el principio leninista de “REVOLUCIÓN ININTERRUMPIDA” (BUKHARIN, NIKOLAI, La Teoría de la Revolución Permanente de TROTSKY, Colección R, nº 63, 1975, pp. 21 s. y 26), e indicando “el gran salto no es económico (…), sino POLÍTICO-CULTURAL” (Revista de Crítica Cultural, nº 20, Santiago de Chile 2000, p. 11), el neo-socialismo sentencia explícitamente:
“TIEMPOS DE CRUZADA. SIN PLAZOS, LA META ES TRANSFORMAR DE RAÍZ LA MENTALIDAD”. (ChileAmérica, nº 82/83, Santiago de Chile 1982, Dossier, p. 55).

EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO CORDUBENSIS nº 345 e INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, 19 de marzo del Año del Señor de 2010.Fiesta de SAN JOSÉ, patrono de la Iglesia Universal. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA!


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domingo, 21 de marzo de 2010

EL PCI: DEL COMUNISMO AL LIBERALISMO

+ A LA MEMORIA DE JUAN CARLOS SÁNCHEZ, Editor de la página Política y Desarrollo el 8/3/2010.
Editó Gabriel Pautasso

1.- “LA CONCEPCIÓN DE HEGEMONÍA SUPONE UN RÉGIMEN POLÍTICO DE LIBERTADES DEMOCRÁTICAS Y GRAMSCI LO SEÑALA CLARAMENTE. “SOMOS LIBERALES, AÚN CUANDO SOMOS SOCIALISTAS. EL LIBERALISMO, EN CUANTO COSTUMBRES, HÁBITOS, REGLAS, ES CONDICIÓN IDEAL E HISTÓRICA DEL SOCIALISMO”. (*Diario Mercurio, domingo 24 de abril de 1994, E 18).


2.- *LA FILOSOFÍA DE LA PRAXIS – nombre con que GRAMSCI designa el marxismo – PRESUPONE TODO UN PASADO CULTURAL: EL RENACIMIENTO, LA REFORMA, LA FILOSOFÍA ALEMANA Y LA REVOLUCIÓN FRANCESA Y LA ECONOMÍA CLÁSICA INGLESA, EL LIBERALISMO LAICO Y EL HISTORICISMO QUE SE ENCUENTRA EN LA BASE DE TODA CONCEPCIÓN MODERNA DE LA VIDA”. (Cit. en Antología de A. Gramsci, Biblioteca del pensamiento socialista, Siglo XXI. Ed., 7ª ed. México, 1984, p. 468)


3.- “¿CÓMO ENCARAR ESTA OFENSIVA CULTURAL? ¿CÓMO LOGRAR ESTA IMPREGNACIÓN DE LAS NUEVAS IDEAS EN LAS MASAS, SEMEJANTE A LA QUE REALIZÓ LA IGLESIA EN LA ÉPOCA DE LA CRISTIANIDAD? ANTES DE OCUPAR LA CASA DE GOBIERNO SERA MENESTER UNA POLÍTICA DE “AGRESIÓN MOLECULAR” ENTRE EL PALACIO DE INVIERNO Y LAS MASAS, HAY UN CÚMULO DE TRINCHERAS, UNA SERIE DE CASAMATAS – REVISTAS, COLEGIOS, RADIOS, ORGANIZACIONES DE INFLUJO IDEOLÓGICO – DE LAS QUE HABRÁ QUE IRSE APODERANDO. EN VEZ DEL ASALTO EL ASEDIO. UNA TAREA SEMEJANTE ENVERGADURA EXIGE UNA ESTRATEGIA SIN TIEMPO, QUE INCLUYE UN DOBLE MOMENTO: EL MOMENTO DEL DESMONTAJE, DE LA DESTRUCCIÓN DE LA VIEJA COSMOVISIÓN Y EL MOMENTO DEL MONTAJE, DE LA INSTAURACIÓN DE LA COSMOVISIÓN INMANENTISTA DEL MARXISMO. Se trata de una lucha principalmente en el campo de las ideas, un combate intelectual, una lucha entre DOS COSMOVISIONES”. (R. P. Dr. ALFREDO SÁENZ S. J. “La estrategia ateística de Antonio Gramsci, p. 359, Filosofar Cristiano).

EL 30 de diciembre de 1989 fallecía en Roma, a los 79 años, el gran filósofo católico italiano AUGUSTO DEL NOCE. Entre los numerosos saludos de condolencia que recibieron su viuda, ANGELA, y su hijo FABRIZIO, se destacó el del Papa JUAN PABLO II, en cuyo texto el Santo Padre rinde homenaje a su “límpido testimonio de fe y su esfuerzo permanente en el estudio del pensamiento cristiano, apuntando a un diálogo constructivo y a una profundización de los temas modernos de la filosofía, así como su labor constante en el plano de la reflexión filosófico”.
El Presidente italiano, FRANCESCO COSSIGA, dijo por su parte en el mensaje a la familia Del NOCE: “Filósofo insigne y gran espíritu religioso, AUGUSTO DEL NOCE, que me honró con su amistad, supo hacer un aporte importante al pensamiento filosófico italiano de nuestro siglo”. COSSIGA recordó, además, “su compromiso apasionado y coherente en defensa de la libertad”.
ARNALDO FORLANI, secretario de la DC italiana, recordó a DEL NOCE como “protagonista de la cultura católica del siglo XX, filósofo genial, gran maestro de nuestra juventud (…). Su crítica – escribe FORLANI - de la ideología marxista-leninista solio confinarlo al aislamiento, por efecto del conformismo de una cierta cultura italiana. Compartió con nosotros inspiraciones y objetivos. Ejerció con gran coherencia su compromiso político, y la DC lo tuvo entre sus filas. AUGUSTO DEL NOCE representó a nuestro partido en el Senado de la República, aportando en ello inteligencia y su lealtad. Con él un amigo sincero, al que todos debemos mucho”.
AUGUSTO DEL NOCE fue profesor de historia de la filosofía moderna en la Universidad de Trieste, y luego de filosofía política en la Universidad de La Sapienza en Roma. Entre sus obras se recuerdan “El problema del ateísmo” (1964), “Reforma católica, filosofía moderna, y Lutero” (1965), “La época de la secularización” (1970), “El suicidio de la Revolución” (1978) y “El católico-comunista” (1981).
“El piamontés AUGUSTO DEL NOCE – escribió recientemente la revista socialista italiana Mondo Operario (“Mondo Obrero”) – es a la cultura católica lo que el piamontés NORBERTO BOBBIO a la cultura liberal-socialista”.
Seguidamente se reproduce la última entrevista que concedió AUGUSTO DEL NOCE a su discípulo NICOLA GUISO, publicada en el diario italiano Il Popolo en el marco de un reportaje sobre el tema “EL PARTIDO COMUNISTA ITALIANO y LAS IDEAS LIBERALES”. Sus palabras conservan gran actualidad, no sólo a la luz de los acontecimientos en el Este europeo, sino que sobre todo a vista de las conmociones en el interior del Partido Comunista Italiano, según ha sido comentado de este mismo libro por CESARE VACALLERI y ROCCO BUTTIGLIONE. (Comunión y Liberación).
- ¿Las posiciones teóricas, la línea política y programática surgida del último congreso y los comportamientos prácticos respecto a los problemas de la política interna y de la internacional, justifican la afirmación de que el PCI ha roto todos sus vínculos con el marxismo, en particular con el marxismo-leninismo?
- Decir que el PCI “ha roto” con el marxismo-leninismo no es quizás la descripción más correcta de los hechos. En realidad, desde el punto de vista comunista se trataría de esto: el marxismo y luego el marxismo-leninismo se consideran respuestas históricas a problemas históricas. Respecto al momento en que se asumieron como premisa ideológica en el compromiso político del PCI, la evolución de la historia creó una realidad radicalmente diversa: y aquí el sentido de la advertencia casi obsesiva de OCHETTO (actual secretario general del PCI) sobre la ecología, sobre la amenaza de una destrucción del mundo que supera la visión clasista de la historia.
Así, pues, el PCI no niega el marxismo, sino que lo coloca como un momento de la historia, y no ya como la ideología de la culminación de la historia. Y con esta interpretación abandona sobre todo el aspecto mesiánico del marxismo, en virtud del cual GRAMSCI decía que el comunismo es una religión que debe sustituir al cristianismo. Pero, ¿adónde va esto? No a la socialdemocracia, porque un PCI que se hiciese socialdemócrata debería reconocer que se equivocó en Livorno y por tanto subordinarse a otra fuerza política; y para un partido con la fuerza y la tradición del PCI, ésta es una actitud muy comprensible. Pero al no subordinarse a la socialdemocracia, el PCI reingresa, por así decir, en el mundo burgués.

ASPECTO TÁCTICO


- Tras la muerte de BERLINGUER, el PCI ha asumido con convicción creciente como motivo inspirador de su compromiso político el interés del individuo y la satisfacción de sus exigencias instintivas. Lo demuestran las actitudes asumidas por la colectividad ante cuestiones que tocan a la naturaleza y los objetivos del hombre y de la sociedad, como la protección de la vida en todos los momentos en que se manifiesta, el aborto, el feminismo, el sexo, la biogenética, el papel de la competencia en la vida de la sociedad, en la producción y en la remuneración del trabajo. Las posturas que ha asumido en estos y otros asuntos ¿derivan de una opción táctica defensiva, a tono con las fuerzas predominantes en la cultura y la sociedad, para frenar el retroceso electoral, o son efectos de una creciente permeabilidad a las ideas liberal-radicales?
- El aspecto táctico de esas actitudes me parece evidente, pero en su raíz hay un proceso mucho más profundo. Alrededor del decenio de 1930, el PCI consideraba su mayor adversario a lo que se solía llamar “civilización cristiana”. Con la afirmación de la DC en la posguerra segunda, la concreción en Italia de esta “civilización cristiana” parece una meta históricamente cercana, y en 1948 la batalla contra el comunismo se libra en nombre de ella. Recuerdo que Civilitá Cattolica comentó los resultados electorales afirmando que la Revolución Francesa había creado el sistema burgués, la rusa había materializado la sociedad comunista y que ahora había llegado el momento de la “civilización cristiana”. También para JACQUES MARITAIN, la de la “nueva cristiandad” era una idea-fuerza que debía realizarse en la democracia, partiendo de la premisa de que ésta sólo puede continuar siendo tal en nuestro tiempo como proceso hacia la “nueva cristiandad”. Después de 1848, esta idea se debilitó progresivamente en la DC, que cada vez más puso el acento en el sustantivo antes que en el adjetivo. El referéndum sobre el divorcio verificó el ocaso en el horizonte político de la “civilización cristiana”. En ese momento, los comunistas podían pensar que la decadencia de la idea de la “nueva cristiandad” era el camino hacia su reafirmación. Entre 1974 y 1976 se podía pensar realmente que GRAMSCI tenía razón al afirmar que el catolicismo se suicidaba convirtiéndose en fuerza política. Pero en forma paralela, el devenir de la historia ha puesto en todo el mundo en crisis irreversible a la ideología comunista, también, creando las promesas para el “SUICIDIO” del PCI, que con la victoria del occidentalismo termina por asumir como motivación del propio compromiso político ideas y objetivos de la burguesía, reducidos a los espacio comprendidos – como bien dijo usted en su artículo sobre mi libro “Suicidio de la revolución” – entre los límites tradicionales de la dialéctica iluminista de MODERNIDAD-TRADICIÓN y CONSERVADURISMO-PROGRESO.

ORDEN SOCIAL


- En el documento del congreso del PCI se dice: “Una democracia completa, que no resulte constreñida ni se repliegue frente a ningún poder, a ningún derecho, es un objetivo históricamente maduro por el grado de evolución social y cultural, por la conciencia que se ha extendido entre los ciudadanos”. ¿Es correcto decir que el origen de esta afirmación está la idea radical fundamental de que la libertad, hoy todavía muy limitada, deberá un día ser ilimitada y de que todo obstáculo a ella debe desaparecer, por lo cual proyectar para el hombre la exigencia moral y social del respeto hacia algunos y hacia algunas normas equivaldría a querer prolongar la limitación de su ser, y cualquier invocación de límites y de leyes sería un atropello y una inalterable sumisión del hombre al dominio de la autoridad y la tradición?
- Ciertamente. Hoy el PCI no puede sino hacerse progresista en el orden burgués, sobre al haber tenido que abandonar la lucha de clases. Y en este orden ya no puede estar condicionado por ataduras morales del género de aquellas que le imponía la perspectiva revolucionaria, que tenía como fundamento el sacrificio total del individuo, por la afirmación de un orden social en que el mismo se habría anulado en una dimensión de libertad colectiva.
- Venida a menos ahora la moral revolucionaria, los comunistas se encuentran con los que, a su modo, son los revolucionarios del orden burgués, esto es, los liberal-radicales. Por tanto, si se realiza esa “izquierda europea” que proponen los comunistas, no podrá sino estar guiada por las “ideas liberales”, y tendrá como motor político no ya la idea de revolución sino la de “modernización”. Esta idea, que tiene como condición primera para realizarse en todos los planos una transformación radical de las costumbres, se concibe no ya contra la burguesía, sino especialmente contra la Iglesia Católica. Esto explica el abierto consenso de la burguesía “PROGRESISTA” en las “ideas liberales” fundamentales, pero también el interés creciente por algunas ideas del PCI; de allí la atención cada vez mayor y positiva con que los representantes de esa burguesía observan la evolución en curso de este partido.
- El último congreso marcó también un cambio profundo en las posturas del PCI de TOGLIATTI y BERLINGUER ante los católicos. De hecho, los católicos ya no se consideran en función de su pertenencia a una comunidad fundada en valores y principios en los que deben inspirar su comportamiento en la esfera privada, en la sociedad y en las instituciones, y se los ve, en cambio, como hombres y mujeres sin especificidad cohesiva. Se hace esto con miras a movilizarlos individualmente en batallas como la protección del ambiente, la objeción de conciencia, el desarme, la lucha contra el subdesarrollo; pero sobre la base de los módulos culturales y políticos que prevalecen hoy en Occidente, en gran medida influidos por las ideas liberales, y en los cuales se reconoce cada vez más el PCI. ¿La nueva posición facilita o hace más difíciles la relación y la confrontación entre el PCI y los católicos en la sociedad y en las instituciones?
- Se podría pensar que si el PCI rehusase convertirse en instrumento de la burguesía, ello lo llevaría hacia un acercamiento a los católicos. Pero para que éste ocurriera haría falta en mi opinión un acto, por sí decir, “constantiniano” de MIKAEL GORBACHOV: éste debería decretar una verdadera libertad religiosa en la Unión Soviética, que tendría el significado de un abandono de todo el pasado ateo y comunista. En la actualidad hay en Rusia una libertad de culto muy relativa, y en las escuelas aún se enseña el ateísmo. Si se aboliera la enseñanza pública del ateísmo estaríamos ante una medida propiamente “constantiniana”, que por otra parte contribuiría, según creo, quizás de modo decisivo al éxito de la política de GORBACHOV.

ALTERNATIVAS

- El revisionismo comunista italiano extraería gran provecho de una medida semejante de GORBACHOV, pues ella daría al compromiso político del PCI un respiro y una originalidad excepcionales, ligándolo sin nuevas subordinaciones a la evolución de una realidad, la rusa, destinada de cualquier modo a tener peso decisivo en el futuro de Europa y del mundo.
- En este caso tendría lugar lo contrario de lo que aconteció con los católicos-comunistas, que proponían una revisión del catolicismo.
- En el ámbito de las posibilidades, este constantinismo ruso es algo que no puede descartarse, y que terminaría por ubicarse en el contexto de la encíclica de JUAN PABLO II sobre San Cirilo y San Metodio, en que parece delinearse una perspectiva de unificación de Europa “desde el Atlántico hasta los Urales”, hecha posible por una evolución en sentido religioso de Europa Oriental.
- Como fuere, se trata de hipótesis que por ahora no tienen ningún hecho concreto en que apoyarse. Por lo pronto, existe con seguridad en la línea del PCI la perspectiva de la “izquierda europea”, con las premisas e implicaciones que he señalado.
(Esta entrevista fue publicada por Artes y Letras de El Mercurio de Santiago de Chile, el domingo 4 de febrero de 1990, hace ya veinte años 1990-2010)

EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO CORDUBENSIS nº 345 e INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, 19 de marzo del Año del Señor de 2010.Fiesta de SAN JOSÉ, patrono de la Iglesia Universal. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA!


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