domingo, 8 de abril de 2012

*IDEAL COMUNISTA o IDEAL CRISTIANO*

*Ideal Comunista o Ideal Cristiano* p. LEONARDO CASTELLANI. “Las ideas de mi tío el cura”, Editorial Excalibur, Buenos Aires, 1984.
Prólogo Padre CARLOS MIGUEL BUELA. 233 pág.

Editó: Lic. Gabriel Pautasso


Cartas con un escritor

Buenos Aires, 21 de abril de 1953

Querido amigo CASTELLANI: 

Mucho me ha afligido la lectura de las tropelías contra usted cometidas, por quienes, sin duda han visto en su talento, en su independencia de criterio, alguna incompatibilidad con sus vulgares ambiciones y bajo deseo de poder y mando. No debió estudiar de cura y hubiese sido feliz, físicamente feliz. Pero ahora se trata de su salud, de su vida. Dios no le perdonará que disponga de ella como cosa propia. El mundo tampoco.
Yo tengo a su edad y quisiera tener sus estudios, pero me atrevo a darle ánimo para que termine con esa inhumana y absurda situación. Restitúyase usted a la  vida civil. Ejerza su ministerio sacerdotal, que se convertirá en apostolado, en el estado laico, dedicándose con sus luces a luchar contra los grandes enemigos de la humanidad. Su ecuanimidad, su falta de miedo, le depararán enormes satisfacciones. Solamente muy pocos, y no creo que valiosos, le aconsejarían a usted que siguiese quemándose  en esa infernal lucha que le han movido desde que vieron cómo prosperaba en sus estudios. Basta de obediencia A VIEJOS CARCAMALES QUE, mientras se espera la justicia divina, lo pasan bien y haciendo daño.
No sé si me excedo, pero en todo caso el crimen contra usted cometido, lo justifica.
En algunas ideas nos encontramos en las antípodas, pero tengo mucha afinidad con su carácter, con su pasión, con su fuerza moral, y le he tomado apego.
Usted debe poner término a sus sufrimientos, y romper con su novia. Le aguarda el mundo, como un gran estadio donde usted puede probar su fuerza y su destreza en practicar el bien, que es, al fin de cuentas, todo lo que Dios aprueba, venga del budismo, del comunismo o del catolicismo, que hace rato ha perdido el rastro de las buenas acciones, preocupado por los detalles de su predominio político, que a ningún cristiano interesa.
Le desea la mayor fuerza moral y toda la salud para hallar el camino decoroso que merece. Lo abraza.  
Fdo: LEÓNIDAS BARLETTA

***
                                     
Buenos Aires, abril de 1953
Sr. D. Leónidas Barletta
De mi estima:
Le agradezco su carta del 21. Su carta es noble y generosa: y es la más notable de cuantos en estos días recibido. Responder a su consejo es un poco difícil. Tendría quizás que escribir una larga carta, acerca del ideal comunista y el ideal cristiano – todavía vigente para mi, al menos – para lo cual no tengo ahora tiempo.
La Escritura dice:
Entre muchos amigos que tengas
Uno solo entre mil sea tu consejero…
Tengo experiencia de que a los hombres marcados por el Destino, les cuesta mucho seguir consejos. Están determinados y aun tiranizados en su interior por una voz imperiosa y muy clara; que se puede llamar si se quiere, con la gastada “vocación”.
En cuanto a la “obediencia servil a viejos carcamales” y “romper con la novia” – que ya no llamo “novia” sino “pécora” – esos consejos están cumplidos ya.
Mi respuesta cumplida a toda su carta, puede ser quizás mi MUERTE DE MARTÍN FIERRO, que sale impreso en estos días.
Suyo
LEONARDO CASTELLANI, Pbro.

  1. RESPUESTA DIFÍCIL: LA FE

“Condúcete siempre como si mañana hubieras de morir y algún día tendrás razón”. (Tomás de Kempis).
Su carta del 21 del corriente – noble y generosa – es difícil de responder. Creo que lo mejor será llevarle a usted mi MARTÍN FIERRO cuando salga.
Le voy escribir como su hubiera de morir mañana domingo. Total…
“Por qué no abandona usted a todos esos viejos carcamales, que se han revelado incomprensivos e injustos, y a esa novia que amó en su juventud y se ha convertido en ramera – y por qué no sirve a su Dios y a sus ideales en el estado civil?”.
Hay una respuesta breve pero que no sirve para este caso: mi fe. Tengo fe en Cristo y en la Iglesia por Él fundada, que creo indestructible. Mas si yo le digo a usted que tengo fe, y por ella espero la vida eterna; y por eso aguanto la cruz (pesada o no) que Dios se ha servido poner sobre mis hombros, dice algo que para mí es verdad, mas para usted es otro idioma: es como si contestará a su carta EN LATÍN: una simple impertinencia.  
¡Cuántas cartas “prepotentas” de esa clase he recibido yo en estos últimos años de mis cofrades – que en vez de pensar en ayudarme o disculparse de no poder  hacerlo, me sacudían por la cabeza con la fe! Aquí tengo la última, del 21 de abril, misma fecha que la suya.
“Padre CASTELLANI: Dios lo ha elegido a usted para pasar una ruda prueba: a los que eligió, también predestinó para hacerse imagen de su Hijo, dice SAN PABLO.
Rezaré un mes entero un Rosario para que el Señor le alivie la situación o le dé tanta resignación que pueda llegar a la santidad por la pena y humillación extremas que sufre en su situación actual…” (Y así siguen otras “consideraciones pías”, todas basadas en la Escritura, que yo no puedo negar ni rechazar, por cierto, sin hacerme hereje…pero que me dan mucha rabia).
¡Líbrame Dios de tratarlo a usted como me tratan mis cofrades! Ud. ha tenido verdadera simpatía y condolencia, ha reaccionado con honradez ante la injusticia, ha pensado lo primero de todo en “ayudar”. No digo a Ud. pero ni a CONSTANCIO VIGIL, ni a STALIN, ni a JUAN MANUEL DE ROSAS, NI AL DEMONIO quisiera yo tratarlo como me han tratado mis cofrades (algunos).  
Los sacerdotes argentinos son cobardes, no todos, sino aquellos de que yo tengo experiencia en su mayoría. La cobardía parece característica general del gremio. Parecería que no debería ser así: que en el que cree y espera cosas grandes, el coraje debería ser su característica: o la “fe” no sirve para nada o estos simplemente no tienen fe: parece un dilema inexplicable (puede ser que la razón sea lo que predijo Carlos Marx, hace un siglo, en su famoso “Manifiesto” que el capitalismo convertiría al letrado, al intelectual, al escritor, al sacerdote, en plebeyos – cosa que se cumplido -).
En realidad, hay escape del dilema: en realidad muchos tienen, lo mismo que yo, poca fe, cosa no de extrañar, puesto que pasó en la misma escuela de Cristo: “hombres de poca fe”, llamó Cristo a sus compañeros como 10 veces. Yo he sido débil muchas veces, por poquedad de fe en mi trato con los poderes de este mundo: el VATICANO, el General de los Jesuitas, el  P. TRAVI, el P. MOGLIA…Con los otros poderes civiles, nunca he tratado. Pero si llego a tratar, ¡lo mismo!
Es que tener mucha fe es ser santo; y los santos son pocos. ¡No hay más santos ya como en otros tiempos hubo” Dice el hijo de Martín FIERRO que no hay hoy día santos varones. Roma no hace ahora más que canonizar mujercitas, “fundadoras” de órdenes de monjas. ¿Qué pasa?
AL QUE ENTRA POR EL CAMINO ESTRECHO DE LA FE, NINGUNO LO PUEDE AYUDAR, NINGUNO LO PUEDE COMPRENDER, escribió SOREN KIRKEGORD.  ¿Dónde está esa palabra en el Evangelio? Los críticos católicos acusan a esa palabra de “luterana”. Pues está en la conducta del Cristo, incomprendido de todos. Sus parientes más próximos lo trataron de loco; y su excelsa Madre calla. ¡Oh, Señora! ¿Por qué no habláis? No entiendo a mi Hijo.
“Sus padres no entendían aquella palabra” – dice el Evangelio -. Esto no es derogar la grandeza excelsa de aquella niña hebrea, a quien las generaciones posteriores han llamado bienaventurada. Es exaltar la grandeza de Dios, ante la cual todo lo mortal, incluso la Virgen María, es nada. La fe une al hombre con Dios. Donde el hombre toca a Dios, se produce la tiniebla, no por falta sino por exceso de luz, porque (como dijo el pagano Aristóteles) “nuestros ojos con respecto son como los del murciélago con respecto al sol”.
Pero veo que estoy incurriendo en lo que quería evitar: en la carta “prepotenta”. Basta.

  1. RESPUESTA PROTESTANTE

“Los peces daban gemidos – por el mal tiempo que hacía” (LOPE).
Un protestante me escribió en el mismo sentido que usted: “Si la Iglesia Católica le ha hecho a Ud. todo lo que narra en su “reseña”, ¿cómo permanece Ud. todavía en la Iglesia Católica?”.
Respondí: la Iglesia que ha sido conmigo falsa e inmisericorde NO ES LA MISMA que la Iglesia en la cual permanezco. Yo permanezco en el ideal evangélico, en comunión por tanto con todos los que hoy día abrazan de hecho el Evangelio. También me ha hecho grandes bienes la Iglesia; si, la Compañía de Jesús.
La Iglesia que se equivocó conmigo (aun humanamente hablando) es la burocracia impersonal de los males pastores; la Iglesia a la cual sigo amando y perteneciendo es la Iglesia personal y viviente de los que aún tienen fe, y viven tienen fe, y viven su fe en la caridad. Las dos están unidas (siempre lo han estado, trigo y cizaña) pero son opuestas en sí mismas; mas no podemos separarlas nosotros, pues según Nuestro Señor, las separarán los “Segadores”, en el tiempo de la “Siega”, que opino no está ya muy lejos.
El comunismo puede ser el instrumento de esa separación.
El mismo caso de Cristo con la  Sinagoga. Cristo no se salió de la Sinagoga (la Sinagoga lo arrojó) porque ella era la depositaria no practicante de la Fe y de la Ley verdadera. Luchó dentro de ella hasta la muerte contra los abusadores de la Ley – los fariseos -. Si Cristo por despecho se hubiese hecho saduceo, herodiano, o gentil, les hubiese dado un placer fantástico a sus encarnizados enemigos.
Creo que yo les daría una alegría a algunos males jesuitas, (los hay buenos, quiero decir, hay gente buena no poca, incluso dentro de los jesuitas) si ahora agarro y me vuelvo protestante, como el difunto Padre ANZOÁTEGUI, escandalizado por su conducta y resentido por los daños que me han infligido. Esa es justamente mi más grave tentación – y el mayor daño que me han infligido -. Pero yo conozco que es TENTACIÓN.
Hay que “sufrir tentación” en esta vida. “Il faut soufrir non seulement pour l´Eglise, mais par l´Eglise : no solamente por la Iglesia sino también por parte de la Iglesia.
Pero esta es una respuesta escrita en “protestante”, es también una respetuosa “prepotenta”, y un si es no sublime. ¡Compararse con Jesucristo? Sin embargo, el Evangelio, SAN PABLO y TOMÁS DE KEMPIS, nos imponen la obligación de compararnos constantemente con Jesucristo; y en eso consiste el ser cristiano.  ¡Tremenda obligación! No me extraña que tantos la hayan abnegado hoy día, continuando llamándose y creyéndose cristianos, pero sin compararse con Jesucristo, poco o nada.

  1. RESPUESTA VIL

“Yo soy un hombre violento; pero desgraciadamente, no con los demás”. (Ghandi).
En vez de dar a su pregunta la respuesta sublime y prepotenta, podría dar también la respuesta VIL; es decir, llana y humorística: lo que hacían los primitivos cristianos sometidos a la “ley del arcano”. 
-          ¿Por qué no deja la sotana? –Porque, es vestido cómodo (menos cuando los comunistas nos degüellan por llevarla) y m´estoy acostumbrado…-¿Por qué no se casa? –Porque soy pobre y de un carácter insoportable; y porque me repugna engendrar desdichados. –“¿Por qué, pues pidió la dispensa del celibato?” –Un momento de ofuscación todos lo tenemos. -¿Por qué no se hace rico? –Porque no puedo. –¿Por qué obedece a viejos carcamales? –Según ellos, no les obedezco mucho que digamos. -¿Por qué no rompe con la “novia”? –Ella ha roto ya conmigo, antes de pensarlo yo; y por lo demás, esa, esa  a quien usted llama NOVIA, yo siguiendo a JUAN el APOCALETA llamo Ramera; mas con mi verdadera novia no puedo yo romper, puesto que ella está y me espera en la otra vida. -¿Es usted un VIL, para aguantar tantos manoseos? –Soy un “proletario”: el proletario es un ser “humillado y ofendido”.

“Vosotros lo tenéis todo
Nosotros no tenemos nada
Por causa de vuestra ruindad.
¡Afuera el falso buen modo!
¡y la caricia interesada!
¡No busquéis nuestra amistad!

Dice el HIMNO del Proletariado”.

-¡Pero aquí se trata de su vida, de su vida!
-El día de la muerte es mejor que el día del nacimiento.

Creo que estas son todas las preguntas; y esta es la respuesta VIL. Esta respuesta tiene una parte de verdad, porque en el hombre hay siempre algo VIL. Compuesto de barro y espíritu, sus más nobles intenciones llevan siempre algo de barro, y el hombre se engaña muchas veces acerca de sus verdaderas intenciones, dorándolas todas de nobleza y sublimidad. Sutilmente, nos engaña lo que hoy la “Subconciencia”, en cuyo fondo hay vileza y mentira, es decir, pecado: un “foso”, decía Teresa de Cepeda.
Cuando yo acepte ser candidato a diputado argentino desobedeciendo al arzobispo (según dicen en la Curia, aunque es doble o triplemente falso; pero en fin, es la “verdad oficial”, confirmada con muchas sanciones penales crimen inexpiable, como el de Edipo), o cuando me embarqué para Roma a disputar con el Prepósito General de la Compañía de Jesús (verdadera temeridad, pero necesaria en aquel momento), atribuí internamente a esas acciones mías (que sabía me iban a infamar in aeternum delante de todos mis cofrades), un motivo noble o sublime que no he revelado ni revelaré jamás. Y sin embargo, ¿sé yo seguro que ese motivo era el único verdadero? ¿sé yo seguro que mis cofrades no tienen razón? Lo sabré solamente en el momento de pasar de esta vida, o un momento después. (Defiende tu pleito contra un ofensor. Mas no descubras el secreto del otro. Esconder el secreto del Rey bueno es… (Proverbios, XXV, 9).
Así que preferí dar a mis cofrades la respuesta VIL. Y cuando el Asistente de la Compañía de Jesús para Sud América me trató en una carta de miserable, (“moneen in tam mísero statu vérsateme”, literalmente), no reaccione con odio aunque me dolió mucho, porque pensé que quizás en parte era verdad…delante de Dios. Sin duda, delante de Dios, todo hombre es un miserable menos los santos, aunque ninguno como el que arroja esa palabra a la cara de su prójimo sufriente, como un salivazo a la cara de Cristo; puesto que Cristo dijo que el que tal hiciere, “reo es la gehenna del fuego”. Nada menos. Infinita miseria.

  1. EL “PATHOS” del COMUNISMO.

“OH, Dios! ¡Nos acordaremos de este planeta!” (D. AUREUILLY).
Otra vez me he salido por peteneras y me he trepado al plano religioso, plano al cual no deseo arrastrarlo a Ud. (si es posible) sino hablar con Ud. mano a mano en el plano en que coincidimos, es decir, en el plano ético y humano.
¿En qué coincidimos los dos?
En una sola cosa, pero que es  muy importante: en el “pathos”, que es lo central de una psicología. Sentimos coincidentemente. Además somos cofrades en la Orden de los Escritores Pobres, con voto de pobreza forzada y honestidad intelectual libre.
Ud. siente tremendamente el peso de esta época DURA, como si estuviese Ud., personalmente en Corea (1953) o bajo la amenaza de la atómica; yo también.
Ud. conoce experimentalmente el gusto amargo de la injusticia social; ha sentido los retortijones de la “inseguridad”; ha saboreado la amargura seca de ser explotado y tenido por tonto encima; ha andado algún tiempo sin vivienda y algunos días ha pasado sin pan; ha querido editar libros y no ha podido; ha editado un libro, y el editor le ha robado; ha escrito un libro honesto y eximio poniendo en él toda su alma, y los capigorrones de la crítica y los dueños de revistas y diarios le han hecho el silencio en torno; y la sociedad a la que ha beneficiado con él le ha pagado con el desprecio…etc., etc. En una palabra: Ud. ha visto que lo que dijo CARLOS MARX en su Manifiesto, es verdad.

Yo también.
El Papa LEÓN XIII también. Pero el Papa LEÓN XIII no lo vio experimentalmente (era un marqués, nunca le falto nada); y a nosotros dos sí.
En una palabra, los dos sentimos profundamente en las entrañas y en la médula de los huesos lo de la segunda estrofa del HIMNO del PROLETARIADO.

Vuestra sociedad es injusta
Vuestra sociedad no nos gusta.
¡No busquéis nuestra amistad!
Vamos en busca del futuro
Lo que sea, puro o impuro,
Excepto vuestra sociedad.

Ud. es poeta y por lo tanto su mente “está abierta a las imágenes del mundo”, como me dijo una vez el grande y tormentoso LUGONES. El poeta tiene sueños cosmirreveladores, ve fantasmas, hadas y elfos, un trueno lejano lo hace estremecer y la luz de una estrella se le hunde en los huesos. Eso es un privilegio por cierto; pero comporta riesgos graves.  
En eso coincidimos. Yo siento lo mismo que Ud. el horror de esta ÉPOCA (1953-2011) y la necesidad de oponerse a ese horror, si quiero salvar mi alma. Ese horror carga sobre mí incluso físicamente, en forma que me volvería loco si no estuviera fe en Dios. Ya ahora no lo conozco solamente por las encíclicas, por los sermones, por los libros, o por la compasión lírica hacia los otros, como antes; sino por efectividad del estado del alma del lumpenproletarier (bajo proletariado). Mi situación actual no es sólo un asunto personal mío, sino que se proyecta al infinito como representación viviente de infinitos hermanos míos que viven y sufren igual o peor que yo.

La MISERIA de los que se pierden y el DOLOR de los “HUMILLADOS y OFENDIDOS”, me quema los huesos.  

  1. EL CRISTIANISMO HOY (1953-2011).

“Hola MANOLO, al fin te encuentro, qué cambiado estás hombre, pareces otro. - ¡Hombre! ¡Pues más a mi favor!” (GEDEÓN).

El cristianismo ha fracasado. No tiene hoy en día poder alguno contra los males del mundo. Sus palabras suenan a hueco a los oídos de la muchedumbre y las muchedumbres se apartan de él en silencio o airadamente. Su historia refulgente se ha hecho sospechosa. ¿No habrá sido toda su historia lo mismo que lo de hoy? Ningún medio tenemos de juzgar la historia del pasado, a no ser el tiempo presente. Y la historia del cristianismo está además sembrada de torpezas, errores y horrores: la inquisición, las guerras religiosas, la violencia, el afán de dominar, la avaricia, la hipocresía, la sujeción a los poderosos…Sin duda ha habido en ella hombres excelentes, mas ¿contrabalancean ellos el peso de los perversos, hasta hacer de la Iglesia una institución propiamente divina? Y muchos de esos hombres eximios han sido oprimidos por la Iglesia o arrojados fuera: SAVONAROLA, JUANA DE ARCO, el Arzobispo CARRANZA, JACINTO VERDAGUER…
El cristianismo, aunque haya sido bueno para otras épocas, hoy no rige.  Las diversas “IGLESIAS” aparecen como instituciones no diferentes de las sociedades civiles: algunas sometidas a ellas como instrumentos (“la gendarmerie spirituelle”  de BONAPARTE), otras queriendo dominarlas y aprovecharse de ellas (el clericalismo), TODAS ORGANIZADAS SOBRE LA BASE DE LO TEMPORAL, DEL DINERO, DEL PODER, DE LA BUROCRACIA, DE LA DIPLOMACIA, DE LA POLÍTICA, DE LA ASTUCIA, DE LA MENTIRA, en una palabra. “La Iglesia no es hoy día más que uno de tantos imperialismos: EL IMPERIALISMO MORAL” (B. CROCE).

El mundo vive hoy su crisis más seria y más universal. La guerra inhumana y atroz se ha vuelto hoy (1953-2011) “la institución permanente de toda la humanidad, en la cual y para la cual trabaja toda la humanidad, como poseída de una furia suicida. Los entendimientos más grandes del mundo se han dedicado con todas sus fuerzas a la “técnica de matar”, el intelecto humano se ha puesto al servicio de AZRAEL, el dios del exterminio. La caridad y la paz ha volado de la tierra y los hombres se odian mutuamente;  el odio y la rapacidad, encubiertos de formas hipócritas, son la base de las relaciones humanas. La adoración del dinero, mechada de la frenética BUSCA DE PLACER Y DE ACCESOS IDIOTAS DE DISIPACIÓN y “DIVERSIONES” SON EL VERDADERO CULTO DE LA HUMANIDAD; el Banco Central y el cine (y ahora la TV) SON SUS  CATEDRALES, que aún materialmente hablando, tapan hoy a las viejas catedrales cristianas, como tapa el Banco Nación de la calle Rivadavia – inmenso sarcófago de un gigante – a la feúcha catedral de Rivadavia, QUE ESTÁ A SU LADO. En la época anterior, nuestros padres, los “románticos”, querían morir y no podían; nosotros sus hijos, queremos vivir y no nos es dado. ¿No tiene nada que ver con esto Dios, si existe? “ES UNA SUERTE QUE DIOS NO EXISTA; SI EXISTERA, HABRÍA QUE FUSILARLO” (STENDHAL).
SE ACABARON LOS MILAGROS. Se acabaron los santos. Reina la santulonería. El santulón debilita cosas verdaderas, pero sería mejor que se callara: ensucia las verdades que profiere con su voz hipócrita y untuosa. No hay ninguna palabra que no haya profanada, los que más gritan “DIOS, DIOS, DIOS”, son los que más lejanos parecen de él en sus obras. Los sacerdotes venden ceremonias mágicas. Los obispos hacen política y “administración”. YA NO HAY PROFETAS. “LOS TEMPLOS SON LUGARES DE COLORES CHILLONES Y DE OLORES BLANDOS” (NIETZSCHE).
JESUCRISTO fue un gran idealista… (continua).


DIARIO PAMPERO Cordubensis
INSTITUTO EMERITA URBANUS
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