martes, 24 de agosto de 2010

*LA ARGENTINA y LA REVOLUCIÓN MUNDIAL*

Por el R. P. LEONARDO CASTELLANI. Revista JAUGA, nº 7, julio de 1967.
 
Editó: Lic. Gabriel Pautasso
 
*LA ARGENTINA y LA REVOLUCIÓN MUNDIAL por el R.P.LEONARDO CASTELLANI.(Revista Jauja, nº 7, julio 1967*).

*Del dicho al hecho hay gran trecho; los hechos son varones, las palabras son hembras; el infierno está repleto de buenas intenciones; y de buenos discursos y “directoriales”.
El problema argentino tan difícil de resolver, sin embargo es fácil de plantear. Como el binomio de NEWTON.
Inveterado, viene de muchos años atrás.
Vamos a ver el tal planeo: la Argentina se independizó de España, DE QUIEN ERA UNA PROVINCIA; y se convirtió a poco andar en una factoría oculta de otra nación muy mala. Claro que esto muchos vericuetos; pero hablando breve y mal, es eso. Los vericuetos pueden leerlos en IBARGUREN Así fue Mayo (edición aumentada, Theoría, 1967), en PEPE ROSAS Perdida y recuperación de la independencia económica; idem, Así cayó ROSAS; VICENTE D. SIERRA, Historia Argentina, etc.
La Argentina era rica en recursos; los tiempos eran tranquilos; la nación metrópoli dejaba un décimo de lo que se llevaba a la “clase dirigente” a su servicio (o sea cipayos)) que vivía opulenta y gobernaba al país una vez eliminados a sangre y fuego sus enemigos (“fuego” literalmente a veces: a los soldados del CHACHO) que tomo prisioneros SANDES en la batalla de Las Playas los quemaron vivos: ver GREGORIO M. MADERO La degollación del Chacho, Theoría, 1966).
Así el país parecía marchar espléndido, e incluso tuvo borracheras de euforia progresista en 1890 y 1910.
De repente estallaron dos guerras mundiales; la testa de la dúplice “Revolución” se irguió en el mundo; y el metropolazgo de la Argentina pasó a otra nación diferente; de la misma raza. “Hic fletus, hic dolor”.
La nueva metrópoli no podía expoliar a la Argentina de sus riquezas y su trabajo con el método de la otra. Había habido dos o tres tentativas de “rotas cadenas”: frustradas; pero ya mucha gente había abierto los ojos. Por esta y otras razones, el Emporio dejó caer a la Argentina; y en vez de comenzar aquí la prosperidad, misteriosamente cayó en insoluble crisis económica.
Los hermanos del Norte tenían sus propios enredos. De una democracia había bajado a una plutocracia (natural asaz) temía TOCQUEVILLE en 1831; y empezaron a ser gobernados invisiblemente (no mucho) y parcialmente (en gran parte) por el poder del Gran del Gran Dinero; y grupos secretos, como la Masonería, el Pentágono y el Sionismo. Estos poderes invisibles se encargaron del cipayaje y la expoliación, por modos mucho más sutiles; para lo cual necesitan mantenernos en estado colonial (subdesarrollados) al mismo tiempo que nos “ayudan al desarrollo” por medio de siniestros préstamos y Bancos usurarios – con típico “Cant” anglosajón; o sea, tartufismo.


Esto está condicionado al “mantenimiento de la Democracia”; o sea de gobiernos débiles, amedrentables, y aún sobornables, si viene a mano. Poco importa que esa democracia se llame Radical del Pueblo, Radical Intransigente, Revolución Libertadora o Revolución No-Libertadora. Es el liberalismo ya podrido, galvanizado por toda clase de trucos raros: como golpes de Estado, fraudes electorales y dictaduras fallutas.
Los partidos no los suprimió la RA. Hace tiempo no existían partidos sino el Ejército y los Gremios. Los partidos eran cháchara pura, fomentadora de la disolución.
“Lo que hoy llamamos ORDEN y fijamos en Constituciones LIBERALES no es más que una anarquía hecha costumbre. La llamamos Democracia – dijo DNOSA CÓRTEZ; a no ser que haya sido ROMUALDO BRUGHETTI.
¡Libertad! ¿De qué y para qué?
¡Libertad, libertad, Libertad! Así como la voceada “libertad de los mares” era la libertad inglesa para comerciar, y el “librecambio” de ADAM SMITH la libertad inglesa para explotar; así la libertad política se reduce a la gran farsa de echar los votos; la “libertad de cultos”, a la vía de debilitar la religión del país ya bastante cachuza; la “libertad de prensa”… “Los que claman por la libertad de prensa son los que necesitan abusar de ella”, - dijo GOETHE; a no ser que haya sido ROBERTO AULES. E vía dicendo.
Se logró hacer creer a los semicultos que lo importante para una nación era la economía (con mayúscula) y todo lo demás se daba por añadidura; y en eso parece estar ingurgitado o somormujado el gobierno actual; ocultando o ignorando que sólo una gran política da una gran economía; y que sólo una nación fuerte puede liberarse de ser reducida a sub-nación por otras naciones fuertes. ¿Qué se han creído? ¿Qué los hombres son angelitos? Aprendan de nuestra propia experiencia, escarmienten en cabeza propia.
El partido en que se juega el dominio del mundo ha empezado ya. Se jugará hasta el final entre hombres fuertes. ¿No habrá algún hispano en él?


La dúplice revolución mundial está ya en marcha: desde más de un siglo ha: la revolución blanca y la revolución negra, que dice O. SPENGLER. En rigor, esta última es amarilla, pero más negra que la otra.
La revolución blanca es el alzamiento universal de los bolches; no escuetamente contra el “Capitalismo” (entidad semi-mítica o semítica más o menos forjada por MARX y demás teorizantes de la demagogia) – sino contra todo lo que en la Cristiandad era autoridad, orden, jerarquía, cultura, tradición; en suma, superioridad. Es el desistimiento de los inferiores: quieren nivelarlo todo – por abajo. No son los obreros, no; aunque a muchos de ellos los han despistado con el “endiosamiento del trabajo manual” y el mesianismo del “proletariado”. Los buenos obreros, los obreros peritos y laboriosos, y no ineptos y vagonetas no son proletariados; y se ofenden si así los llaman. Vayan a ver al Sindicato de la Carne o a Luz y Fuerza (El hombre integral: cuerpo, inteligencia, y voluntad). Le dije a uno dellos, muy leído: - ¿Pero Ud. sabe quién fue MARX? - ¿Y cómo no? Fue un judío barbudo, más feo que pegarle a Dios, que habría sido muy inteligente, pero no por más que digan, no es el fundador del “Comunismo”. No quise discutir. En el fondo puede que tenga razón: la mentalidad bolche viene de mucho más atrás.


La “Revolución blanca” quiere decir tabla rasa de todo lo existente; y crear de la nada un universo nuevo; como SARMIENTO y MITRE: siniestra utopía. Hay en ella hasta sacerdotes: sabiéndola o no, todos los “desjerarquizados” trabajan para ella. Hay “desjerarquizados” incluso en la misma “Jerarquía” – con perdón de la paradoja. Es así. Yo no tengo la culpa. Con su venia y guardando todo respeto, Ilustrísima.
No hablamos de los bolches de Rusia, no. De los argentinos. No hablamos tampoco de los inscriptos de las listas de CODOVILLA (secretario general del PC en la Argentina, veterano); hablamos de todos los desjerarquizados, de todos los rebeldes, o hastiados del Orden Romano, de todos los “democráticos” sinceros o fingidos, empezando por La Nación diario; de todos los “idiotas útiles”; de todos los que se han salido o quieren salirse de su propio lugar o puesto.


Los “ordinarios” dominan
¿Cuántos son? Contarlos quiero.
Por cada dos mil espurios
No hay ni un noble verdadero.


Pero en nuestros 20 millones hay por lo bajo unos 3.000 nobles; los suscriptores de JAUJA; incluso el Teniente General que se ha suscrito a 10 colecciones.
Estamos en Pentecostés: esos 3.000 nobles se vuelven hacia este sermón del Espíritu Santo; y como los judíos a SAN PEDRO, preguntan:


- Varones hermanos ¿qué haremos?
- Arrepentirse; y bautizarse cada uno en nombre del Señor Jesús.


Es decir, en este caso, rebautizarse; pero en bautismo de fuego y del Ventarrón Divino - que dijo CRISTO.
¿Y cómo se hace? Pregunte cada uno a su propio Párroco, con tal no será un Párroco neolero. Por suerte, hay pocos.
Sólo JESUCRISTO puede salvar a la Argentina, me repite cada día mi eventual cocinera; o sea, los que hagan capaces de hablar y obrar “en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo”.
A éstos no les promete la felicidad; a no ser la felicidad mía; que es muy real y existente, aunque rara.
Yo no lo veré; porque “mis días corren disparados a su fin”, como dice el Profeta; según comentario, notable revista judía; - que me la dan gratis. (Y después dirán que los judíos son tacaños).
Con un gobierno “gobierno” hasta los judíos más malos servirían – a su modo. Yo no lo veré.
Pero ¿quién sabe? Solo DIOS. Vengo de una familia de centi-añarios.
Pueda que lo vea.
Uno es siempre tan joven como su ilusión, y tan viejo como sus desengaños.
pp.75 a 78.


*PROCUREMOS VIVIR CON SERENIDAD NUESTRA DESESPERANZA*.


*Editó: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar  Diario Pampero nº 128 Cordubensis Instituto Emerita Urbanus, Córdoba de la Nueva Andalucía, 21 de agosto del Año del Señor de 2010. Fiesta de SANTA JUANA FRANCISCA F. DE CHANTAL, viuda . Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO!
¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Gratias agamus Domino Deo nostro! gspp. *

lunes, 23 de agosto de 2010

*INSTITUCIONES ROMANAS: LA DISOLUCIÓN DEL GOBIERNO REPUBLICANO*

Con anterioridad a las leyes de LICINIO, las diferencias sociales y políticas existentes entre la población pertenecían al dominio del Derecho. Desde entonces se desarrollaron otras parecidas, pero basadas en el poder de clase.


Editó: Lic. Gabriel Pautasso

Las familias romanas que, merced a su fortuna, podían soportar los gastos inherentes a los cargos públicos, se unieron, formando así una nueva nobleza, sin hacer distinción alguna entre las familias de origen patricio y las oriundas de plebeyos. Todo aquel que asumía el cargo de edil curul era admitido en esta aristocracia de dignidades (nobilitas);
sin embargo, en defensa de los interesados creados, se procuraba celosamente reservar dichas plazas para los miembros de familias senatoriales, con el fin de no aumentar demasiado este círculo cerrado con el ingreso de nuevos ricos (homines novi). Este nuevo partido se denominaba orgullosamente a sí mismo, “los buenos ciudadanos” (optimates).
Simultáneamente con el poder autoritario de la magistratura política desarrollábase la preponderancia del dinero. La gente comprendida en el censo de los caballeros representaba entonces la alta finanza. Ellos se encargaban de la mayor parte de las transacciones de la Hacienda, ya que mediante una cantidad prorrata arrendaban los ingresos o se comprometían a satisfacer ciertos gastos. Pero, debido a su rapacidad, sufrían tanto los contribuyentes, sobremanera en las provincias, como se resentían los servicios realizados por el Estado. Del otro lado, el régimen capitalista en las grandes propiedades empezaba a arruinar la agricultura en las regiones próximas a la campiña romana. El pequeño labrador ya no podía mantenerse en el campo ni como arrendatario ni como bracero libre, puesto que los enjambres siempre crecientes de esclavos producían un trabajo más económico. Como consecuencia de la situación imperante, los proletarios afluían a la capital donde vivían a expensas de ricos protectores, a los que recompensaban con sus votos en las elecciones y promociones; así iban también en aumento las distribuciones de trigo y el número de los juegos públicos. LAS PALABRAS DE PLINIO, cuando dice que los latifundios habían arruinado a ITALIA, se aplicaban tanto a la sociedad como al territorio. (Véase, NEURATH, OTTOHEINRICH SIEVEKING, Historia de la Economía, I, traducción de MANUEL SÁNCHEZ SARTO, Antigüedad y Edad Media, Cap. VI, VII, VIII, Colección Labor, nº 64-65, Barcelona, 2ª edición, 1930, ¡80 años de sabiduría!).
Fueron otra vez los tribunos de la plebe o tribunos populares quien reconcentraron los ataques de la multitud contra la autoridad oficial y la plutocracia. Mientras perduraban las guerras en el extranjero y la prudencia aconsejaba mantener la concordia, las luchas intestinas proseguían sin llegar a excesos de rencor. Los resultados más palpables conseguidos por las clases inferiores fueron el reconocimiento incondicional de las decisiones tomadas por las asambleas de las tribus plebeyas como obligatorias para todo el pueblo (ley de HORTENSIO); una reorganización de las centurias que inició el quebranto de la preponderancia de la ya muy reducida primera clase del censo, y la implantación de las votaciones secretas en las asambleas populares. Abolida ya la bárbara legislación sobre las deudas, la depauperación creciente de las grandes masas fue impedida gracias a la continua mejora de la Hacienda pública; además, se la remediaba, según los casos, por medidas extraordinarias, de modo que se puede considerar la época que media entre 367 y la tentativa revolucionaria de los GRACOS como un período de paz interna.
Desde la conquista de Corinto la situación de ROMA como gran potencia dominadora resultaba aseguraba. La cuestión social, cada vez más aguda, exigía imperiosamente una solución desde que la mayoría del pueblo romano, que se encontraba en condiciones difíciles para la lucha por la vida, hubo adquirido la conciencia de su poder y valer político. El caciquismo de los nobles y de los capitalistas se hacía a la larga insostenible, resultando una fuerte oposición democrática que procuraba derribar al gobierno del Senado. Pero, al llevar las ideas democráticas a la práctica y al conceder absolutamente a todos los ciudadanos una participación por igual en la posesión soberana de ROMA, la REPÚBLICA debía forzosamente hundirse. Un pequeño Estado gobernado de un modo democrático no se halla en condiciones para mantener las riendas del poder universal. Era, pues, necesario hallar una sola voluntad capaz de dominar a la vez a los senadores y al proletariado. Pero ni un reyezuelo de ROMA y del LACIO podía asumir semejante esta posesión predominante; era imprescindible que la ITALIA entera formase la base para el IMPERIO mundial. Y por esta razón vemos a los perspicaces directores de la democracia, en abierta oposición a la masa mezquina, constituirse en campeones de los confederados itálicos, para defender sus anhelos hacia una igualdad política con el cantón director.
La máquina legislativa estaba en pleno funcionamiento, pero cada triunfo de la oposición deshacía siempre lo que el partido anterior acababa de construir, muchas veces mediante una opresión brutal de la forma constitucional. Así la ley del primer GRACO puso en vigor un nuevo reparto de terrenos del Estado, concedidos en arrendamiento hereditario, pero poco después el permiso de enajenar aquellos bienes exterminó por completo la naciente clase de los labradores libres así creada, y, finalmente, se decretó que el terreno del Estado figuraría como propiedad libre de impuestos, mientras se procuraba indemnizar al proletariado urbano por distribuciones gratuitas de víveres. Las reformas políticas de GRACO el MENOR tuvieron, en cambio, mayor estabilidad que las sociales. Debido a la ampliación del derecho de apelación, el ejercicio de la magistratura quedó constreñido al fuero de guerra (militae); en los caballeros halló el Senado un poderoso rival a causa de los de los nuevos privilegios, especialmente el cargo del jurado permanente que les fue concedido, de manera que, por lo menos durante algún tiempo, estas clases coaligadas se convirtieron en rivales y el pueblo intervenía mucho más en las atribuciones del Senado, que había osado en tiempos anteriores.
Con cortos intervalos se sucedieron la revolución y la reacción. En la sangrienta guerra de los confederados, los ítalos conquistaron el derecho de ciudadanía, pero al propio tiempo LUCIO CORNELIO SILA restauró en Roma la autoridad senatorial con todos sus privilegios. Cuando tras cruentas luchas hubo reprimido un conato de contra-revolución democrática, promulgó como dictador, una nueva constitución conservadora “para la reorganización del Estado”, con la que corregía muchos abusos, pero restringía a la vez duramente muchas antiguas libertades.
Todos los itálicos desde el sur del Rubicón y Macra eran reconocidos como ciudadanos romanos. La soberanía del pueblo continuaba existiendo, pero suprimiéronse las distribuciones de trigo a los proletarios.
De hecho, el Senado volvió a ser el factor decisivo en el Estado, con merma del poder de los magistrados y de los caballeros. En ITALIA, el Consulado y la Pretura quedaban restringidos a su año de su de función oficial, medida en virtud de la cual se les retiró efectivamente el mando del ejército; pero los excónsules y expretores se encargaban del gobierno de las provincias durante el año siguiente. SILA AMPLIÓ HASTA OCHO EL NÚMERO DE LOS PRETORES y les confío al mismo tiempo la dirección de los tribunales criminales permanentes. Despojó a la censura del derecho de nombrar senadores y ordenó la admisión en el Senado, cuyo número había aumentado a veinte. Por el contrario, SILA procedió con la mayor desconsideración contra los tribunos del pueblo. En lo sucesivo ninguno de ellos podía aspirar a dignidades más elevadas; coartó su derecho de veto castigos para los casos de abuso por oposición de la minoría y asimismo limitó su facultad de presentar proposiciones a las tribus, que sujetaba a la aprobación previa del Senado. – En el terreno social, SILA encumbró el prestigio del Senado, arrebatando a los caballeros las funciones de jurado y devolviendo este influyente cargo a los senadores. Por último, desechó el sistema de recaudación tributaria, tan explotado por los nobles, reemplazándolo por el pago directo de las provincias al Estado.
SILA conceptuaba su tarea tan sólo como una misión política, sin preocuparse en lo más mínimo de la cuestión económica, un error en que incurre la mayoría de las dictaduras militares. – El proletariado, cada vez más numeroso debido a las manumisiones en masa y las expropiaciones en gran escala, pasó por una situación mucho más precaria que nunca, y en su consecuencia, el tinglado tan laboriosamente edificado se tambaleaba ya en vida del autor. El cónsul LÉPIDO volvió a introducir las distribuciones de trigo, el cónsul COTA devolvió a los tribunos el acceso a las altas dignidades de la carrera política y, por fin, los antiguos partidarios de SILA, CN. POMPEYO y M. CRASO, restituyeron el tribunado en su antigua potestad e irresponsabilidad. Las plazas de jurados se repartieron entre senadores, caballeros y tribunos del erario, estos últimos como hombres de confianza de las tribus. El único objeto de sus reformas era conquistarse una preponderante situación personal; particularmente POMPEYO aspiraba entonces a ser el sucesor de SILA. Se mostraba primero como jefe del partido democrático, para buscar más tarde un refugio en la autoridad del Senado, al ver que no era de talla para hacer frente a CÉSAR, su genial adversario. En semejantes lances es imposible hablar de un desarrollo ulterior de la Constitución. Fue solamente la reorganización monárquica la que, basándose en la transformación económica, creó un nuevo concepto constitucional.

*ORIGEN DE LA DIGNIDAD IMPERIAL*
La Monarquía penetró en ROMA bajo un nombre supuesto. Eran precisos tanteos para poder encontrar una fórmula que diera una fórmula que diera satisfacción a las necesidades que por doquiera se sentían de un poder supremo, permanente y armónico, sin violentar demasiado la antigua constitucional republicana.
Después de su victoria sobre todos sus competidores, CÉSAR OCTOVIANO EMPUÑÓ EL PODER, PRIMERAMENT COMO COMISARIO EXTRAORDINARIO PARA RESTABLCER LA CONSTITUCIÓN; cuatro años más tarde consideraba su tarea como terminada y declaraba que el antiguo régimen del Senado, pueblo y magistrados estaba nuevamente consolidado. El Senado le otorgó el título de AUGUSTUS, es decir, “digno de veneración”, y le transfirió – por diez años – el poder proconsular en todas las provincias donde se necesitaba sostener un ejército. Debido a ello, CÉSAR O. disponía realmente de la única fuerza organizaba que había a la sazón en el IMPERIO y dirigía los asuntos romanos e itálicos sin que el pueblo se atreviera a oponerse a su prolongada ocupación de la dignidad consular, ni su colega osara discutir sus actos oficiales.

En el año 23 a. J. C. CÉSAR renunció también a su reelección como cónsul. Tampoco quiso aceptar nuevas dignidades, pero justificó desde entonces sus intervenciones en la política por la tribunicia potestad con que ya desde hace mucho tiempo le habían investido. Si hasta entonces se había servido de dicho poder únicamente para su seguridad y protección personal, en adelante, se apoyaba sobre todo en los poderes plenipotenciarios inmanentes a dichas función.

El Emperador y el Senado se repartían el gobierno. El poder imperial era un cargo extra-ordinario concebido a un ciudadano; su existencia se debía finalmente a una costumbre, pero no perduraba con arreglo a los preceptos de la Constitución. La ficción de la continuidad republicana iba desvaneciéndose muy paulatinamente, al paso que las gestiones del Senado venían a parar siempre en mayor dependencia de la voluntad imperial. Fue solamente la reorganización efectuada bajo DIOCLECIANO la que se sobrepuso a todos los antiguos miramientos y consideraciones, representando a la Monarquía en su forma más avanzada tal como la heredaron y desarrollaron los BIZANTINOS, greco-romanos, convertida en símbolo proverbial de esta forma de gobierno.

*LA TRADICIÓN*
Sólo disponemos de fuentes contemporáneas de alguna consideración desde los tiempos de la última guerra civil romana. Por lo tanto, los orígenes de la constitución política de ROMA se hallan para nosotros envueltos en las mismas tinieblas que los principios de su historia externa. Bien es verdad que más tarde se contaban muchos detalles referentes a la fundación de la ciudad, a las expediciones guerreras de sus reyes, a sus estatutos, tanto políticos como religiosos y jurídicos; pero todo ello, incluía la mayoría de los nombres de sus reyes, son ficciones de épocas posteriores, cuyo único objeto era tratar de enaltecer las instituciones ya entonces existentes, dándoles un carácter antiquísimo gracias a aquellos motos-leyendas.
Mientras los mitos griegos representaban en su mayor parte reminiscencias idealizadas de la infancia de aquel pueblo, entrañando siempre un núcleo de datos históricos dignos de fe y nos remontan por una TRADICIÓN ininterrumpida hasta aquel lejano pasado, las fábulas romanas sobre aquellos antiguos tiempos, en cambio, hállanse separadas de los verdaderos acontecimientos por grandes abismos de la memoria, imposibles de llenar con recuerdos, y se observa que toda aquella trama es meramente un tejido de patrañas. Los escasos hechos seguros que se pueden relatar referentes a las primitivas instituciones romanas, han sido obtenidos mediante deducciones de costumbres, que subsistían en tiempos posteriores, puesto que múltiples formalidades tan sólo se logran explicar como supervivencias de otras anteriores, caídas ya en desuso. Para la arqueología de las instituciones romanas es de una importancia capital la aparición de dos hombres, cuyas investigaciones han proyectado una luz intensa, especialmente sobre la vida pública de los romanos. Estos son eruditos y sabios son BARTOLDO JORGE NIEBUHR (1776-1831) y TEODORO MOMMSEN (1817-1903).

































    
*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar Levantando la puntería desde el bunker, SOPLA EL PAMPERO, por HISPANOAMÉRICA con RUBEN DARÍO y SAN MARTÍN con ARGENTINA, CHILE Y PERÚ, hermanos. gspp. *

martes, 3 de agosto de 2010

*SAN JOSÉ en el CENTRO DE LA HISTORIA*

NO SE SABE NI EL LUGAR NI LA FECHA DE SU NACIMIENTO. NO HA DEJADO NINGÚN ESCRITO NI OBRA DE ARTE. NO SE CITAN SUS PALABRAS. LOS AUTORES CLÁSICOS Y LOS HISTORIADORES DE SU TIEMPO NO HACEN ALUSIÓN A SU PERSONA.
 
Editó: Lic. Gabriel Pautasso
 
TODO LO QUE SE SABE ESTÁ CONTENIDO EN ALGUNOS VERSÍCULOS DE LOS EVANGELIOS, A LO MÁS UNA DOCENA. SIN EMBARGO, HAY QUE AFIRMAR QUE SAN JOSÉ – CUYA FIESTA SE CELEBRA TRADICIONALMENTE EL 19 DE MARZO – ESTÁ EN EL CENTRO DE NUESTRA HISTORIA HUMANA. DEL TALLER DE ESTE ARTESANO SALIÓ QUIEN CONSTRUYE EL UNIVERSO, QUIEN DÍA A DÍA MODELA UN MUNDO NUEVO: CRISTO JESÚS. ASÍ LO REVELAN ESTOS TEXTOS SELECCIONADOS ESCRITOS POR GRANDES AUTORES.

SANTA TERESA DE JESÚS
Habiendo un día comulgado, mandóme mucho su Majestad lo procurose con todas mis fuerzas, haciéndome grandes promesas, y que no se dejaría de hacer el monasterio, y que se serviría mucho en él, y que se llamase SAN JOSÉ, y que a la una puerta nos guardaría, y Nuestra Señora la otra, y que CRISTO andaría con nosotras, y que sería una estrella que diese de sí resplandor, y que, aunque las religiones estaban relajadas, que no pensase se servía poco de ellas; qué sería del mundo si no fuese por los religiosos; que dijese a mi confesor esto que mi mandaba, y que le rogaba Él, y que le rogaba Él que no fuera contra ello ni me lo estorbase. (Vida, capítulo 32).

Pues todo concertado, fue el Señor servido que, día de SAN BARTOLOMÉ, tomaron hábito algunas y se puso el Santísimo Sacramento y con toda autoridad y fuerza quedó hecho nuestro monasterio del gloriosísimo SAN JOSÉ, año de mil y quinientos y setenta dos.  Estuve yo a darles el hábito, y otras dos monjas de nuestra casa misma, que acertaron a estar afuera. Como en ésta que se hizo el monasterio era la que estaba mi cuñado (que, como he dicho, la había él comprado por disimular mejor el negocio), con licencia estaba yo en ella, y no hacía cosa que no fuese con parecer de letrados, para  no ir un punto contra obediencia. Y como veían ser muy provechoso para toda la Orden por muchas causas, que, aunque iba con secreto y guardándome no lo supiesen mis prelados, me decían  lo podía hacer; porque por muy poca imperfección que me dijeran era, mil monasterios me parece dejara, cuánto más uno. Esto es cierto porque aunque lo deseaba por apartarme más de todo y llevar mi profesión y llamamiento con más perfección y encerramiento, de tal manera lo deseaba que cuando entendiera era más servicio del Señor dejarlo todo, lo hiciera – como lo hice la otra vez – con todo sosiego y paz. (Vida, capítulo 36).
“Obras Completas de SANTA TERESA DE JESÚS”. Editorial Monte Carmelo. Burgos, 1990.   

SAN FRANCISCO DE SALES
¿Podemos imaginar humildad más perfecta que la de SAN JOSÉ?
No hablo de la humildad de MARÍA, porque ya he dicho que su casto esposo recibía gran aumento en las virtudes propias como reverbero de las de ella.
JOSÉ participaba intensamente de aquel tesoro que tenía en su casa, NUESTRO SEÑOR, pero vivía humilde y sumiso. JESÚS, después de la Virgen Santísima, pertenecíale a él más que a nadie, siendo como era familiar suyo e hijo natural de su Esposa. Si un pajarillo o una paloma (por usar una comparación más adecuada con la pureza de los santos de quienes estamos hablando) llevase en el pico un dátil y lo dejara caer sobre un jardín, no se diría que la palmera nacida de tal semilla pertenece a la paloma, sino que al amo al jardín. Y ¿quién osaría entonces dudar de que el Espíritu Santo, divina paloma, dejó caer este dátil celestial en el  jardín cerrado de la Virgen Madre; defendido en torno suyo por los setos vivos del voto de virginidad y pureza inmaculada, que pertenecía al glorioso SAN JOSÉ, como la esposa al esposo, y que tan divina palmera, rica en frutos de inmortalidad, no pertenece también a nuestro SANTO, el cual ni se asombra, ni se ensoberbece, ni se vanagloria, sino que se hace cada día más humilde?

SAN BERNARDINO de SIENA  

La norma general que regula la concesión de gracias singulares a una criatura racional determinada es la de que, cuando la gracia divina elige a alguien para un oficio singular o para ponerle en un estado preferente, le concede todos aquellos carismas que son necesarios para el ministerio que dicha persona ha de desempeñar.
Esta norma se ha verificado de un modo excelente en SAN JOSÉ, que hizo las veces de padre de nuestro Señor Jesucristo y que fue verdadero esposo de la Reina del universo y Señora de los ángeles. JOSÉ fue elegido por el eterno Padre como protector y custodio fiel de sus principales tesoros, esto es, de su Hijo y de su Esposa, y cumplió con insobornable fidelidad. Por eso le dice el Señor: Eres un empleado fiel y cumplidor; pasa al Banquete de su Señor.
Si relacionamos a JOSÉ con la Iglesia universal de Cristo, ¿no es éste el hombre privilegiado y providencial, por medio del cual la entrada de Cristo en el mundo se desarrollo de una manera ordenada y sin escándalos? Si es verdad que la Iglesia entera es deudora a la VIRGEN MADRE por cuyo medio recibió a CRISTO, después de MARÍA es SAN JOSÉ a quien debe un agradecimiento y una veneración singular.
San Bernardino de Siena. Lectura para la festividad de SAN JOSÉ. 

*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordibensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, a 1º de Agosto del Año del Señor de 2010. Conmemoramos: El Real Colegio Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat fundado el 1º de agosto de 1637 por el Presbitero Doctor IGNACIO DUARTE y QUIRÓZ, sacerdote cordobés, docto y virtuoso.
El 1º de agosto de 1776 se firmaba una Real Cédula designando al Teniente General PEDRO DE CEVALLOS a cargo del VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA “última llamarada española en América”, a menos de 34 años de nuestra Revolución. SOPLA EL PAMPERO. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Gratias agamus Domino Deo nostro! gspp.*